Ley Orgánica en debate. Autonomía sí, nostalgia no

«Podrá pensarse que defiendo la ley actual por nostalgia porque luché por ella siendo un estudiante veinteañero y la sigo elogiando cuando soy un egresado casi octogenario –dijo este miércoles el ex militante de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), Vicente Cremanti-, pero lo que defiendo a rajatabla es la autonomía a la que algunos querrían meterle la mano», aclaró.

Su observación estuvo vinculada a «infelices declaraciones de políticos de varios partidos, incluyendo a algún ministro actual que supo sentarse en el Consejo Directivo Central (CDC)», completó. Además de Cremanti otros dos ex dirigentes de la FEUU -Jorge Lanzaro de la misma generación, y Mijail Yapor de una más reciente-, participaron este miércoles de un debate sobre la Ley Orgánica en el marco del ciclo convocado por el Archivo General de la Universidad (AGU) para conmemorar 50 años de la formulación del Plan Maggiolo. La actividad se desarrolló en la sala del consejo de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo con la coordinación de Isabel Wschebor.

Entre los asistentes se destacó la presencia del rector Roberto Markarian y el ex rector Rafael Guarga, el decano anfitrión, Gustavo Scheps, la directora académica del AGU, Alicia Casas, la presidenta de la Asamblea del Claustro, Milka Bengochea, y el subsecretario del Ministerio de Turismo y Deporte, Benjamin Liberoff, entre otros.

Cremanti fue el primero en hablar y utilizó los primeros minutos para disculparse por «un error cometido hace más de 50 años: cuando se mencionó por primera vez el nombre de Maggiolo como posible candidato al rectorado, dije que me oponía por entender que veía a la Universidad por el ojo de la cerradura de la mecánica de los fluidos», subestimó en alusión a su tarea en la Facultad de Ingeniería. Cuando en 1972 tuvo que representar a la Facultad de Derecho en el CDC presidido entonces por Maggiolo, «pude comprobar lo equivocado de aquel juicio juvenil».

Como cree que para opinar sobre la Ley vigente y las eventuales propuestas de modificación es necesario «referirse al desarrollo histórico de la legislación universitaria», Cremanti reseñó las seis leyes orgánicas que rigieron a la Udelar durante su más de siglo y medio de existencia. De profesión escribano, rechazó como argumentos para modificarla la antigüedad -«nuestro Código Civil tiene más de 150 años y nadie ha propuesto reformas radicales»-, y su «presunta rigidez: no ha impedido transformaciones «del último medio siglo» como la introducción del sistema de créditos y el proceso de descentralización.

Cremanti evaluó que una de las principales razones del fracaso del Plan Maggiolo «fue la supervivencia de la influencia de la Ley de 1908, sin desconocer la resistencia de los docentes que, dicho con todo respeto, integran el orden más conservador de la Universidad, alérgicos a toda iniciativa que puede moverle las sillas». A riesgo de ser recriminado por colegas, el economista Mijail Yapor coincidió con Cremanti en este punto, pero defendió la necesidad de reformas. Dirigente de la FEUU durante el rectorado de Rodrigo Arocena (2006/2014), dijo que este período fue «uno de los más intensos en la construcción de una propuesta concreta de modificaciones a la Ley Orgánica en los últimos 30 años».

Un elefante que se mueve con dificultades
Recién migrado del colectivo estudiantil al de docentes, Yapor recordó que «el movimiento estudiantil logró un grado de profundidad en la discusión bastante interesante que culminó en una serie de resoluciones: A mediados de 2011 se habían desarrollado cerca de 40 instancias centrales de discusión de un anteproyecto de Ley, un borrador articulado revisado por la Dirección General Jurídica, y una posición en principio favorable de la FEUU y de ADUR». A juicio de Yapor, modificar la Ley «implicaba -aunque nunca podremos comprobarlo en términos efectivos-, alterar las relaciones de poder internas en la Universidad», lo que significó «la principal dificultad».

En tono autocrítico, evaluó que «quizás por inexperiencia, juventud, falta de capacidad o visión política, no pudimos darnos cuenta que los avances en el proceso de modificación de la Ley Orgánica entraban en colisión con un proceso en el cual la Udelar terminaba un rectorado y tenía que ponerse a discutir nuevas propuestas». Yapor rebatió lo que entiende son algunas falacias entre los argumentos para no reformar la Ley, y recordó que la Udelar ha crecido «en cantidad y en calidad, ha desarrollado servicios, áreas y estructuras que no tenía en 1958, y que hoy no tienen correlato en la toma de decisiones: parecería razonable pensar que tienen el mismo derecho a participar que las que existían de antes», concluyó.

A diferencia de Cremanti, el politólogo Jorge Lanzaro defendió en el centro de estudiantes de Derecho la candidatura de Maggiolo, «protagonista de un gran liderazgo universitario». También ex militante de la FEUU, recordó que tras «el empuje de la aprobación de la Ley Orgánica la Universidad fue un hervidero muy importante», y que el Plan Maggiolo «no prosperó porque fue estrujado por la polarización y el radicalismo de la competencia política desde la izquierda y desde la derecha en el conjunto del país, y dentro de nuestra propia casa».

La idea del reformismo universitario «suponía un cotejo entre dos posiciones: la que creía que la Universidad debía reformarse para ser un agente de reforma y de contribución al cambio y al desarrollo nacional, y la idea de que sin cambio en las coordenadas económicas y políticas no había posibilidades de reforma». Lanzaro dijo que «muchos de los militantes estudiantiles de los años de 1960 son los que tomaron la posta del reformismo universitario del retorno a la democracia», y recordó que la Universidad «es una maquinaria pesada, un elefante que se mueve con dificultades, muy complejo, y no tiene atajos». Sin embargo, «ha podido reformarse una vez que recuperamos la democracia, el pluralismo, en el contexto de una Ley Orgánica que sin duda tiene muchas cosas para ajustar, pero también más flexibilidad de la que se cree».

Al cierre de este panel se realizó otro sobre «La Universidad en la ciudad» con la participación de los arquitectos Juan Pedro Urruzola, Emilio Nisivoccia, y Mary Méndez (coordinadora). El ciclo continúa el miércoles 23 en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación con dos mesas de debate: «La investigación científica como preocupación central» de 17 a 19 horas con María Laura Martínez (coordinadora), Rodney Colina, Judith Sutz, y Enrique Cabaña, y «¿Qué es la extensión universitaria?» de 19 a 21 con Jorge Bralich, Hugo Rodríguez, Mariana Mendy, y Pablo Paroli (coordinador).

Visite sitio: La Universidad de la República a 50 años del Plan Maggiolo
Publicado el miércoles 16 de agosto de 2017

 

Fuente:
Sitio web de la Universidad de la República
http://www.universidad.edu.uy/prensa/renderItem/itemId/40933/refererPageId/12




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