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NEMMPO: población migrante en Uruguay en el marco del COVID-19
¿Cómo ha repercutido la emergencia sanitaria en Uruguay en las condiciones de vida de la población migrante en el país y qué iniciativas se vienen trabajando en la Universidad de la República (Udelar) en este tema?.
Para responder esta pregunta El Portal de la Udelar dialogó con Pilar Uriarte, docente del Departamento de Antropología Social de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), y coordinadora del Núcleo de Estudios Migratorios y Movilidad de Poblaciones (NEMMPO) y Leonardo Fossatti, integrante del Consejo Consultivo Asesor de Migraciones e investigador del NEMMPO.
Trabajo del NEMMPO en el marco de la emergencia sanitaria
Fossatti explicó que el Núcleo estudia la situación de la población migrante en Uruguay con un enfoque global para ahondar más en el conocimiento de la temática desde varias perspectivas que la atraviesan (vivienda, salud, educación, cuidados, género). Añadió que a estas condiciones se les sumó la emergencia sanitaria a causa de la epidemia del virus COVID-19 «que agudiza y complejiza aún más el contexto de vulnerabilidad de la población migrante en Uruguay».
Migrantes y vivienda
Fossatti investiga en el NEMMPO la perspectiva vivienda y señaló que en esta área las dificultades de los migrantes siguen siendo las mismas aunque agravadas por el contexto de epidemia. Los obstáculos en el acceso a la vivienda de esta población que inciden en el alto porcentaje de migrantes que viven en alojamientos precarios, hacinados, insalubres, bajo condiciones de abuso y discriminación se han agudizado. A las barreras que ya tenían para acceder a una solución habitacional digna se les suma hoy, la situación económica en el marco de la emergencia sanitaria. La disminución del empleo y del trabajo informal por el cierre de empresas y la restricción del consumo provocó que muchos de ellos, no cuenten con ingresos para sostener los pagos ya sea de pensiones, inquilinatos o alquileres de casas particulares.
Agregó que en este marco aumentaron los desalojos y lanzamientos lo que complejiza más la situación de los migrantes y acotó que el equipo del NEMMPO está siguiendo muy de cerca cada situación y su contexto. Refirió que también investigan acerca de posibles configuraciones de esta problemática en el futuro, como lanzamientos y desalojos de pensiones irregulares, entre otras soluciones habitacionales vulnerables que alojan a muchos migrantes. Apuntó que si bien hay feria judicial en el país, la justicia penal sigue funcionando por lo que si los desalojos se hicieran por esta vía se podrían concretar.
Fossatti señaló que el contexto de epidemia atraviesa la problemática de vivienda en otro aspecto que vienen siguiendo atentamente desde el NEMMPO. A la mayoría de la población migrante le es imposible seguir en forma adecuada las medidas necesarias para prevenir el contagio de COVID-19. Muchos de ellos viven en pensiones en condiciones insalubres, de hacinamiento, donde se les dificulta mucho seguir las medidas de distanciamiento social e higiene.
El campo laboral en el contexto de epidemia
Uriarte señaló que la mayoría de los migrantes en situación socio económica precaria al llegar al país, tienen dificultades para acceder al campo laboral formal por lo que se insertan en el sector informal o trabajan haciendo «changas» en distintos niveles. Estas áreas de trabajo son las que más se han reducido debido a la restricción en las actividades presenciales en el marco de la epidemia.
Fossatti apuntó que la dificultad de acceder y mantener la actividad laboral en el marco de la emergencia sanitaria se acentúa por otros factores. Uno de ellos afecta a las familias pero en especial a las mujeres migrantes, y es el mayor requerimiento horario para cuidar a los niños que no están asistiendo a los centros educativos.
Documentación
Añadió que analizan también en la actualidad los efectos futuros en la situación de esta población, de la detención del proceso de trámite de la documentación. El tiempo que llevaba esta gestión podía llegar a seis meses y se prevé que pueda extenderse mucho más debido a que las dependencias públicas en el contexto de las medidas adoptadas por la epidemia están funcionando a «medio motor». Acotó que en Uruguay sin cédula de identidad no se puede acceder a la mayoría de prestaciones sociales y derechos en forma plena por lo que no tener este documento determina quedar excluido de ellos.
Movilidad estudiantil en el contexto de epidemia
Uriarte refirió que muchos de los estudiantes migrantes inscriptos en la Udelar trabajan en el sector no formal o realizando tareas puntuales para sostener sus gastos y continuar sus estudios. Esta condición previa hace que el equipo de investigadores del NEMMPO estime, aunque no tiene datos claros aún, que son parte de los grupos que han sido más afectados por el contexto de epidemia.
La docente añadió que otros estudiantes a los que afectó la emergencia sanitaria son los que participan de actividades de movilidad, uruguayos que están en el exterior o extranjeros que estudian en Uruguay. En muchos de estos casos por decisión propia o del gobierno del país en el que se encontraban tuvieron que volver a sus lugares de origen.
Algunos estudiantes por distintas razones no pudieron regresar y permanecen en el país donde estaban, lejos de su entorno social. Uriarte apuntó que esto los vuelve vulnerables frente a las necesidades económicas y de contención afectiva que se generan en el marco de la epidemia.
Fossatti señaló que la situación de los hijos de migrantes en edad escolar también está distorsionada en este contexto. Cuando no son beneficiarios aún del Plan Ceibal en su centro de estudio y su familia no tiene las posibilidades económicas de acceder a una computadora o una tablet se encuentran por fuera del sistema escolar.
Acciones y coordinaciones
Uriarte explicó que el NEMMPO investiga para tratar de identificar cuales son las situaciones de mayor vulnerabilidad para la población migrante en el marco de la epidemia. En este sentido mantiene su vínculo de trabajo con la organización Idas y Vueltas que funciona en el barrio Ciudad Vieja y lleva adelante distintas iniciativas para atender a los migrantes en sus problemáticas.
La docente añadió que en el contexto de emergencia sanitaria las dificultades en el acceso a la alimentación de la poblaciòn migrante se agravan. Una de las iniciativas para atender esta problemática es una olla popular, recolección y distribución de alimentos y productos de limpieza, que Idas y Vueltas organiza junto con la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay AEBU. La docente acotó que el NEMMPO apoya esta propuesta desde la tarea en sí pero especialmente acompañando el desarrollo de la misma, identificando cuáles son los sectores críticos y las situaciones más vulnerables. Este proceso implica analizar «que tanto se han agravado situaciones de vulnerabilidad que el Núcleo ya venía siguiendo dentro de sus líneas de trabajo y en qué lugares es más urgente la intervención», expresó Uriarte.
Fossatti refirió que frente a la problemática de desalojos de vivienda desde el NEMMPO continúan la línea con la que venían trabajando: construir mecanismos de articulación con los distintos actores involucrados. En este sentido refirió que buscan intercambios con los administradores de las viviendas para lograr instancias de diálogo y que comprendan la situación. En los casos en los que aún así se mantiene la solicitud de desalojo hay organismos a los que recurren generalmente para solicitar apoyo, como la Junta Nacional de Migración, el Instituto Nacional de Derechos Humanos o la Intendencia de Montevideo.
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