Además de brindar información calificada, Radi dejó bien en claro que sus respuestas son de carácter personal, no representan el dictamen ni la opinión del grupo asesor científico de la Presidencia de la República.

Usted pone a Alemania como ejemplo en el manejo de la epidemia, pero allí se testea masivamente desde que detectaron el primer caso, mientras que Uruguay alcanzó esta semana la meta de realizar 1000 tests por día. Considerando que a Uruguay el virus llegó hace casi dos meses, ¿debemos proponernos el testeo masivo hoy? ¿cuál sería el número ideal de tests por día? ¿es mejor testear a determinados grupos?

RR: Hoy hay una circulación de virus que seguramente es muy baja, y ese dilema se lo están planteando países como Alemania, es decir, el del testeo masivo versus el testeo focalizado. El principal epidemiólogo alemán de hospital universitario Charité de Berlin, Christian Drosten, está planteando que en esta etapa son mejores los testeos focalizados o en grupos de riesgo. Yo hago acuerdo con ese planteo, seguramente es mejor hacer testeos aleatorios en los colectivos que se están incorporando a la actividad.

Considerando que el test tiene sus costos, y que no tenemos infinitas capacidades para hacerlos -sería del entorno de los 1500- 1600 como máximo por día, tomando en cuenta todas las capacidades públicas y privadas-, no sería factible hacer testeos aleatorios poblacionales. El otro problema es que los tests te dan una foto parcial, solo funcionan en una ventana de tiempo que va desde el día 7±3 de la infección, con un máximo de chances de éxito en el día 7. Si sacás esa foto y no hay infección hoy, la semana que viene ese individuo puede estar infectado, por lo tanto tendrían que ser realizados con cierta frecuencia y regularidad, por ejemplo cada 15 días.

Entonces en esta etapa parece más práctico y más informativo generar algunos test aleatorios a determinados colectivos, como en el caso de los trabajadores de la construcción. También a poblaciones de riesgo específicas, como por ejemplo la de las casas de salud, en las que se puede hacer una cobertura más amplia, pero que luego eventualmente habrá que repetir en forma periódica porque la foto de hoy no te sirve para la semana que viene. Eso tiene que ir compatibilizado con las capacidades nacionales, no es nada menor que estos tests virológicos tienen un costo muy alto por persona.

Por supuesto que desde el punto de vista médico es absolutamente esencial el test para el sospechoso, que es lo que se está haciendo, y a su primer círculo de contactos, que por suerte ahora se empieza a ampliar. También es muy importante empezar a pensar en tests de salida de la enfermedad de forma que el alta no sea solamente clínica sino que tenga también por lo menos uno, y de forma ideal dos tests negativos de virus, para estar seguros de que más allá de que el individuo se sienta bien, la infección ha sido realmente neutralizada.

¿Qué papel está jugando la Udelar en la contención de la epidemia en Uruguay, y en qué medida las decisiones de política sanitaria se basan en consultas a la academia?

 RR: La Udelar está jugando un papel muy importante. Desde hace muchas semanas distintos colectivos de la Universidad están trabajando en el área de modelos epidemiológicos, como el grupo Guía Covid, y hay distintas facultades participando, prácticamente diría todas. Algunos ejemplos son; las Facultad de Ciencias, en consorcio con el Institut Pasteur (IP) con el tema de los tests diagnósticos, la Facultad de Ingeniería con proyectos que tienen que ver con los respiradores y con elementos de desinfección, la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, con diseños de equipos de protección, la Facultad de Química con la generación de hisopos, la Facultad de Veterinaria con el abordaje de la posible infección en animales, la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración en los aspectos que tienen que ver más con los impactos económicos de la crisis en este momento, la Escuela de Nutrición en guías que pretenden aproximar elementos para una mejor nutrición y optimización del sistema inmune en tiempos de pandemia, son algunos de los ejemplos. 

Hace unos días se realizó un seminario transmitido por el canal de Youtube la Udelar y por Uniradio, que fue un evento masivo donde por momentos participaron más de 2000 personas, en que la Udelar durante cuatro horas abordó aspectos biológicos, epidemiológicos y clínicos de la temática covid, con una gran cantidad de actores universitarios e invitados de otras instituciones.

El presidente de la República hizo una solicitud formal al rector de la Universidad para mi participación en la coordinación de aspectos científicos que pudieran colaborar en la toma de decisiones, eso se ha enriquecido por un lado con la participación del doctor Henry Cohen, también de la Udelar, Facultad de Medicina, -de allí somos dos de los tres especialistas que estamos trabajando directamente en este comité-, y el tercero es Fernando Paganini, formado en la Udelar, actualmente profesor de la ORT.

Tanto el área salud, liderada por Cohen, en la que contamos con 34 expertos, como el área de ciencia de datos y modelos predictivos que lidera Fernando Paganini, contienen un enorme conjunto de profesionales de la Universidad.

Debo destacar el rol que ha tenido en todo este proceso, el liderazgo, la paciencia y la capacidad de articular acciones de la prorrectora de Investigación, Cecilia Fernández, quiero resaltarlo muy particularmente.

¿Cómo podemos avanzar hacia la salida de este confinamiento?

RR: La salida tendrá que ser en varias fases, y lo más importante es que cada fase tiene que estar acompañada de todos los elementos que contribuyan al distanciamiento físico sostenido, donde se plantean distancias de al menos 2 metros. Hay temas que tienen que ver con la higiene ambiental, como el recambio de aire, la limpieza permanente de todas las superficies y de los propios individuos como el lavado de manos y utilización de alcohol en gel.

Por supuesto eso va acompañado de vigilancia epidemiológica y testeo a aquellos grupos que estén expuestos y/o que presenten cualquier tipo de síntomas.

Sobre cómo se realiza exactamente la apertura, ese es un tema que a nivel del grupo asesor científico hemos definido que no nos vamos a expedir, eso lo va a resolver el gobierno. Lo que sí queda claro es que va a haber que ir progresivamente hacia formas de comunicación que permitan a la población una utilización racional y responsable de los espacios públicos, manteniendo el distanciamiento físico sostenido. Porque el confinamiento prolongado y la inactividad física golpea fuertemente desde la salud de los niños hasta la de los adultos mayores, pasando por todos aquellos pacientes que por condiciones médicas deben realizar actividad física como los cardiópatas, los obesos, los diabéticos. 

Por lo tanto esa gestión de los espacios públicos tiene que ser uno de los temas principales a resolver en las próximas semanas, manteniendo como siempre el distanciamiento físico sostenido, con responsabilidad social, el uso compartido, y que los tiempos de utilización sean acotados, porque también hay una dimensión tiempo que es muy importante.

¿Cómo se puede evitar un efecto rebote?

RR: Se puede prevenir con una salida muy progresiva, pero hay un escenario posible donde la salida implique algún nivel de nuevos contagiados. Ahí el monitoreo tiene que ser permanente, porque si aumenta mucho el número de contagios y la enfermedad se propaga, se pone en riesgo la capacidad del sistema de salud y eventualmente se tienen que tomar decisiones de reducir un poco la velocidad de salida, ponerle un freno, lo que ojalá no se tenga que hacer.

El escenario de salida nos somete a un riesgo que no conocemos del todo, justamente porque hay parte de la realidad que no conocemos: hay por lo menos 50% de pacientes o más que son portadores asintomáticos, o sea que no sabemos por dónde está el virus. Es algo sobre lo que tenemos que avanzar con los tests actuales y con los tests futuros de tipo inmunológico, serológico, que se están desarrollando en conjunto entre la Udelar y el IP. Hay tests inmunológicos que están viniendo del exterior pero han fallado en muchos países. Por lo tanto, en mi opinión los tests que estén llegando desde el exterior deberán ser validados por nuestros expertos antes de usarlos en forma masiva.

 ¿Sin una vacuna, por cuánto tiempo puede circular este virus en el mundo?

RR: Probablemente años. Seguramente en un periodo de tiempo extendido pasaría a ser como el de otros virus respiratorios, como otros coronavirus que tenemos en circulación y pasan a formar parte de un fenómeno endémico que puede irse apagando, pero eso va a llevar mucho tiempo en ausencia de una vacuna.

¿Cómo funcionaría el mecanismo de una llave «on/off»?

RR: El mecanismo de on-off es un tema de resorte del gobierno, pero refiere a que si hay actividades o colectivos, o zonas del país donde surge una propagación de la infección, se pueden plantear acciones parciales, ya sea por tipo de actividad, o eventualmente en zonas del territorio donde haya que enlentecer un poco la actividad para que esos focos no se propaguen. Ahí hay un área muy importante que se está trabajando que tiene que ver con ciencia de datos, y con los famosos grafos, que muestran la conectividad entre los infectados, estudiando sus contactos y su movilidad. Eventualmente van a permitir indicar si hay zonas, ya sea dentro de una ciudad o departamento, que estén empujando muy fuerte hacia la propagación. Esto permite realizar acciones selectivas de enlentecimiento de la salida de la cuarentena o de freno relativo hasta que se vuelva a controlar.

Esos son todos escenarios que están abiertos y que se están planteando en el mundo. Lo más importante es prevenir una ola, que por una salida intempestiva y demasiado rápida genere lo que no se generó hasta ahora, que es un pico de infección y un desborde de los sistemas de salud.

En todo este contexto particularmente es super, hiper importante contener a las poblaciones vulnerables, mayores de 65 años y todos aquellos que tengan condiciones previas, cardiopatías, hipertensión, otras comorbilidades, esas poblaciones tienen que estar más protegidas. Y no solamente protegerlas con un distanciamiento más extendido en el tiempo, sino también proveerles de todos los apoyos desde el punto de vista social, económico y sanitario dado que no es nada fácil sostenerse durante muchos meses en una situación de distanciamiento físico domiciliario. Por lo tanto desde las políticas públicas hay que colaborar mucho a proteger esas poblaciones, no solo con el distanciamiento físico sostenido sino colaborar para que todos los elementos necesarios puedan acompañar ese proceso, lo que incluye también asuntos desde el área de la salud mental.

¿Se pueden detectar nuevas cepas de virus?

RR: Sí, hay un consorcio de biología molecular que se está instalando entre la Udelar, el IP, IIBCE e INIA, participando en el procesamiento de muestras de pacientes, obviamente todo esto en el marco bioético y biomédico legal correspondiente, para poder hacer la secuenciación y determinación de las cepas circulantes actuales y nuevas eventuales cepas futuras, dado que este virus a ARN muta muy rápidamente y puede haber variantes nuevas que se generen durante la propia circulación en Uruguay.

Los comentarios están cerrados.