El plan será llevado adelante por las clínicas ECHO en coordinación con la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y el Hospital Policial. Las clínicas se desarrollarán en primera instancia en la Unidad Penitenciaria N° 4 (ex COMCAR), Nº 6 Punta de Rieles y N.º 5 Cárcel de Mujeres.

En la instancia estuvieron presentes el rector de la Udelar, Rodrigo Arim; el director del proyecto ECHO, Henry Cohen; el ministro del Interior, Jorge Larrañaga; y el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Mendoza. También participaron el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani, y el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago Gónzalez.

«Democratizar la atención médica de las personas menos favorecidas»

Henry Cohen recordó que hace quince días la Udelar y el proyecto ECHO firmaron, también, un acuerdo de cooperación con la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI), lo que demuestra el apoyo del Proyecto y de la Udelar en distintas áreas de actividades del país. Indicó que ECHO «es un proyecto que apunta a democratizar la atención médica de las personas menos favorecidas y a desmonopolizar los conocimientos».

En cuanto a este convenio, señaló que no es la primera vez que la Udelar se preocupa por las personas privadas de libertad, varias facultades trabajan con esta población. Añadió que el proyecto tiene en este trabajo dos grandes propósitos, para los cuales trabajará en conjunto con Sanidad Policial y ASSE.

Uno de los objetivos se cumplirá en la primera fase del trabajo que ya comenzó hace un mes: atender el problema de las adicciones de las personas privadas de libertad. En esta etapa se trabajará en dos líneas: por un lado, en ateneos virtuales por internet, en los cuales el equipo de salud discutirá casos reales de pacientes privados de libertad para colaborar con el médico o psicólogo tratante y como forma de multiplicar el conocimiento y poder aplicarlo con otros pacientes en condiciones similares.

En la otra línea de trabajo crearán un sistema «formador de pares educadores». Para esto ya se creó un grupo de coordinadores que van a formar «a un grupo seleccionado de personas privadas de libertad, que a su vez estarán encargados de formar a otras personas en la lucha contra las adicciones en las cárceles». En una segunda etapa, el proyecto se ocupará de la salud mental del personal policial.

«Un ejemplo claro de Extensión universitaria»

Por su parte, Arim destacó la integración de la mesa con representantes de distintos organismos del Estado trabajando juntos para atender «un problema global, un problema país que tiene que ver con un derecho sustantivo de las personas en cualquier condición: el derecho a la salud y a ser atendido con los instrumentos con los que el país cuenta en esta dimensión».

Además, el rector subrayó que la Udelar «entiende la vida institucional como un proceso de democratización del conocimiento avanzado, en lo que son sus funciones básicas: investigación, enseñanza y extensión». En este sentido, señaló que ECHO es «un ejemplo claro de extensión universitaria», en donde el conocimiento se genera en la institución y se distribuye a la sociedad gracias a profesionales de primer nivel como Cohen y su vinculación con conocimientos y tecnologías de otros países que permiten mejorar la atención de algunas patologías.

Destacó este proyecto en el que la utilización de las plataformas digitales permitiría que conocimientos de salud fundamentales circulen hacia poblaciones que a priori tienen dificultades para su acceso. Para finalizar, el rector agradeció al doctor Cohen y su equipo por los aportes sustantivos que han hecho a la democratización del conocimiento avanzado en el área de salud a través de ECHO.

«Un camino que no tiene marcha atrás»

Cipriani destacó que ya se comenzó a trabajar en el proyecto, se realizaron tres reuniones en las que se empezó a discutir cómo manejar estos temas, a raíz de lo cual se inició una reestructura de la atención de salud mental en ASSE. Las adicciones forman parte importante de este nivel de atención por lo que apuntan a «trabajar fuertemente este tema».

Santiago González celebró este acuerdo «que permitirá atender uno de los temas más importantes en la tarea que tenemos por delante: rehabilitar realmente a los privados de libertad, 12500 uruguayos que tenemos en las 26 unidades penitenciarias de todo el país». Añadió que el desafío que se les presenta es revertir la realidad de miles de privados de libertad que sufren adicciones, que los llevan una y otra vez a delinquir en un círculo que explica las tasas de reincidencia que en este momento se encuentran por encima del 65%. Por último, afirmó que «la firma de este convenio es algo histórico, inédito y un camino que no tiene marcha atrás».

El ministro del Interior cerró la parte oratoria luego de la cual se procedió a la firma del convenio. Larrañaga manifestó su complacencia con la concreción de este acuerdo con la Udelar, porque «se refiere a la responsabilidad de la solidaridad y procura dar respuestas a una situación de emergencia en materia sanitaria en la que todavía se encuentra el país». Agregó que la realidad de la población carcelaria requiere no sólo un abordaje policial, sino también social, educativo, desde la acumulación de conocimiento de la Universidad de la República.

Proyecto ECHO

El proyecto ECHO (por su sigla en inglés: Extension for Community Healthcare Outcomes) fue desarrollado en la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos. En agosto de 2020, el proyecto cumple seis años en Uruguay, que fue el primer país en Latinoamérica en comenzar con las clínicas ECHO y es el único del continente autorizado por la Universidad de Nuevo México para formar a otros países para que instrumenten el proyecto. Su director Henry Cohen destacó que hace una semana el proyecto preparó en forma virtual a médicos de tres países para llevar adelante el proyecto en ellos.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Los comentarios están cerrados.