En el encuentro participaron expertos del Ministerio de Salud Pública, de la Universidad de la República y la Organización Panamericana de la Salud. 

La educación y prácticas interprofesionales

Según la decana, la educación interprofesional se da cuando dos o más estudiantes o profesionales de diferentes profesiones aprenden juntos acerca de cuál es el rol de cada uno y se lo enseñan al otro, con el propósito de colaborar entre sí para mejorar la calidad de los cuidados de los usuarios y del servicio. Desde su formación de grado o posgrado aprenden a trabajar en equipo. 

Este tipo de educación surge por las características del trabajo en salud en donde se visualiza que los profesionales, en su mayoría, trabajan en equipo pero tienen muy escasa formación para el trabajo en conjunto entre las diferentes profesiones. Pérez resaltó que la educación interprofesional y la práctica colaborativa «tratan de ver qué pasa en el campo de batalla del área salud para poder atender con la mejor calidad a los usuarios». Se insiste en que los equipos de salud consideren a los pacientes como el centro del sistema de salud y esto es lo que mejora la calidad del cuidado y de la atención.

Considera que muchos errores y lo que surge del concepto de seguridad del paciente se identifica con los problemas de comunicación a la interna de los equipos de salud y por eso este tipo de práctica permite que todos puedan aprender a trabajar juntos, sabiendo cuáles son los roles de cada uno, sin perder su rol específico pero interactuando entre sí. Señaló que todas las disciplinas tienen «un espacio propio de la profesión y otro espacio que es de la interacción del equipo de salud». 

También destacó que la educación interprofesional se enfatiza en la etapa de formación porque requiere que los profesores preparen asignaturas o actividades en las cuales los estudiantes puedan aprender juntos propiciando habilidades de liderazgo, comunicación e intercambio. Pérez indicó que el estado de la educación interprofesional y la práctica colaborativa en nuestro país es bastante incipiente, pero tiene mucha importancia, porque el Sistema Nacional Integrado de Salud tiene como uno de los pilares fundamentales el trabajo en equipo y la práctica colaborativa sin el predominio o la hegemonía de una profesión, sino un mayor intercambio para confluir en mejores resultados hacia el paciente. Citó como ejemplo que muchas veces el usuario va a un servicio de salud y «no hay una práctica colaborativa porque todos le preguntan y registran las mismas cosas, y no hay una unificación de la información que sea aprovechada, así como pueden existir diferencias en las recomendaciones que se den al usuario». 

La decana señaló que las políticas públicas tienen muchísimo valor en esta temática, en nuestro país, tanto en el ámbito educativo como en el sanitario, el trabajo en equipo y la vinculación entre las diferentes profesiones de alguna manera están contemplado en tanto los planes de estudio favorecen y exigen al estudiante la movilidad horizontal, es decir, que se capacite o tenga asignaturas en diferentes carreras o formaciones fuera de su propia disciplina. Esto ha llevado a que en el Área Salud la Udelar tenga llamados, una o dos veces al año, en los que convoca a docentes a presentar sus propuestas de cursos, de materias electivas con un enfoque interprofesional, es decir, que sean asignaturas que puedan ser validadas por todos los planes de estudios.

En este sentido, Pérez destacó que el tema del trabajo en equipo está mencionado como una de las estrategias para el desarrollo del Sistema Nacional Integrado de Salud, por tanto, «el marco normativo nos ayuda, lo que tenemos que cambiar o fortalecer son las estrategias que utilizamos para lograr estas modificaciones importantes».

Respecto a las nuevas tecnologías, afirmó que tienen «la potestad o los beneficios de ayudar a comunicarnos más fácilmente con personas que trabajan o están presentes en diferentes lugares, y eso hace que podamos capacitarnos mejor. Pero tienen también la dificultad de que hay que adaptar las modalidades que utilizamos para enseñar o trabajar».

En cuanto a las prácticas interprofesionales que ya se están desarrollando en la Udelar, Pérez mencionó nuevamente los llamados para la realización de materias electivas, al igual que experiencias que se realizan en salud comunitaria con docentes de muchos servicios universitarios del Área Salud y el Área Social. «Hay otras experiencias también en lo que tiene que ver con cuidados paliativos y otras áreas que estamos fortaleciendo, pero en las que todavía no hemos marcado actividades concretas», acotó.

Vínculos internacionales

La Facultad de Enfermería integra la Red de Educación Interprofesional de las Américas que permite intercambiar profesionales de la salud, tanto del sector educativo como de los servicios asistenciales. La Red tiene un sitio web donde comparte las actividades, prioridades, y su forma de organización.

Además, a consecuencia de que un pilar importante de la educación interprofesional son las universidades, se conformó la Red de Educación Interprofesional de Universitarios, que está integrada por diferentes universitarios interesados en el tema que se representan a sí mismos, no a un país.

Estas posibilidades de intercambio, según la decana, «enriquecen muchísimo; vemos que los problemas que tenemos los universitarios para encarar este tema del trabajo en salud y la formación de los estudiantes en la práctica colaborativa son similares en todos los países». Recordó que en Latinoamérica es un concepto que recién se está desarrollando, en cambio en los países desarrollados ya lleva casi 50 años o más en práctica.

La emergencia sanitaria

Con respecto a cómo se afrontó la pandemia de Covid-19, la decana señaló que los países que implementaron las prácticas colaborativas en salud interprofesionales son los que han mostrado mejores resultados, especialmente los que están en su segunda ola y han tenido muchos pacientes en CTI, según se desprendió de las exposiciones del webinar. Citó algunas experiencias que compartieron los expertos en el trabajo interprofesional, como la teleconsulta interprofesional en salud mental, la preparación del personal de salud de diferentes disciplinas para el uso de equipos de protección personal de forma colaborativa, el cuidado de los pacientes graves en CTI y las estrategias de prevención de la comunidad. 

Otro de los aspectos que se abordó en el webinar fue la necesidad de contar con una planificación en los servicios de salud que sea elaborada por varios integrantes de los equipos en conjunto con flexibilidad y liderazgo, porque la pandemia no tiene un enfoque netamente biologicista y epidemiológico, sino que está desarrollándose en ámbitos sociales, ha repercutido en la salud mental, en aspectos económicos y se ha visto la necesidad de proteger a las poblaciones de mayor vulnerabilidad. Pérez destacó que esa protección implica cuidar todas las perspectivas incorporando la integralidad de la atención. Principalmente, fortalecer el primer nivel de atención, porque en los sistemas que contaron con esta atención primaria, mejores han sido las respuestas para contener a nivel comunitario la infección, responder y evitar que colapsen los sistemas de salud, explicó. Asimismo, señaló que los países cuyos sistemas tienen un mayor desarrollo y un mejor desempeño en las prácticas preventivas, en promoción de salud y una cobertura universal han tenido mejores resultados para el abordaje de la pandemia. 

Dentro de las características de los profesionales que en el encuentro se valoraron para poder abordar la pandemia están las «habilidades blandas», la empatía, la comunicación, el desarrollo de liderazgo, trabajar de manera horizontal y comprender la salud desde una óptica integral, no solamente de curar la enfermedad.

Respecto a las conclusiones del encuentro, la decana destacó la necesidad de seguir trabajando en conjunto, porque «el enriquecimiento que se produce al poder intercambiar entre los diferentes países y experiencias y poder ver cómo algunas de ellas tienen resultados beneficiosos que sirven para que otros países avancen, es uno de los grandes aprendizajes que se tuvieron». Se planteó también la necesidad de insistir en la educación interprofesional, de profundizar en el conocimiento de las experiencias, y formar estudiantes desde el inicio de la carrera en el trabajo colaborativo en salud.

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