Ferre explicó que la participación en la encuesta 2021, que va a indagar acerca de la atención médica en el período que se extiende del 1° de enero al 31 de mayo, al igual que la primera edición, es abierta y está dirigida a residentes en Uruguay mayores de 18 años. Señaló que el objetivo del encuesta, que se podrá completar durante todo el mes de junio a través de un formulario online, es obtener una medición similar a la del año anterior, por tanto replica algunos de los temas que se habían relevado en la del 2020. En esta segunda encuesta se van a evaluar las consultas realizadas y las que no se llevaron a cabo y la modalidad de la atención. Asimismo se profundizará en estos temas añadiendo aspectos como cuál fue la especialidad en la que realizaron la consulta o no pudieron consultar y en ese caso porque razones no se pudieron concretar las consultas. En función de la modalidad de atención, se indagará también en el caso de consulta remota, las razones por las que el encuestado la eligió, o no optó por ella.

Otro de los aspectos que se abordará con más énfasis en esta edición de la encuesta es qué tipo de tratamientos se realizó el encuestado en ese período y si hubo algún retraso en los mismos, generado por la pandemia. Se incorporaron también algunas preguntas sobre satisfacción con la consulta y con la modalidad en que se realizó, y acerca de percepción de riesgo de los encuestados con respecto a algunos comportamientos que pueden haber tenido, vinculados al aislamiento y a la probabilidad de enfermarse de COVID-19. Asimismo indagan si la persona siente que no haber realizado alguna de las consultas o estudios le puede afectar su salud.

González señaló que el contexto de esta edición de la encuesta es diferente al marco en que se realizó la primera, hay mayor número de casos y ya ha pasado más de un año del inicio de la pandemia. Esto les hace prever que la percepción de las personas acerca de las formas actuales de atención así como la suspensión de estudios, procedimientos y tratamientos y cómo pueden afectar a su salud, haya cambiado.

Primera encuesta de cuidados: aspectos indagados y resultados

Ferre señaló que la primera edición de la encuesta de salud y cuidados médicos, apuntó a analizar cuál era el impacto que había tenido la pandemia a partir de los cambios que se produjeron en este contexto en todo lo que tiene que ver con la atención y las modalidades en el sistema de salud. Indicó que la información se recabó en forma online del 10 al 27 de julio de 2020 y se recopilaron alrededor de 1750 encuestas. Se preguntó a los encuestados acerca del período comprendido entre el 13 de marzo y el 30 de mayo de 2020, el inicio de la pandemia, cuando hubo mayores restricciones de movilidad, y se dieron numerosos cambios en lo que tiene que ver con la atención de salud.

González apuntó que la primera encuesta abordó el nivel de preocupación de las personas en relación a la pandemia, en caso de tener agendadas consultas o estudios médicos si los habían podido realizar y si se había podido mantener la presencialidad o la atención había sido por teléfono o videoconferencia. También se preguntó a los encuestados acerca de lo que había sucedido con la atención de salud y vacunación de los menores de 12 años a su cargo. Asimismo se indagó sobre el nivel de satisfacción de las personas con respecto a la atención de salud recibida en la institución y su funcionamiento y si se habían cambiado algunos hábitos en aspectos como la alimentación, ejercicio físico, tiempo compartido con los hijos, entre otros.

Gerstenblüth se refirió a los resultados de esta primera encuesta de cuidados de salud. Entiende que uno de los aspectos fundamentales es que aparece por primera vez la telemedicina, una modalidad que se instaló y continúa hasta el día de hoy y que no existía en Uruguay antes de la pandemia. Planteó que de la encuesta se desprende que un porcentaje muy bajo de las personas que accedió a consultas médicas, tuvo todas estas instancias en forma presencial, y por el contrario un porcentaje elevado tuvo sus consultas sólo a través de la telemedicina. Además se detectó una diferencia entre las personas que se atienden en el sistema público de salud y los prestadores privados, la presencialidad fue significativamente mayor en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y hospitales públicos que en las mutualistas y seguros de salud privados.

Otra información que emana de la encuesta es que el cambio de modalidad a la telemedicina de consultas agendadas desde antes del inicio de la pandemia, fue pautada centralmente por los prestadores de salud, «la posibilidad del usuario de elegir la modalidad de atención estuvo bastante acotada», expresó Gerstenblüth. Añadió que no obstante hubo un 16 % de las personas que prefirió cambiar la modalidad de atención de salud y atenderse a distancia ya fuera en forma telefónica o por video conferencia, por cuestiones vinculadas al miedo a la movilidad en este período. Gerstenblüth acotó que si bien el plazo indagado fue una etapa en la que no había muchos casos de COVID-19, las personas tuvieron un gran acatamiento a las medidas en este período, y hubo una detención importante a la actividad, derivados quizás en ese momento inicial de la pandemia, al temor a lo desconocido.

González añadió que las personas mayores de 65 años redujeron más la cantidad de consultas presenciales y tuvieron mayor cantidad de consultas por telemedicina que los más jóvenes. Creen que esto estuvo asociado al temor de las personas de esta edad a salir debido a que en esta etapa se las vinculaba con el mayor riesgo frente a la pandemia, y a la estrategia de protección y distanciamiento recomendada por las autoridades sanitarias para las personas mayores. En el caso de las personas encuestadas de esta franja etaria que tenían agendadas consultas a domicilio, médicas o con especialistas, la caída de la presencialidad es mayor en estos casos que en el de las consultas en el consultorio, lo que refleja que los médicos también dejaron de ir a domicilio.

Gerstenblüth indicó que en cuanto a los estudios, intervenciones quirúrgicas menores y tratamientos como fisioterapias, psicoterapias, entre otros, que las personas tenían agendados desde antes de la pandemia, se detectó que sólo el 11 % de ellas pudo hacer todo lo que tenía previsto. En cambio el 72 % de las personas no pudo hacer en ese período ninguno de los estudios, procedimientos quirúrgicos o tratamientos previstos. Señaló que teniendo en cuenta esto, les llamó la atención que la mayoría de los encuestados estaban bastante satisfechos con la atención de salud recibida, casi un 80% manifiesta que la atención estuvo de acuerdo a sus expectativas. En este aspecto se observaron algunas diferencias, las personas del interior del país se mostraron más satisfechas que las de Montevideo, las que tienen cobertura a través de ASSE o los seguros privados de salud expresaron mayor satisfacción con la atención recibida que los usuarios de las mutualistas.

En lo que se refiere a los menores de 12 años, las investigadoras encontraron que el 60% de los controles pediátricos que se realizaron a esta franja etaria, se llevaron a cabo a través de telemedicina. Por otra parte sólo el 12% de los niños de estas edades tuvo todas sus consultas de forma presencial. Se registraron algunas diferencias vinculadas al tramo de edad, la cantidad de consultas por telemedicina en los niños de más de 6 años fue casi un 75 % y en los de 3 a 5 años de 71 %. En cambio en los niños menores de dos años la cantidad de consultas por telemedicina fue más baja y tuvieron mucho más atención en forma presencial. En cuanto a lo que sucedió con los estudios de los niños los resultados son muy relevantes, el 76% de ellos no se pudo realizar ninguno de los estudios que tenían pautados y sólo el 16 % pudo hacérselos todos. En este punto también se detectaron diferencias por edad, los niños más pequeños fueron los que concretaron la mayor cantidad de sus estudios, procedimientos o tratamientos.

Gerstenblüth resaltó que en lo que tiene que ver con la vacunación también se encontraron hallazgos importantes. Al inicio de la pandemia el Ministerio de Salud Pública dejó en suspenso el calendario de vacunación, lo que generó que el 61% de los niños a cargo de los encuestados, tuviera que retrasar alguna de las vacunas que tenía previstas en este período.

Acerca del Grupo «Economía de la Salud»

El Grupo «Economía de la Salud», integrado también por las docentes investigadoras Patricia triunfo y Cecilia Noboa, desarrolla un trabajo de investigación en torno a cinco líneas: Economía del tabaco; Fecundidad y despenalización del aborto; Demencia y envejecimiento; Equidad en salud; y Alimentación saludable. Ferré explicó que cada una de las integrantes se ha dedicado a estudiar algunas áreas en particular.

González señaló que la temática de la salud se puede abordar desde distintos aspectos, en el Grupo la enfocan con encares, metodologías, herramientas y formas de analizar que se utilizan en la economía y las ciencias sociales. Gerstenblüth apuntó que aplican estas metodologías y herramientas para entender cómo funcionan los sistemas de salud, los comportamientos de las personas en lo que tiene que ver con el cuidado, la percepción que tienen de su salud y cómo actúan en condiciones de restricciones de dinero y de tiempo. González añadió que estos análisis son relevantes ya que la salud es una dimensión de la vida importante para todos, «afecta la calidad de vida y el desempeño de las personas en otros ámbitos, laborales, educativos, familiares, personales», expresó.

Documento de resultados Encuesta 2020

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