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El lado B el Municipio B: usos del territorio de personas en situación de calle
El 5 de mayo, el Colectivo Ni Todo Está Perdido (NITEP) junto al Municipio B, la Universidad de la República (Udelar) y la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay (FESUR) presentaron los resultados del Mapeo: El lado B del Municipio B en los que se visibilizan los usos del territorio que realizan las personas en situación de calle en los barrios del B. El evento se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar.
La actividad dió inicio con un audiovisual en el que se narra el proceso de elaboración del mapeo. Luego, se dió paso a una primera mesa donde tomaron la palabra la alcaldesa del Municipio B, Silvana Pissano; Cecilia Matonte por la Universidad de la República a través de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio (CSEAM); Paula Zamora y Gustavo de Pena del Colectivo Ni Todo Está Perdido.
La presentación cerró con una mesa segunda que estuvo a cargo de los investigadores e investigadoras que participaron del mapeo: Ana García, Sofía Vales, Sebastián Aguar, Eloisa Ibarzabal de la Udelar y Marcos Almirón del Colectivo Ni Todo Está Perdido. Acceder al informe completo Aquí.
Acerca de la investigación
La investigación se realizó en el marco de un acuerdo interinstitucional entre el Municipio B, la Universidad de la República (Udela), la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay (FESUR) y el Colectivo Ni Todo Está Perdido (NITEP).
Los datos relevados permiten conocer la realidad de las personas en situación de calle y los usos del área central de la ciudad que realizan para dar cuenta de sus estrategias de sobrevivencia en busca de alimento, techo, comida y convivencia. Los resultados de este estudio visibilizan las necesidades de las personas en situación de calle para la protección de sus derechos y al mismo tiempo revela las ausencias que tiene la ciudad para atender a esas necesidades. Aporta en ese sentido información clave para intervenir sobre Montevideo para que sea «una ciudad que abrace y no expulse».
Sobre el Colectivo Ni todo está perdido
Nació en 2018 entre las personas en situación de calle que utilizaban durante el día la Facultad de Ciencias Sociales para pasar el invierno. La mayoría de sus integrantes viven en refugios y se encuentran en situación de calle. Se dieron cuenta de que podían formar un colectivo que tuvo como objetivo fundacional dar vuelta la mirada negativa que se tiene sobre las personas en situación de calle.
Luego comenzaron a organizarse para luchar por vivienda, trabajo y derechos humanos y mostrarse presentes y unidos para que «dejen de hablar sobre» ellos y empiecen a hablar con ellos. El año pasado lanzaron la campaña #NiUnaMuerteMás en situación de calle. El colectivo se presenta así: «no somos de ningún partido político, todos y todas son bienvenidos y no le preguntamos de dónde vienen, somos hermanos de calle». Luchan «por un mundo que abrace y no expulse».
Rebeldía
Paula Zamora, del colectivo No Todo Está Perdido dijo que: su discurso comienza con la palabra rebeldía. Señaló que años que integra el Colectivo Ni Todo Está Perdido y no puede dejar de recordar que en el año 2018 la Facultad de Ciencias Sociales «nos expulsó y hoy por hoy estamos acá construyendo en colectivo con un montón de organizaciones. Para el Colectivo Nitep es muy valioso demostrar que se puede trabajar en conjunto». Explicó que el Nitep es un colectivo conformado en 2018 por personas en situación de calle, «justamente a partir de una expulsión que hubo en la Facultad de Ciencias Sociales. Sí, es verdad, hubo problemas pero los hechos es que la expulsión fue a todas las personas en situación de calle». Se refirió a la rebeldía, de poder demostrar y que se vea que las personas en situación de calle «somos capaces y podemos interactuar, hablar, conversar». En ese entonces, el objetivo era poder demostrar que era posible cambiar la mirada que se tenía acerca de las personas en situación de calle, indicó. «A lo largo de los meses, de los años fuimos creciendo – tanto individual como colectivamente – y esos objetivos se fueron transformando».
«Hoy por hoy estamos en una lucha importante por nuestros derechos, acerca de la vulnerabilidad que existe, porque todo el tiempo vivimos expulsiones. Pero, también queremos reconocer la ayuda y la solidaridad que recibimos por parte de la sociedad y distintas organizaciones. Estamos en una constante lucha por nuestros derechos, por nuestro hábitat, por nuestro derecho a la ciudad: habitar un espacio sin ser expulsados. Para no estar siempre con la incertidumbre ¿para dónde voy? Vamos a un lado y nos corren. Vamos a otro y nos vuelven a correr. Es una triste realidad», concluyó.
Gustavo de Pena, del Colectivo No Todo Está Perdido sostuvo que el objetivo inmediato es obtener una sede porque cuentan con un espacio en la actualidad, pero dado que se comparte con un dispositivo, tiene los problemas que tiene un dispositivo y «vemos el trabajo de El Abrojo que hacen lo que pueden con lo que tienen». Explicó que quieren mantener una alianza con El Abrojo, «pero desde otro lugar, desde otra distancia», y además, quieren hacer alianza «con todas las organizaciones sociales que sea posible y con las imposibles lo vamos a intentar».
Lo más nuevo que tienen en Nitep es una «trinchera de vivienda y trabajo», apuntó. Contó que tienen una modalidad de trabajo en comisiones de trabajo a las que denominan trincheras: comunicación, denuncias y defensas, trabajo, vivienda y cuidados. «Y cuidados es una trinchera importantísima, que no siempre se le da la importancia que tiene. Porque cuidamos a los de afuera y nos cuidamos nosotros.
La trinchera de denuncias y defensas, la voy a destacar, porque es nuestro primer vínculo con el exterior. Cuando recibimos denuncias individuales allí las tratamos de colectivizar, porque muchas veces sucede que cuando se denuncia una situación eso ya fue denunciada por otras personas con anterioridad. En ese ámbito, es posible identificar situaciones que no sólo está afectando a una persona, ni a dos ni a tres. Sino, que son situaciones constantes, permanentes y que afectan a un conjunto de personas». Para este trabajo cuentan con el apoyo y el acompañamiento de «la Red de Abogades por los derechos humanos y vamos a tener el acompañamiento de las y los defensores públicos. Seguimos buscando más acompañamientos», señaló. Por último, contó que un gran proyecto, un sueño, un horizonte es tener una ley que ampare a las personas en situación de calle y no más programas aislados generados transitoriamente por el gobierno de turno. «Lo harán con las mejores intenciones, no buscamos culpables, queremos buscar soluciones. Si llegamos a tener una ley que ampare a las personas en situación de calle la queremos con letra clara y firme», expresó.
Desigualdad, violencia, convivencia y derechos humanos
Por su parte, la alcaldesa Silvana Pissano expresó su profundo agradecimiento «a todes quienes formaron parte de esta investigación – acción – participativa que acordamos el año pasado entre quienes estamos aquí». Dijo que si tuviera que elegir «palabras clave» que pudieran explicar el porqué es importante para el Municipio B ser parte de este trabajo, elegiría: desigualdad, violencia, convivencia y derechos humanos.
Hay más de 4000 personas en situación de calle y casi la mitad de ellas viven en nuestros barrios, son vecinos y vecinas del Municipio B, indicó. Es por eso, que con esta presentación, se ha puesto en el centro de las políticas municipales a las propias personas como protagonistas y no como beneficiarias pasivas. «Escuchando sus voces, sus necesidades, sus miradas, sus experiencias, las violencias que sufren en sus cuerpos pero también en sus subjetividades, por eso nuestras acciones sobre la ciudad no pueden estar alejadas de esta mirada», apuntó.
Explicó que cuando se aprobaron el Plan de Desarrollo Municipal, lo primero que hicieron fue aportar un sistema de baños públicos dispersos en el Municipio B, tal como fue sugerido por el colectivo NITEP. Esta acción no solamente atiende a las necesidades básicas de las personas, sino que también las integra, porque el buen uso y el cuidado de estos baños está siendo custodiado por ocho personas en situación de calle, que desde hace un año se han «transformado en promotores» del servicio, a la vez que empiezan a encontrar un camino para salir adelante. Hoy, con este Mapeo El lado B del Municipio B se abren nuevas puertas para las políticas de los tres niveles de gobierno, nos entregan muchas claves para transformar la realidad. «Desde las políticas de la escala nuestra, la del Municipio B, ya comenzamos a trabajar con el equipo técnico-inspectivo en un proyecto normativo que pueda transformar las arquitecturas hostiles y urbanas, porque son parte de la violencia y expulsión que sufren en el día a día», indicó. Es por eso que destacó que «superar estas violencias forma parte de nuevos modos de relacionamiento vecinal, queremos aportar a una convivencia que reconozca la pluralidad y sea respetuosa de los derechos humanos, ese es nuestro mayor compromiso y desafío: sumar a las necesarias transformaciones culturales que permitan otorgar nuevos significados a la convivencia barrial».
Por último, termino hizo propias las palabras del colectivo NITEP «la calle no es un lugar para vivir».
Ser feliz es un derecho
Dörte Wollrad, Viviana Barreto y Patricia González compartieron un mensaje en nombre de la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay, que expresó su gusto de haber sido parte de este proceso de mapeo participativo junto a Nitep, el Municipio B y la Udelar. Señalaron que: «valoramos fuertemente el desafío que este equipo de investigación asumió en este proceso. Marcando un precedente de la construcción de conocimiento de forma participativa. Con los actores involucrados, integrando y haciendo uso de la información para mejorar su realidad. Es un aprendizaje y una acumulación muy valiosa que esperamos tenga eco en esta casa universitaria. Poner ese conocimiento a disposición, para pensar los territorios y sus complejidades desde una perspectiva inclusiva es imprescindible para este tiempo. El hecho de que el Municipio B no sólo se plantee su trabajo en clave de gestión de la ciudad, sino en clave de transformación, nos hace aliadas en este camino. La política de cercanía, con empatía, con escucha y con compromiso se evidenciaron en este proceso».
Finalmente, expresaron la «inmensa alegría para FESUR dar un paso más en el proceso de cooperación y construcción política con Nitep. Este colectivo trae a la discusión política y la agenda pública una perspectiva novedosa. Trae una mirada históricamente invisibilizada, necesaria y urgente, para construir perspectivas de transformación social que integren las voces de aquellos y aquellas que nadie escucha.
Nitep pone sobre la mesa el sufrimiento, la vulnerabilidad, las violencias y la expulsión que viven a diario las personas que están en situación de calle. Sin embargo, también trae una lucha esperanzada, sabia, removedora y potente. El colectivo nos propone otras formas de ver la sociedad en la que vivimos y nos invita a plegarnos a una lucha por vidas dignas y gozosas, por una ciudad que abrace y no expulse.
Porque como dicen los y las compañeras de Nitep: “Ser feliz es un derecho”. Y en esa lucha por la felicidad de todes, seguimos caminando juntas. Esperamos que sientan como nosotras, el enorme valor de este hacer colectivo».
«Necesitamos una ciudad que abrace y no expulse»
La docente se CSEAM de la Universidad de la República, Cecilia Matonte recordó que en la sala de informática donde habitaba el Justi y Diego tiene comienzo esta historia. «Sin su corazón rebelde y su acción comprometida de abrirle las puertas a cientos de personas en situación de calle que acudían a la sala a ser asistidos por ellos, tal vez no estaríamos acá». También reconoció el esfuerzo de algunos docentes, egresados y estudiantes por construir otras formas de ser y estar en la Udelar y en el mundo. «Construir instituciones que abracen y no expulsen y que no nos segmenten en extranjerías injustas como es la pobreza y la desigualdad, requirió de ingenio, afecto y convicción. Hoy es posible volver a la Udelar como colectivo y como investigadores, demostrando que es posible generar otras prácticas que no impliquen la expulsión y la represión», señaló.
Con respecto a las motivaciones para hacer ese mapeo «mostrando en la voz de sus protagonistas sus múltiples usos y habitares» contó que en este escenario, «cartografiar los usos del área central de la ciudad que realizan las personas en situación de calle se vuelve urgente. Dar cuenta de las múltiples estrategias de sobrevivencia, de los largos trayectos que peregrinan cientos de personas diariamente en busca de alimento, techo, comida y afecto, es romper con la idea de ese Montevideo imaginado de las homogeneidades. Y visibilizar las ausencias tiene como contracara poner sobre la mesa enormes contradicciones: estamos ante una oportunidad única de intervenir sobre el Montevideo de las emergencias, que se imponen en una realidad que deseamos transformar». Afirmó que «necesitamos una ciudad más justa y fraterna, porfiadamente insistimos “que abrace y no expulse”, como dice una de las consignas de Nitep, el primer colectivo de personas en situación de calle de nuestro país». Remarcó que caminaron acompañados por dos claves teóricas y epistemológicas, sentidas, reflexionadas y potentes, la calle desde la calle: la apuesta teórica: Ciudad habitada y la apuesta epistemológica: Nada sobre nosotres sin nosotres.
Metodológicamente, se nutrieron de los aportes de la investigación acción participativa. Por eso es que ustedes no se a encontrar muchas referencias cuantitativas, pues el esfuerzo se centró en rescatar los usos y las vivencias de los compañeros en situación de calle con el sueño de que los diseños de política pública ya no prescinda de sus voces ni sus miradas, explicó. Se produjeron colectivamente tres
productos: el primero un audiovisual que registró toda la construcción «a través del ojo tierno y sensible de Jorge Fierro». El segundo «es nuestro incómodo, ingobernable y precioso librote donde recogemos toda la producción de la investigación» que contó con la creatividad de Lucas Bathler. «Su arte no hizo más que acercarnos a aquella consigna que nuestros compañeros estudiantes de la reforma de Córdoba nos convocaron, el arte, la ciencia y la belleza para todos», subrayó. Por último, contó que tradujeron una guía de más de mil recursos registrados en una web que «será el puntapié inicial a quien sabe donde» y destacó que nada hubise sido posible sin de nuevo, esto sin el corazón y el compromiso de Richard y Valeria, de Paula Zamora, Marcos Almiron, Gustavo de Pena, Dylan Tubio, Fernando y todos compañeros investigadores integrantes del colectivo NITEP, las sociólogas Sofía Vales y Ana Garcia, la arquitecta Eloisa Ibarzabal y el Dr Sebastián Aguiar. También destacó «el apoyo desde el Municipio B fue fundamental, la política de cercanía y la convicción de poner a las personas en el centro de la construcción y gestión de la ciudad debe ser algo a reforzar, considerar y disputar. Es en el tercer nivel de gobierno donde tenemos la chance de co-construir bien cerquita de la gente y esa posibilidad no la podemos desaprovechar».
Por último, propuso «el ejercicio de participar de esta instancia con el corazón abierto, las antenas bien enfocadas porque seguro estos productos dan cuenta de que en colectivo y con voluntad política es posible transformar la realidad. ¡Sabiendo que una Universidad más democrática, pública y popular es posible!»
Acceda al vídeo de la presentación del Mapeo
Fuente: Comunicación del Municipio B