|
Pandemias del futuro: los cuidados de «una sola salud»
El congreso interdisciplinario «COVID-19, pandemia y pospandemia» incluyó una sección de mesas de reflexión y transformaciones a futuro. Una de estas se tituló «Lecciones a aprender: ¿es posible prevenir una nueva pandemia?», donde se ofrecieron perspectivas diversas sobre esta temática.

La mesa contó con la participación de Adriana Delfraro, (profesora Agregada de Virología, Facultad de Ciencias, Udelar); Rodrigo Puentes (Unidad de Microbiología, Facultad de Veterinaria, Udelar); Rafael Vignoli, (profesor Agregado de Bacteriología y Virología, Facultad de Medicina, Udelar); y Pablo Zunino (Departamento de Microbiología, Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable).
Zunino explicó que la motivación para esta mesa fue la de reflexionar acerca de las condiciones que ambientaron la pandemia de covid 19 que, si bien fue «un sacudón imprevisto para la humanidad a nivel global», no fue sorprendente para diversos investigadores, investigadoras y profesionales de la salud que observaban que ciertas condiciones englobadas en el llamado «cambio global», hacían prever la ocurrencia de un fenómeno como este. Por tanto, en la actualidad surge la pregunta sobre si ha cambiado, mejorado o empeorado el orden de cosas que existía previo a la pandemia, si es posible prevenir eventos similares, y si se están tomando acciones para prevenirlo, explicó.
Delfraro explicó que desde hace casi 20 años los investigadores del área de la VIrología conocen y estudian «con bastante precisión cuáles son las principales causas que se relacionan con la emergencia viral y de los patógenos en general». La comunidad académica maneja un ranking de ciertas prácticas y fenómenos que influyen directamente sobre el incremento de patógenos emergentes: se relacionan con el uso de la tierra y prácticas de agricultura, la demografía humana y la vida en sociedad, las condiciones de salud comunitaria, los procedimientos médicos y hospitalarios, la evolución de los patógenos (cambios en la resistencia antimicrobiana, en la virulencia, en los vectores), la contaminación de fuentes de agua o alimento, el comercio internacional, el cambio climático.
Salto de especie
En cuanto a los cambios que se desarrollan en el uso de la tierra, explicó que nuestras prácticas generan alteraciones y pérdidas en «la inmunidad del paisaje», que refiere a la inmunidad de las distintas especies que conviven en un determinado ambiente natural. Cuando un sistema es alterado por la agricultura u otros usos de la tierra, se desencadenan condiciones de estrés que pueden generar la dispersión de ciertos patógenos y eventualmente un salto de especie, por ejemplo de animales silvestres a los animales de producción, o directamente a los humanos.
Entre los ejemplos de enfermedades emergentes provocadas por alteraciones de la inmunidad del paisaje destacó la infección pulmonar por hantavirus, cuyo reservorio natural son los roedores silvestres. Delfraro explicó que un estudio longitudinal realizado en Estados Unidos, que abarcó desde 1993 a 2006, relacionó los efectos del fenómeno climático de El Niño con un aumento de las poblaciones de roedores silvestres -causado por la disponibilidad de alimento- y también de las infecciones por hantavirus en humanos. Estudios realizados en Uruguay, relacionan un aumento de la seroprevalencia para hantavirus en ratones colilargos con la fragmentación del hábitat y la pérdida de diversidad en las poblaciones de roedores; ambas son provocadas por la acción humana, puntualizó.
La investigadora explicó además cuáles son las condiciones que favorecieron la emergencia en nuestra región de varios arbovirus -dengue, chikungunya, fiebre amarilla-. También se refirió a los estudios sobre coronavirus en murciélagos que antecedieron a la emergencia del virus SARS Cov-2 en China.
Pandemia silenciosa
Por su parte Vignoli enfocó su presentación en la resistencia de las bacterias a antibióticos y en particular a su relación con las infecciones de tipo viral. Explicó que algunos estudios realizados antes de la pandemia por coronavirus señalaban que para 2050, de no establecerse medidas de control, la resistencia a los antibióticos va a matar unos 10 millones de personas por año. Actualmente se estima que esta provoca cerca de 1 millón y medio de muertes por año, indicó.
La pandemia por Covid 19 aumentó la cantidad de organismos multirresistentes, que son aquellos resistentes a tres o más antibióticos, afirmó Vignoli. Como ejemplo de esto describió el caso de un paciente que antes de la pandemia fue tratado por una infección digestiva por salmonella, y en ese momento se comprobó que el microorganismo era sensible a diversos tipos de antibióticos. Tiempo después el paciente tuvo Covid-19 e ingresó al CTI, donde recibió antibióticos para prevenir posibles infecciones derivadas de la ventilación mecánica y la multi -instrumentación. Tras su recuperación, en un estudio de control sobre la resistencia microbiana, se constató que el paciente portaba en su tubo digestivo una enterobacteria resistente al grupo de los carbapenémicos, estos son antibióticos de amplio espectro que se utilizan de forma efectiva ante microorganismos multirresistentes. Poco después la misma persona sufrió una infección urinaria, en la que se comprobó la presencia de una salmonella también resistente a los carbapenémicos. Este evento ocurre por la transmisión, desde la enterobacteria a la salmonella, de un plásmido que otorga esa resistencia, indicó Vignoli.
Este caso evidencia que la crisis sanitaria por Covid-19, al concentrar numerosos pacientes en los CTI y con un equipo de control de infecciones que se encontraba enteramente dedicado al manejo de la pandemia, «terminó generando una infección por un patógeno primario como la salmonella que adquirió un mecanismo de multirresistencia», condición que puede transmitirse entre distintas bacterias de una misma comunidad, señaló.
Agregó que la resistencia antimicrobiana es una de las llamadas «pandemias silenciosas» y es también una de las claves que caracterizan al concepto de «una sola salud», puesto que en el ejemplo citado, la primera infección por salmonella fue provocada por la ingestión de alimentos contaminados. Para finalizar, destacó la importancia de mantener una vigilancia continua sobre las enfermedades infecciosas y señaló que en nuestro país en los últimos años, la atención de las autoridades sanitarias sobre estas enfermedades había disminuido.
Cuidado animal y humano
Puentes retomó la referencia al concepto de «una salud» y ofreció un panorama sobre las decenas de enfermedades infecciosas y parasitarias de los animales presentes en Uruguay, muchas de las cuales constituyen zoonosis, es decir, pueden afectar la salud humana. Entre algunas enfermedades transmitidas a humanos por intermedio de las mascotas, mencionó la leptospirosis, la hidatidosis, la leishmaniasis y la rabia. En el caso de la rabia, explicó que en Uruguay, desde hace más de 50 años no hay casos en humanos y desde la década de los 80 no se detectan casos en caninos, por lo que el ciclo urbano de la enfermedad parecería superado. Sin embargo sí se registra rabia en murciélagos y en animales herbívoros de producción, por lo tanto existe un riesgo potencial de que la enfermedad retorne al ámbito urbano a través de las mascotas, destacó.
En relación a la hidatidosis, Puentes explicó que durante varias décadas Uruguay llevó adelante una intensa campaña de información y prevención que dio muy buenos resultados. La gran disminución de casos de la enfermedad en humanos generó cierta desatención en el control de esta zoonosis, sin embargo es una enfermedad que sigue causando problemas y actualmente se considera necesario retomar acciones de control y prevención sobre ella.
Destacó la importancia de promover la tenencia responsable de mascotas, que incluya medidas de desparasitación periódica, vacunación, antibioticoterapia contra enfermedades específicas y controles veterinarios periódicos. Puentes llamó la atención sobre otros microorganismos propios de los animales que pueden provocar enfermedades en humanos, tales como la clamidiosis aviar, la brucelosis y la tuberculosis bovina.
Durante la segunda parte de esta mesa de reflexión se realizó un intercambio motivado por preguntas de los participantes.
Acceder al video de la actividad: