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Udelar analiza lo aprendido durante la pandemia de COVID-19
El 27 de julio, en el marco del congreso interdisciplinario «COVID-19, pandemia y pospandemia», se desarrolló la mesa «La importancia de revisar lo ocurrido: ¿Qué aprendimos los uruguayos?».

En la actividad participaron autoridades de la Universidad de la República: Rodrigo Arim, rector de la Udelar; Ana Rey, presidenta del Espacio Interdisciplinario; Ana Corbacho, coordinadora Académica del Espacio Interdisciplinario y Ulli Vilsmaier, profesora adjunta en Leuphana University Lüneburg-Alemania y fundadora de Responsive Research Collective-Austria
Rol de la Universidad
Arim reconoció el esfuerzo del Espacio Interdisciplinario (EI) «para organizar estas instancias de intercambio que no necesariamente teníamos generalizadas en la Udelar». Señaló tres elementos que hacen pensar, desde una perspectiva interdisciplinaria e institucional, sobre lo realizado durante la pandemia por COVID-19 en Uruguay y las posibles lecciones aprendidas «en estos contextos tan particulares y adversos que vivimos».
El rector destacó en primer lugar, un reconocimiento de la «rápida reacción de nuestro cuerpo académico» que al comenzar la pandemia, posibilitó que se tomaran un conjunto de decisiones institucionales como cerrar los edificios, restringir la presencialidad y adaptar todas las actividades universitarias las condiciones que imponía la situación sanitaria. Mientras que en forma paralela y autónoma, rápidamente, los cuerpos académicos de la Udelar se hicieron la pregunta más importante que había que hacerse en ese momento, «¿qué podemos hacer por la sociedad uruguaya?». El rector señaló varios ejemplos, entre los más conocidos, la adaptación de los protocolos de diagnóstico, la fabricación de hisopos o el trabajo de grupos que se abocaron a refuncionalizar ventiladores. También destacó la creación del Grupo Uruguayo Interdisciplinario de Análisis de Datos de COVID‑19 (GUIAD) integrado por investigadores de diferentes servicios universitarios para intentar aportar conocimiento frente a un fenómeno desconocido, con el que la Universidad cumplió un rol informativo relevante para el país durante muchos meses.
Señaló que al analizar este tema en perspectiva, se identifica un elemento importante «las comunidades académicas demostraron rápidamente capacidad de organizarse en función de problemas y articulando conocimientos provenientes de distintas áreas para intentar brindar insumos sustantivos a un problema emergente y urgente», sin demasiadas guías en espacios interdisciplinarios.
En segundo lugar resaltó que ante la necesidad, la Udelar logró establecer acuerdos interinstitucionales en pocas semanas, «lo que a veces no logramos que pase en años», para que sus investigadores pudieran desarrollar su trabajo y aplicar sus conocimientos para aportar al manejo de esta epidemia en el país. Como por ejemplo de este tipo de dificultades recordó que anteriormente, no les fue posible contar con muestras del Ministerio de Salud Pública de casos de Dengue.
Por último, aseguró que la institución reaccionó para colaborar desde distintos ámbitos como la extensión y la investigación y además el Consejo Directivo Central (CDC) armó grupos de trabajo y se facilitaron mecanismos de asignación de fondos cuando no había suficientes recursos, con los ahorros en el pago de luz eléctrica entre otros consumos, por el cierre de edificios. Destacó que en función de las capacidades instaladas que se tenían se aportó al servicio de la sociedad uruguaya. Asimismo, se intentó informar a la población en general a través de seminarios y actividades en línea y por ejemplo, el primer seminario sobre Covid tuvo 3500 participantes. «Esto muestra a una institución y su cuerpo académico respondiendo a una situación. Muestra a una institución respondiendo a una necesidad más general».
Arim consideró que es importante darle continuidad a algunos procesos con los recursos austeros que se tienen actualmente y poder alcanzar acuerdos interinstitucionales de mediano y largo plazo en distintos temas. Entiende que esta pandemia deja como aprendizaje el intento de avanzar para que los acuerdos interinstitucionales logrados se transformen en programas de investigación con financiamiento específico, con el objetivo de generar conocimiento que aporte a las políticas del país para el bienestar de la población. Señaló la necesidad de reflexionar como Universidad sobre qué tipo de instrumentos de políticas serían razonables impulsar este tipo de agendas en Uruguay.
Interdisciplina para un mejor resultado
Rey coincidió con el rector de que la pandemia actuó como «catalizador» para que muchos grupos se organizaran dentro de la Universidad y que se colaborara con otras instituciones.
Explicó que el Espacio Interdisciplinario (EI) tiene como función apoyar esos grupos interdisciplinarios y lograr abordar un problema por distintas disciplinas. En este sentido, desde el EI surgió el interés en realizar este evento para que los grupos que se organizaron durante la pandemia se reunieran y conocieran. Entiende que «es importante lograr aglutinar las experiencias en distintos ejes temáticos y colaborar para que estos trabajos interdisciplinarios continúen» y considera que esta experiencia de trabajo de los docentes por el Covid, se puede extender a otro tipo de problemas.
Considera que es necesario estimular la necesidad de conocer el trabajo de otras áreas y de otras visiones desde la formación disciplinar en cada problema, de esta manera el E.I. trata de estimular y apoyar la investigación y la formación para los estudiantes a nivel de grado o a través de cursos electivos porque «es necesario no restringir el conocimiento a la perspectiva de una sola disciplina sino que se puede ver un problema de distintas áreas». «Los distintos enfoques de distintas áreas logran un mejor resultado trabajando juntos que cada uno por separado», afirmó. Por eso, entiende importante que se pueda continuar trabajando a futuro de forma interdisciplinaria en otras temáticas con un objetivo común, aunque no se tenga la presión que se vivió en la pandemia por Covid -19.
Trabajo colaborativo
Corbacho resaltó que el Congreso fue abierto y se convocó a participar no solo a la Udelar sino a grupos e instituciones de fuera de la Universidad. Señaló los dos grandes objetivos que se planteó el Congreso, uno de ellos fue recopilar todo lo realizado dentro y fuera de la Udelar, las estrategias, trabajos, formas de organizarse, «de ver la pandemia y la pos pandemia» e identificar las necesidades y desafíos pendientes. El segundo objetivo fue identificar, aprender y fortalecer los aspectos de convergencia que facilitaron la colaboración interdisciplinaria, interprofesional e interinstitucional, en respuesta a la pandemia. «Hubo muchas formas de convergencia y muchos acercamientos que antes no había», afirmó.
Recordó que para llevar adelante el evento en 2021 se creó un Comité Científico Asesor numeroso, integrado por 60 personas, lo que fue un desafío. Se buscaba sumar opiniones desde muchas áreas, proyectos e instituciones diversas y llegar a todo el país. En este proceso el Comité planificó el Congreso con tres componentes, por un lado los ejes temáticos a tratar, como las estrategias de respuesta, aspectos socioeconómicos y comportamentales, comunicación, educación, políticas públicas, entre otros y por otra parte el análisis de casos, situaciones de las que se pueda aprender las colaboraciones que se instrumentaron en el contexto de pandemia. El tercer componente fueron mesas de reflexión y transformaciones a futuro. Resaltó que todas las mesas del Congreso fueron construidas en conjunto en este proceso.
Destacó que luego de planificado el Congreso se lanzó la convocatoria invitando a la comunidad académica de todas las disciplinas, estudiantes, docentes, investigadores, funcionarios técnicos, administrativos y de servicios de la Udelar. También invitaron a profesionales del ámbito público y privado, equipos interinstitucionales o interprofesionales, multi, inter o transdisciplinarios y al público en general. Se presentaron 318 trabajos que representan a más de 1200 autores y se inscribieron más de 1300 personas para participar en el Congreso. Corbacho resaltó que de los 318 trabajos 12% son de autor único y 88% son trabajos colaborativos. Asimismo detectaron que de este 88%, poco más de la mitad corresponde a los equipos que trabajaban en forma colaborativa antes de la pandemia y la otra parte a los que optaron por esta modalidad en este contexto. La modalidad elegida para desarrollar el Congreso fue híbrida, virtual, presencial y con trasmisión por el canal de Youtube del EI, «para que llegara a todo el país y a todo el que tenga que llegar y para que se generara un reservorio de información al que podamos volver».
Vilsmaier felicitó el Congreso por ser «un espacio entre medio, no es de la Universidad, no es de los otros, no es de nadie sino de todos». «La propuesta combina los contenidos con las formas, no sólo hablar de colaboración sino experimentar la colaboración», añadió. Entiende que la cultura de colaborar entre disciplinas es algo que no nace de un momento a otro y en ese sentido destacó la existencia en la Udelar del Espacio Interdisciplinario desde hace más de 15 años, con el objetivo de promover y colaborar con procesos de investigación interdisciplinaria y transdisciplinaria. Subrayó la necesidad de aprender a colaborar y consideró que la formación en esta área se ha vuelto fundamental en el contexto de pandemia. Destacó la profundidad de la colaboración interdisciplinaria, entre diferentes saberes, entre personas diversas, que se refleja en las propuestas que se vienen desarrollando en el Congreso. «Se está viendo en muchos lugares del mundo que la apertura de la ciencia en múltiples dimensiones es una necesidad muy importante y urgente y este Congreso muestra que Uruguay está preparado para dar pasos en esa dirección», afirmó.