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Investigadores del CURE Rocha: Pensar la relación humano animal
En el marco del 15 aniversario del Centro Universitario Regional del Este (CURE), de la Universidad de la República (Udelar) el Portal de la Udelar dialogó con Juan Martín Dabezies, antropólogo, doctor en Historia por la Universidad de Santiago de Compostela, docente grado 3 con Dedicación Total del Departamento de Sistemas Agrarios y Paisajes Culturales del CURE sede Rocha y responsable del Grupo Interdisciplinario en el Estudio de las Relaciones Humano Animales.
El objetivo de este Grupo Interdisciplinario es trabajar en aspectos vinculados a las relaciones Humano Animales, entre ellos conservación, bioseguridad y caza, tema en el que el Grupo hace especial énfasis ya que se originó en 2017 en torno al estudio de esta temática. El Grupo es interdisciplinario porque trabaja en dos escalas, una general a nivel de políticas de conservación, vinculada a la biología y otra antropológica. La interdisciplinariedad les permite cruzar la información sobre la abundancia de especies, con conocimientos vinculados a expresiones más locales que se abordan a nivel antropológico y evaluar el impacto de determinadas prácticas, sobre estas especies. Dabezies entiende que estudiar el relacionamiento entre humanos y animales es importante para tener en cuenta el impacto que estas actitudes tienen en el diseño de las políticas de conservación ambiental y a su vez cómo estas impactan en las actitudes humanas.
Temas de investigación
Dabezies explicó que en lo que se refiere a la caza el Grupo se focalizó principalmente en la caza de jabalí, la más practicada en Uruguay y en la que es más fácil acceder a los cazadores ya que este animal en Uruguay se puede cazar libremente porque está declarado legalmente plaga. En cuanto a las personas que practican algún tipo de caza que está prohibida como la de los carpinchos, es mucho más difícil acceder a ellas.
En el origen del Grupo uno de los temas vinculados a la caza que les interesó fue ¿qué estaba sucediendo con las Áreas Protegidas? Más allá de que en estas Áreas está prohibido cazar, en intercambios con los guardaparques estos realizaron algunos comentarios como «cada vez que hay muchos carpinchos en el parque, desaparecen de golpe». Dabezies señaló que una de las dificultades que se les presentan a los guardaparques es que estas Áreas como la de la Laguna de Rocha, son muy extensas y en muchos casos trabajan solos, de noche. Además si encuentran a alguien cazando en el territorio del Área protegida, la gestión para frenar este hecho no es inmediata, tienen que llamar a la policía, esta tiene que venir, etc.
Otra de las dificultades que percibe Dabezies es que no existe regulación para la actividad de los cazadores en Uruguay, estos no realizan un entrenamiento específico ni se les obliga a tramitar una licencia como sucede para conducir un coche. «Para cazar solo requieres el permiso para usar el arma y para acceder a un campo y nada más».
El tema de la caza es muy complejo porque hay muchos actores involucrados, la caza con perros es una actividad extremadamente disputada pero a su vez es muy importante para los cazadores desde el punto de vista cultural, desde un punto de vista conservacionista debería ser manejada mejor. La normativa de caza tiene que ser revisada porque es muy acotada la que existe y por otro lado la fiscalización, la gestión, deja mucho que desear porque hoy en día la Dirección Nacional de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (DINABISE) de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), que es la autoridad competente en la materia no puede hacerse cargo del tema porque es una estructura muy pequeña y la temática se manifiesta a escala nacional, involucra a miles de personas y requiere otro tipo de regulación.
Este tema derivó en otras temáticas de estudio y debates ya que a raíz del trabajo con los cazadores de jabalí se comenzaron a generar resistencias en grupos organizados defensores de los derechos de los animales. Estos grupos no sólo defienden los derechos de los animales que son atrapados en la caza sino también los de los perros que se utilizan para estas actividades, lo que despierta muchas críticas. Uno de los argumentos de las personas que están contra este tipo de caza es que los perros matan una gran cantidad de animales que no son el objetivo de la cacería. Otra de las críticas se basa en el abandono de los perros que han provocado en algunas ocasiones matanza de ovejas u otros animales.
Otra de las líneas de investigación del Grupo fue la zoonosis que derivó también del tema de la caza. Dabezies señaló que el jabalí es una de las especies exóticas que está más expandida en el mundo, como comparte ambiente con los cerdos domésticos le puede transmitir a estos enfermedades que pueden tener un impacto muy importante en las economías del país, porque pueden provocar que se anulen exportaciones, por ejemplo.
Desde sus inicios el Grupo trabaja en conjunto con la DINABISE y con algunos actores del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que trabajan el tema de zoonosis.
Líneas de trabajo actuales
En la actualidad y desde hace un tiempo, el Grupo realiza un trabajo de extensión con el colectivo que lleva adelante el proyecto llamado «Tras las huellas del venado», que trabaja con niños, niñas y adolescentes del Departamento. En este marco el Grupo de investigadores del CURE desarrolló el proyecto «Espiando bichos». En la propuesta los niños y niñas colocan en el fondo de sus casas cámaras trampa que detectan el movimiento y toman fotos cuando un animal se les cruza, de esta manera pueden conocer un poco más la fauna que los rodea. Este trabajo derivó en la aprobación de un proyecto de extensión que están realizando en la actualidad y profundiza esta línea. En este proyecto se continúa trabajando con las cámaras trampa y se incluye además el monitoreo participativo de murciélagos a través de micrófonos que identifican a estos animales por los sonidos que emiten. Les interesó trabajar este tema a raíz del miedo a estos animales que surgió en la población a partir del COVID-19, ya que se manejó la información inicialmente que el origen de la enfermedad en China había estado vinculada a carne de murciélago.
A partir de esto trabajan en la relación de los humanos con los animales que le despiertan sensaciones opuestas, ya sea negativas como en este caso, como positivas como en el caso de los venados. Esta investigación la están llevando a cabo en las zonas de Los Ajos y El Oratorio que cuentan con una población de venados. «La idea es comparar los resultados con los de otro grupo de escuelas rurales de Paso Centurión que realizaron un trabajo similar», apuntó. A fines de setiembre se trasladaron a esta localidad con los niños de las escuelas que participan en el Proyecto «Espiando bichos», a realizar una actividad de intercambio con el grupo de Paso Centurión.
Paralelamente el Grupo culminó un proyecto vinculado al tema del jabalí y lleva adelante otro en colaboración con la DINABISE, en el cual estudian el tráfico ilegal de fauna, un tema que no se ha trabajado nunca en Uruguay. El objetivo de este proyecto es contar con un primer pantallazo general acerca de la oferta y la demanda en el país de fauna ingresada en forma ilegal. El grupo está sistematizando datos de la propia DINABISE, del Ministerios del Interior, de Prefectura, de la Dirección Nacional de Aduanas y recabados de entrevistas a criadores. Con estos datos buscan conocer cuál es la oferta de estos animales en el país pero también les interesa y están trabajando para comprender cómo se construye la demanda, por qué la gente demanda animales exóticos como mascotas. «¿Por qué cada vez nos vamos más a las ciudades pero demandamos ciertos animales exóticos que nos diferencien de otras personas?», se preguntan los investigadores.
Asimismo están llevando adelante un proyecto con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica, de la Udelar, vinculado con narrativas y distintos tipos de prácticas terapéuticas en torno al COVID-19. También se desarrollan actividades de formación e investigación en el marco de posgrados, se defendieron dos tesis de maestrías que abordan el tema de la caza, una de Antonio Di Candia y otra de Leticia Poliak y una tercera, con una temática más general acerca de las relaciones humano – animales, centrada en Paso Centurión, que llevó adelante Magdalena Chouy. En ese marco se realizó una mesa de intercambio virtual acerca del tema de la caza.
Desconectados con los ciclos naturales
Considera que el aumento del desapego de las personas con el entorno no urbano y la intensificación del proceso de concentración global de la población en las ciudades, genera una «desconexión con los ciclos naturales, no solo vinculada a la relación con los animales sino también a todo el medio ambiente». Entiende que de esta manera los seres humanos quedan desconectados de cómo funciona el ambiente, la temporalidad en animales y plantas. Esta desconexión que se manifiesta también en no cuestionar de dónde vienen los alimentos que se comen, genera que «los humanos quieran tener día a día todo más controlado y que tiendan cada vez más a eliminar y a no ser tolerantes con los animales que les despiertan más antipatía como las arañas», afirmó Dabezies. Señala que esta separación de las personas con la naturaleza también provoca una disminución de sensibilidad y de respeto a las políticas ambientales y de conservación.
Por otro lado, entiende que algo que diferencia a los seres humanos que habitan el medio rural de los que viven en las ciudades es su vínculo con la muerte. «La caza implica matar un animal, en el mundo rural la muerte es algo mucho más normal, más cotidiano, la gente en el campo carnea un animal, ve la muerte real, no detrás de una pantalla como en la ciudad, ese es un tema de disputa muy grande también», sostuvo.
Otro de los temas en el que identifica sesgos urbanos o rurales es el que se relaciona con «la felicidad de los perros». Señaló que en este punto los cazadores frecuentemente manifiestan a los integrantes de organizaciones defensoras de animales, que estos perciben felices a sus perros por estar en un apartamento, en un ambiente confortable, en cambio ellos ven la felicidad de los perros en su posibilidad de correr y cazar en el campo. El Grupo no busca saber quién tiene la razón en esta discusión sino entender que las experiencias de vida de cada uno, llevan a pensar cosas muy distintas en estos temas.