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94 años de la FEUU: hoy, como ayer defendiendo la educación pública
La Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) celebró su 94 aniversario el miércoles 26 de abril en el anfiteatro de la Facultad de Artes de la Universidad de la República (Udelar) con la presencia de militantes y ex militantes de la FEUU, de estudiantes de Secundaria, integrantes de la Intersocial, entre otros actores sociales y universitarios.
Matilde Pomi de la Asociación de Estudiantes Universitarios de Artes moderó la actividad y reconoció que «si estamos hoy acá es gracias a la lucha, a la valentía, a la resistencia y a la concepción de trabajo incansable de miles y miles de compañeros y compañeras. Es gracias a todo el movimiento estudiantil y a todo el campo popular uruguayo y latinoamericano». En este sentido, afirmó que desde la FEUU seguirán luchando para que «la educación superior deje de ser un privilegio de unos pocos y sea finalmente valorada como bien social y como derecho humano» que sea también «una educación emancipadora que no forme solamente profesionales sino que forme ciudadanos y ciudadanas comprometidas con su pueblo que trabajen por una sociedad más justa». Por eso expresó su alegría de que estudiantes representantes de gremios de educación secundaria del área metropolitana les acompañen en este aniversario y presentó a Geronimo Sena, Enzo Pons y Bruno Volpi.
Lucha colectiva por una sociedad más justa
Sena agradeció la invitación a la FEUU y reconoció que el apoyo recibido fue fundamental para superar el conflicto que están viviendo en defensa de la educación pública. «Un gremio estudiantil es mucho más fuerte que el autoritarismo y la censura», aseguró. También señaló que ser estudiante es «una construcción que se hace de manera colectiva» porque implica una formación social y moral. Agregó que con esta invitación de la FEUU «se genera un diálogo dentro del movimiento estudiantil y genera unidad, se siente el apoyo y las ganas».
Por su parte, Pons reivindicó a «todes les militantes» y resaltó la importancia de «la lucha colectiva apelando a la unidad como vía para lograr una sociedad más justa». Sostuvo que esto lo demuestra la FEUU al invitar en su aniversario a los gremios de secundaria del área metropolitana para compartir las problemáticas y visibilizarlas. Señaló que los gremios de secundaria del área metropolitana se han posicionado en contra el modelo educativo que tiene un carácter regresivo y neoliberal, como el recorte presupuestal para la educación además de la reducción del salario docente. Afirmó que desde los gremios no dudan que es necesaria una reforma educativa pero entienden que no es esta la reforma porque no se ha dado ni el efecto ni las mejoras que se prometieron y que «es innegable que la educación pública es claramente vista como un gasto y no como una inversión porque esta reforma modifica planes de estudio que buscan generar competencias con un claro interés de privatizar y mercantilizar la educación pública».
Volpi se refirió al «poco interés que hay por el apoyo psicológico» que se necesita tener en los centros educativos y que han reclamado desde los gremios. «Tuvimos que sufrir la pérdida de compañeros y los recortes presupuestales influyeron en eso», apuntó. Con respecto a la militancia, afirmó que «estamos acá por nosotros y por los que van a venir» y también «por los que han pasado tanto en esta lucha».
«Una parte importante de mi formación ciudadana se la debo a la FEUU»
El rector de la Universidad de la República Rodrigo Arim no pudo estar personalmente en el evento por tener agendada previamente otra actividad en la que representaba a la Udelar, por lo que envió un saludo a los y las estudiantes. En el mensaje Arim expresó: «La FEUU ha sido parte y protagonista de la historia de nuestra República y de nuestra Universidad durante los siglos XX y XXI, ubicándola entre las organizaciones sociales más sólidas y perseverantes de nuestro país y de la región». El rector destacó también que la Federación fue capaz de combinar la protesta que llevaba adelante con la capacidad propositiva y programática. Arim destacó dos momentos de esa larga historia en la que la FEUU fue protagonista, a los que catalogó de grandes gestas, por un lado la conquista de la autonomía y el cogobierno universitario en la ley orgánica de la Universidad de 1958 y por otro la conquista de la democracia que en la actualidad se enmarca en los 50 años del golpe de Estado de 1973.
En el aspecto personal destacó: «una parte importante de mi formación ciudadana se la debo a la FEUU y dentro de ella al Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y de Administración». «El entusiasmo por la participación y los proyectos colectivos, la protesta al comienzo de los 90, constituyen aprendizajes y experiencias que nos acompañaron a muchos a lo largo de nuestras trayectorias», añadió. «La duda, que es parte del pensamiento crítico, no me impide tener un puñado de certezas, una de ellas que gran parte de las cosas buenas que la Universidad de la República tiene hoy se debe a la constancia y al compromiso de su movimiento estudiantil», concluyó.
Resistencia estudiantil
Posteriormente, Lucía Arzuaga relató cómo fue su militancia estudiantil en la Asociación de Estudiantes de Medicina (AEM) de la FEUU durante la dictadura de 1973 y durante la intervención de la Universidad. Recordó que ingresó a la Facultad en 1978 «a un país que transcurría una dictadura, a una Facultad y a una Universidad intervenida». Las condiciones de estudio en la Universidad en ese tiempo eran totalmente distintas a las actuales, los estudiantes que se anotaban para cursar la carrera debían dar un examen y solo ingresaban aquellos que quedaban entre los primeros 500 estudiantes. Estos alumnos que quedaban habilitados a cursar debían firmar el certificado de Fe democrática, un documento en el que se comprometían a que si se enteraban que algún compañero suyo o algún funcionario docente o no docente tenía actividad político gremial, lo iban a delatar. La Facultad en ese momento era una institución de puertas cerradas, sólo podían ingresar al edificio estudiantes y funcionarios y los estudiantes luego de presentar un carné al portero que se encontraba en una mesa que estaba en la puerta, verificaba su identidad, se quedaba con el documento y se lo devolvía al salir. No sólo la militancia gremial estaba prohibida, también el derecho de reunión de estudiantes y trabajadores, el simple hecho de que se encontraran dos estudiantes en el baño hablando podría ser motivo de sospecha para los vigilantes que recorrían el edificio.
Arzuaga recordó que aún en este contexto los estudiantes encontraron formas de manifestarse, como una manifestación relámpago frente al decanato de la Facultad que terminó con una volanteada, pidiendo que cesara la limitación de los posgrados o un 14 de agosto día de los mártires estudiantiles en el que aparecieron claveles rojos en las escaleras del edificio. En el año 1979 ingresó a la AEM, asociación que al igual que la FEUU se había mantenido en actividad en forma clandestina a pesar de las prohibiciones. De ese largo período de militancia clandestina recuerda especialmente el período del plebiscito de 1980, acto electoral a través del cual el gobierno militar intentó legitimar la dictadura. Los estudiantes hicieron miles de volantes y pegotines, algunos de ellos con la imagen de El Gauchito del Talud, la mascota del mundialito de fútbol de 1980, en los que se leía «NO. Hagan un gol a la dictadura». La FEUU también realizó en esa oportunidad una declaración clandestina conjunta con la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) llamando a votar por el No en este plebiscito.
Otra de las actividades que realizaban los estudiantes agremiados en la AEM era elaborar apuntes de excelentísima calidad de algunos de los cursos. Estos materiales y luego junto a la publicación Estudiante libre (que hasta hoy difunde la AEM), los repartían por las clases. Esto les permitía hablar con los compañeros, combatir el individualismo al que los quería someter la dictadura. Otra acción que llevaron adelante en algún momento fue instrumentar academias para ayudar a preparar a los estudiantes que se presentaban al examen de ingreso a la Facultad. Esta medida tenía un doble objetivo, uno de ellos era luchar contra la desigualdad que se generaba entre los estudiantes que tenían recursos y podían acceder a una de las academias que existían en ese momento, pagas y con altos costos y los jóvenes que querían ingresar a la Facultad pero no contaban con recursos para asumir este presupuesto. Otro de los fines era el acercamiento e intercambio con los futuros estudiantes y que estos se agremiaran desde el comienzo de la carrera. Los resultados de esta preparación fueron excelentes con un alto nivel de aprobación de los estudiantes que prepararon.
En 1981 decidieron juntar firmas en contra del examen de ingreso y lograron 40000. Recuerda que la primera firma fue de Daniel Shrek. dueño en ese momento de canal 12 y del Diario El País, lo que les abrió la puerta al apoyo de otras personas reconocidas y hasta a entrevistas televisivas. Luego en 1982 cuando se realizaron en Uruguay las elecciones internas de los partidos políticos, «la AEM y la FEUU militamos incansablemente por el voto en blanco y por las opciones más democráticas de los partidos tradicionales», recordó. En el año 1983 se dedicaron a preparar el acto del 1º de mayo por el Día de los Trabajadores «y a la AEM le tocó pintar el glorioso cartel que decía: Obreros y Estudiantes Unidos y Adelante». En ese momento Arzuaga ya se encontraba en la clandestinidad pero recordó la profunda emoción que les había causado a sus compañeras realizar este trabajo y participar de este acto.
«Cada cosa que nosotros hacíamos, cada logro, cada avance en la lucha contra la intervención y la dictadura traía aparejada una gran acción represiva por parte de los dictadores», apuntó. Algunas de estas acciones fueron el secuestro y prisión de estudiantes de la AEM entre los que Arzuaga recuerda a Alicia Sasarini que fue secuestrada en 1980 del piso 8 del Hospital de Clínicas delante de todos sus compañeros, lo que generó una gran cantidad de acciones en reclamo de su aparición, por parte de los estudiantes estuvieran agremiados o no. Recordó que Alicia apareció tres meses después, en el cuartel noveno de caballería y pesando 37 kilos.
En 1983, luego de varias movilizaciones y actos multitudinarios como el 1º de mayo, los dictadores dieron un golpe represivo muy fuerte y se llevaron presos a 25 estudiantes universitarios y de UTU, entre ellos a Arzuaga. Esta acción tuvo el objetivo de derribar la resistencia estudiantil, retroceder en el proceso de retorno a la democracia que se estaba llevando adelante en ese momento y prolongar la dictadura unos años más. En cuanto a la teoría de los dos demonios que ha resurgido en los últimos años en los medios de comunicación y que plantea que estos hechos fueron el resultado de una guerra entre dos bandos, el terrorismo y el gobierno, destacó que esto no fue así, en la Facultad de Medicina hubo estudiantes presos todos los años en forma ininterrumpida desde 1973 a 1983.
Por último, Arzuaga explicó que «en 1983 el gobierno dictatorial seguía violando y torturando como el primer día pero nosotros fuimos a la cárcel tranquilos y con la cabeza en alto, seguros de que por cada uno de nosotros que caía había diez que levantaban la bandera de la resistencia. Salud FEUU».
«Obreros y estudiantes unidos y adelante»
Antes de la siguiente intervención la FEUU compartió con el público presente una emotiva carta que expresaba un saludo fraterno de la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos a los estudiantes nucleados en la federación estudiantil. En la carta expresaban que: «nuestra asociación está convencida que las personas jóvenes, estudiantes y luchadores sociales, han sido un motor fundamental de una sociedad más justa». La Asociación de familiares resaltó en el mensaje que muchos de los integrantes de la organización y sus familiares militaron en ASCEEP-FEUU y asimismo habían compartido con los estudiantes múltiples espacios de movilización y reclamo. «La ASCEEP-FEUU mantiene el desafío de contribuir a una Universidad cogobernada, de calidad, abierta al pueblo y comprometida con los problemas e intereses del país», afirmaron.
«La historia nos ha demostrado que la unidad y la organización son fundamentales para enfrentar los desafíos, especialmente en un contexto en el que existen retrocesos en materia de derechos», señalan. «Se acerca mayo y nos encontrará una vez más en las mismas trincheras, seguiremos sembrando margaritas por memoria, verdad y justicia y nunca más terrorismo de Estado. Feliz aniversario», concluyeron.
Luego fue el turno de Enrique Méndez, secretario de organización del PIT CNT e integrante de la Intersocial quien destacó que la unión y la movilización conjunta entre trabajadores y estudiantes fueron un mandato histórico que quedó plasmado en la leyenda del cartel al que se refería Arzuaga: «Obreros y estudiantes unidos y adelante». Añadió que estos espacios compartidos con los estudiantes incluyeron también lecturas de libros y charlas acerca de la historia y la realidad social, a partir de las cuales surgieron conceptos, nombres e instituciones.
Entre las actividades que más recuerda en las que la alianza entre obreros y estudiantes estuvo presente en forma continua, destacó la semana del estudiante llevada adelante en 1983, la lucha por el plebiscito sobre la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado en el que militaron por el Sí rosado para derogar esta ley en 2009 y el plebiscito por el No a la baja de la edad de imputabilidad en 2014. Entiende que hoy más que nunca esta alianza se encuentra fortalecida, lo que quedó visible en la lucha de los estudiantes del Instituto Alfredo Vázquez Acevedo (IAVA) que entre sus reivindicaciones incluye la defensa del puesto de trabajo de un trabajador: el director de la institución.
Destacó también las definiciones importantes que ha tomado la FEUU en el marco de este proceso y como ejemplo señaló algunas de los últimos años como en el año 2020 cuando reingresó a la Intersocial que nuclea muchas de las organizaciones sociales uruguayas de diversos ámbitos y también la militancia en favor de un referéndum para abrogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) en 2021 y 2022. Asimismo, resaltó el desafío que se les presenta a las organizaciones sociales que integran la Intersocial y entre ellas la FEUU, «de pensar el programa de 15 a 30 años por delante que busque cambios contundentes, reales, que puedan durar en nuestra sociedad y que busquen una sociedad mucho más justa para todas y todos». Resaltó la importancia de que en el marco de este aniversario, la FEUU estuviera pensando en estas perspectivas programáticas «tan importantes de cara al tercer Congreso del Pueblo que se llevará a cabo en 2023, tan necesario para las grandes mayorías del país, que buscará respuestas a las necesidades urgentes de la gente, en las máximas perspectivas que se puedan instalar, educación, salud, trabajo, ambientalismo, género, entre otras».
«En nosotros están ustedes»
Vania Markarian, historiadora y docente del Archivo General de la Universidad de la República (AGU) se enfocó en la foto histórica que eligió la FEUU para la invitación a esta actividad y alertó que en ella no hay estudiantes sino tres policías de espalda y la puerta de la Universidad de la República y señaló que con esa presencia policial se puede intuir la presencia de la ausencia de los estudiantes. A partir del comentario sobre esta foto la historiadora destacó la presencia de la FEUU en varios momentos críticos del país, que generaron movilizaciones sociales masivas como en el año 1964 cuando Uruguay rompió relaciones con Cuba y se generaron manifestaciones sociales en contra por parte de diferentes actores sociales entre ellos el movimiento sindical y la FEUU.
En este marco, se realizó una gran movilización en la puerta de la Universidad en setiembre de 1964 que culminó con una gran represión policial y 300 de los manifestantes, con un promedio de 22 años e integrado por menos de 30 mujeres, se refugiaron en el interior del edificio de la Udelar y permanecieron allí durante 40 horas. La Udelar tenía por aquellos años una población mucho más reducida en número, de 15000 a 18000 estudiantes. En ese momento aunque ya se hablaba de subversión y sedición en el país, se veían diferencias con lo que después fueron los años previos y el transcurso de la dictadura, de esta ocupación forzada de 1964 por ejemplo, se salió de forma negociada. «Sólo la voluntad de buscarnos ahí hace que volvamos a festejar un cumpleaños una y otra vez, les estiramos la mano a esas otras generaciones y les decimos: en nosotros están ustedes», expresó.
En defensa de la educación pública de ayer y hoy
Por último, Vanesa González, integrante de la Asociación de Estudiantes de Veterinaria de la FEUU afirmó que: «La recuperación de la memoria colectiva de una sociedad es uno de los primeros pasos esenciales para la construcción de identidades sinceras». Recordó que la FEUU se creó el 26 de abril de 1929 y su primer Consejo Federal se llevó a cabo el 20 de mayo en el local de la AEM, que luego fue formalizado como la primera sede de la federación. Señaló que la FEUU aún conserva en su estructura los Consejos Federales como espacios de reflexión y fermentación de las discusiones entre las asociaciones y los centros de estudiantes. «Junto a las y los trabajadores logramos forjar una unidad casi única en América Latina», destacó. Tenían el objetivo de transformar de raíz a la Universidad porque entendían que contar con una educación popular era fundamental en los procesos de cambio del continente. En el marco de este objetivo político se insertó la finalidad de aprobar una ley orgánica de la Universidad que se concretó en 1968.
«Es así que la FEUU se forma como una herramienta para la lucha, marcada por la necesidad estratégica de construir una herramienta central que nuclee a los miles de estudiantes que son parte de la Universidad», apuntó. «La FEUU está ligada a las reivindicaciones estudiantiles y a los valores democráticos de nuestro país, muestra de ello es la resistencia estudiantil al Pachecato y a la dictadura de 1973 que llevó adelante», sostuvo. En aquel momento la Central de Trabajadores y la FEUU fueron clave para articular la huelga general que se inició el 27 de junio de 1973 cuando se decretó el golpe de estado cívico militar. Recordó que a pocos días de iniciada esta huelga las fuerzas militares asesinaron a Ramón Peré, con un disparo por la espalda, durante la ocupación de la Facultad de Veterinaria, institución de la cual era estudiante de segundo año y docente. «Las y los mártires estudiantiles no sólo son nuestros, son del pueblo y a pocos meses de conmemorar los 50 años de la heroica huelga general y del asesinato de Ramón, seguimos diciendo: el movimiento estudiantil y la clase obrera no fallarán», expresó.
Entiende que son varios los desafíos que tiene la FEUU en la actualidad porque la organización se está recomponiendo luego del duro golpe que significaron los dos años más duros de la pandemia. No obstante, siente que los militantes de hoy son herederos de estos 94 años de lucha: «militamos con orgullo y convencidos que debemos alcanzar la más amplia participación de estudiantes universitarios, en las asociaciones y centros de estudiantes en todo el territorio nacional», afirmó. Destacó que la matrícula estudiantil en la Udelar crece año tras año y cada vez más hijas e hijos de trabajadores logran acceder a la Universidad. «Queremos que cada una de ellas y ellos sean parte del movimiento estudiantil universitario y protagonistas en la construcción, defensa y puesta en práctica del modelo educativo que defendemos, que pone en el centro la soberanía nacional», puntualizó.
Aseguró que desde la FEUU estarán «junto a todo el movimiento estudiantil defendiendo los principios de nuestra educación pública y particularmente estaremos nuevamente defendiendo el presupuesto universitario en la próxima rendición de cuentas». Asimismo, resaltó que es necesario tener claro que «el ahogo presupuestal que viene sufriendo nuestra Universidad es preocupante y responde a un intento de quitar a la Universidad las capacidades de elaboración, creación y desarrollo de conocimiento». En este marco, la FEUU en su plataforma de reivindicaciones incluye la necesidad de asistencia a los estudiantes a través de comedores en los diferentes Centros Universitarios Regionales, recursos para eliminar los cupos de ingresos en las carreras universitarias, atención a la masividad, desarrollo de la extensión y la investigación y también recursos para la recuperación salarial y para el Hospital de Clínicas, subrayó. Además, recordó que en 2023 se desarrollará el tercer Congreso del Pueblo y que la iniciativa política de realizar un nuevo Congreso del Pueblo surge de las y los trabajadores organizados en el PIT-CNT. Señaló que este Congreso será fundamental en la coyuntura actual tan difícil para el mundo, «en la que Uruguay necesita definir un programa estratégico que supere de forma duradera las enormes desigualdades agravadas en los últimos años entre una minoría que se beneficia con las exportaciones y las finanzas y la mayoría de los uruguayos que producen la riqueza nacional en el campo y la ciudad».
Por lo tanto, desde la FEUU entienden que es clave la apertura de los centros de estudiantes invitando a abordar las discusiones temáticas que la FEUU ha priorizado como «los derechos humanos, cultura y deporte, el acceso a la vivienda y el trabajo para las y los jóvenes, los cambios que necesitamos en la matriz productiva y la sostenibilidad ambiental, y hacia dónde va la educación pública y cómo podemos fortalecer el cogobierno universitario», enfatizó. Por último, expresó el agradecimiento a «las miles de personas que estuvieron y están con nosotras».