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La Escuela de Nutrición y el Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Udelar emitieron un comunicado sobre el agua
El 9 de mayo la Escuela de Nutrición y el Observatorio del Derecho a la Alimentación de la Universidad de la República (Udelar) expresaron en un comunicado que «el acceso al agua es un derecho humano reconocido y una condición para el goce de otros derechos como a la vida, la salud y la alimentación adecuada».
La Declaración se enmarca en las recientes medidas de emergencia implementadas por el Ministerio de Salud Pública y la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE), en cuanto al aumento del contenido de sodio y cloruros en el agua potable.
El documento alerta con respecto a que el consumo elevado de sodio es uno de los principales factores dietéticos de riesgo para el desarrollo de la hipertensión arterial y, en Uruguay, su ingesta supera ampliamente las recomendaciones establecidas por los organismos rectores. Los investigadores e investigadoras de la Udelar resaltan en la declaración que según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades no Transmisibles, en nuestro país un 37% de las personas adultas entre 25 a 64 años son hipertensas y casi 6 de cada 10 personas presentaron cifras alteradas en la medición de la presión arterial y manifestaron que no estaban siguiendo ningún tratamiento.
Destacan que estas medidas van en contra de declaraciones internacionales como la emitida en 2011 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que estos organismos internacionales declaran que «el agua para el uso personal y doméstico no debe contener, entre otros aspectos, sustancias químicas que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas y sus características organolépticas deben ser aceptables. Su abastecimiento debe ser físicamente accesible y asequible, esto implica que ningún individuo o grupo de población, debería verse privado del acceso a agua potable por no poder pagarla o ver comprometida la capacidad de acceder a otros servicios y el disfrute de otros derechos humanos».
Frente a la situación actual los investigadores de la Udelar recomiendan:
– A las personas que presentan enfermedades que requieren un control de sodio:
Extremar los cuidados en el consumo de sodio proveniente de otras fuentes que no
sean el agua.
En casos particulares podría indicarse el uso de aguas minerales1 para el consumo
directo y la preparación de comidas.
Acudir a un Licenciado/a en Nutrición para realizar los ajustes pertinentes en su
alimentación.
– En niños:
En el caso de niños menores de 6 meses que reciben en forma exclusiva preparados
para lactantes (fórmula), si este es elaborado o preparado con agua de OSE, se
estarían triplicando las ingestas adecuadas de este nutriente para la edad. En estos
casos, y siempre que sea posible, se recomienda el uso de agua mineral.
En niños pequeños ya incorporados a la mesa familiar, recomendamos la no inclusión
de sal en la elaboración de alimentos en el hogar, así como su agregado a los
alimentos ya preparados o el consumo de alimentos procesados con alto contenido
de sodio.
– Al resto de la población:
Se sugiere reducir el agregado de sal al momento de cocinar y consumir los alimentos,
así como también evitar alimentos procesados con alto contenido de sodio.
Se hace especial énfasis en la importancia de una alimentación saludable en su
globalidad, priorizando los alimentos naturales o mínimamente procesados y la
elaboración casera de los alimentos, con el fin de conocer los ingredientes y poder
controlar la cantidad de sodio.
Asimismo se recomienda racionalizar el uso doméstico del agua como un valioso recurso imprescindible de la vida.
«En la construcción del futuro inmediato es necesario resignificar la alimentación y el agua como un bien común y un derecho humano, debiendo el Estado garantizar el acceso al agua potable de forma asequible y fiable, priorizando a los grupos vulnerables de la población», concluye la declaración.
Lea la declaración completa Aquí