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«Un viaje por la dignidad en las Américas»: comenzó el ciclo de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de Udelar
El 5 de mayo en la sala Maggiolo de la Universidad de la República (Udelar), se desarrolló una Mesa panel organizada por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de Udelar, como apertura del ciclo que celebra este año en conmemoración del 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los 50 años del último golpe de Estado en Uruguay.

La mesa abrió un ciclo de actividades organizadas por la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos (CUDH) con el objetivo de promover la educación, promoción y movilización por los DDHH. Contó con la participación de Soledad García Muñoz, relatora especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También estaba prevista la participación de Belela Herrera en representación de UNESCO Uruguay, pero esto no fue posible por razones de salud.
Reafirmar el compromiso con los DDHH
La profesora Mariana Achugar, coordinadora de la CUDH, brindó las palabras de apertura y resaltó la importancia de los eventos organizados este año, que incluyen la reflexión sobre los derechos ambientales, que conmemoran los aniversarios mencionados y que buscan evocar «la importancia de los DDHH hoy, en un momento en que se está revisando y cuestionando la validez de estos principios».
Señaló que en la sala Maggiolo se encontraban representantes de distintas organizaciones internacionales que tienen como cometido defender estos derechos como las Naciones Unidas en Uruguay, la Organización de Estados Americanos (OEA), la representación de la delegación de UNESCO regional y la Institución Nacional UNESCO, autoridades de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo, integrantes de organizaciones sociales como Crysol, el grupo de mujeres ex presas políticas, autoridades universitarias como el prorrector de Extensión, Javier Alonso y el director del Instituto de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho, Daoiz Uriarte, así como colegas de la CUDH.
Achugar subrayó que el día era «importante y simbólico en la historia de Latinoamérica»: el 5 de mayo de 1862 la joven República de México se defendió ante un intento de reconquista europea en la Batalla de Puebla. Señaló que este acontecimiento es un emblema de la lucha colectiva ante quienes quieren imponer sus proyectos e intereses por la fuerza y representa «cómo hay quienes pueden defenderse y proteger sus derechos a la vida, a la libertad de expresión y a decidir sobre los destinos de los lugares donde habitan a través de acuerdos colectivos que expanden nuestras nociones de justicia e igualdad en una comunidad». «Estas luchas son parte de nuestra historia y continúan hoy, es a partir de estas luchas que emergen los derechos que hemos conquistado», apuntó.
Asimismo, afirmó que hoy los hechos de la historia como la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en 1948, y el Golpe de Estado en Uruguay en 1973, «nos sirven para reflexionar sobre la importancia de tener principios compartidos en una comunidad para garantizar los derechos individuales y colectivos, como los derechos a tener una vida digna reconociendo la importancia de instituciones democráticas que los protejan». Remarcó que Uruguay participa de numerosos acuerdos internacionales y regionales y por lo tanto, tiene compromisos y obligaciones para buscar y alcanzar estos ideales. «Hoy nos reunimos para reafirmar nuestro compromiso con estos principios de coexistencia, convivencia y aspiraciones de búsqueda de formas colectivas para alcanzar una vida que merezca ser vivida», señaló.
El representante adjunto de las Naciones Unidas en Derechos Humanos en América del Sur, Xavier Mena, envió un mensaje a través de un audiovisual donde celebró la realización de esta mesa y expresó la necesidad de saber «dónde estamos en materia de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición»; también remarcó la importancia de «apelar directamente a la esencia de los DDHH como imperativo mínimo de respeto de la dignidad humana que permite identificar deberes concretos de los Estados en el ámbito de la justicia transicional». Mencionó que este año se recuerdan los 50 años del Golpe de Estado en Uruguay y en Chile y los 40 años del fin de la dictadura en Argentina, hechos que «dejaron profunda huella en el Cono Sur», en la vida de tantas víctimas, en el atropello a su dignidad y en el colectivo social que quedó desarticulado. En este sentido, señaló que al celebrar los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se espera «redimir su espíritu de convivencia y el valor de la justicia». De igual manera, reconoció el trabajo de las organizaciones de familiares que fueron «motor de cada uno de los avances que conocemos a la fecha». También envió un saludo especial a Belela Herrera y destacó sus aportes para la defensa de los DDHH en la región.
Belela: «un símbolo de esa persistencia contra viento y marea»
Flor de María Meza, coordinadora del área de Derechos Humanos del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio e integrante de la Comisión Coordinadora de la CUDH, repasó la trayectoria de Herrera. Relató que en junio de 1973 vivía en Chile por causa del trabajo diplomático de su esposo, César Charlone Ortega. Durante los últimos 15 meses del gobierno de Salvador Allende pudo ayudar a quienes se iban de Uruguay por persecución política, en momentos en que había denuncias de torturas y ataques a las libertades públicas en nuestro país. Ayudó a uruguayos, chilenos y ciudadanos de otras nacionalidades que eran perseguidos por las dictaduras recién instaladas en la región, les procuró refugio en distintas embajadas y participó de negociaciones para liberar a presos uruguayos en Chile.
Poco después fue contratada como funcionaria de la Agencia de la ONU para los Refugiados, donde trabajó por seis años tanto en Chile, donde tuvo varios enfrentamientos con la dictadura, como en otros países de la región ayudando a refugiados a volver a sus naciones o a recibir asilo. «Su ayuda y compromiso fue imprescindible para salvar la vida de esas personas», señaló Meza. Al dejar Chile continuó su labor en defensa de los DDHH trabajando con refugiados en América Central. Herrera regresó a Uruguay al retorno de la democracia. De 1995 a 2005 fue directora de Cooperación y Relaciones Internacionales en la Intendencia de Montevideo y luego ocupó el cargo de subsecretaria en el Ministerio de Relaciones Exteriores. En El Salvador fue subdirectora de la División de Derechos Humanos de la ONU y posteriormente en Uruguay se unió a la Comisión Nacional de UNESCO, desde donde ha tenido la posibilidad de apoyar importantes iniciativas. «Este trabajo le ha permitido promover otros DDHH como la cultura al integrar a Montevideo a la plataforma de ciudades de UNESCO».
Meza concluyó transmitiendo un mensaje de Herrera: «La defensa de los DDHH, desde los que tienen que ver con los derechos políticos al disfrute y protección de la cultura, dan fuerza y sentido a nuestra vida. La solidaridad, protección y ayuda a las personas forzadas a salir de sus hogares, desplazadas, perseguidas, garantiza que los DDHH sean protegidos más allá de fronteras».
Posteriormente, Soledad García Muñoz compartió un mensaje de Eduardo Galeano en ocasión de un homenaje a Belela Herrera en 2014, donde la describe como «un símbolo de esa persistencia contra viento y marea porque ha sostenido bien alto la bandera de los derechos de quienes no tienen más derecho que el deber de obediencia y la obligación del silencio». «Hermoso sería imaginar un mundo con muchas Belelas y más hermoso sería que este mundo fuera real, verdadero, visible y escuchado a pesar de todos los pesares», expresó.
DESCA: derechos tan existenciales como olvidados
García Muñoz resaltó que se realiza una «doble conmemoración» que le permite pensar en indivisibilidad y concepto integral de los DDHH «que necesitamos abrazar más que nunca en un contexto de cambio climático». En este marco, subrayó la importancia de la relación entre los derechos civiles y políticos y los DESCA, «que aquellas generaciones tan reprimidas en esta región del mundo bien supieron reclamar y por eso es importante rememorar el pasado reciente para pensar sobre estos derechos», indicó.
Relató que la creación de la Relatoría DESCA (REDESCA) se remonta a 2012 cuando la CIDH creó la Unidad sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales como su antesala. Señaló que los DESCA son derechos «tan existenciales como olvidados en las agendas de los Estados y de la comunidad internacional». Afirmó que son fundamentales para este hemisferio que se considera el más desigual del planeta, «no por falta de riqueza y recursos naturales sino por la absurda distribución de esa riqueza»; nuestro hemisferio es también el más peligroso para defender los DDHH y para defender el ambiente, la naturaleza y los territorios, puntualizó.
García Muñoz aseguró que los DDHH no pueden existir sin los derechos ambientales ni sin los derechos de la naturaleza, como algunos Estados están reconociendo en sus Constituciones recientemente. En este sentido, resaltó la amplitud de los DDHH que son progresivos conforme a la dignidad humana que es infinita y particularmente en estos días, en los que la inteligencia artificial (IA) está tomando un papel en nuestras sociedades, es importante tener en cuenta esta característica. Porque, si bien en relación con la humanidad la IA puede traer progreso, también puede haber riesgos para los DDHH y por eso es necesario pensar en estos con una mirada integral, explicó. Señaló que para la agenda estratégica de este segundo período de REDESCA se ha tomado como lema «hasta que la dignidad se haga costumbre» y esa dignidad está en el centro de cualquier acción de DDHH.
La Relatoría tiene como función el monitoreo de lo que ocurre en los 35 estados americanos con respecto a estos derechos y también hace un aporte de asesoría especializada a la CIDH en las medidas cautelares cuando están relacionadas con los DESCA, explicó. «Desarrollamos una labor grande en torno a la justiciabilidad de estos derechos, que muchas veces se dice que son de segunda generación, algo que rebato», explicó, por lo que la REDESCA ha desarrollado una campaña intensa para promover «una cultura de indivisibilidad de los DDHH en las Américas». Esta tarea se ha realizado en alianza con la sociedad civil, instituciones nacionales de DDHH, academia y otros actores que han sido fundamentales, agregó.
Los DESCA son parte de la gran esfera indivisible de los derechos que tenemos todas las personas y se corresponden con derechos civiles y políticos, la libertad de expresión, el acceso a la justicia, el acceso a la información, explicó. Conjuntamente, es imprescindible para pensar en una agenda de DDHH tener en cuenta el derecho a la educación, a la salud, a los derechos laborales y sindicales, el derecho al medio ambiente sano, a la seguridad social, al agua y al saneamiento, a la vivienda, al beneficio a la cultura y del progreso científico, aseguró. En esta línea, contó que desde REDESCA se trabaja en conjunto con UNESCO en «la defensa del derecho humano a la ciencia, que en el contexto de la pandemia y de la emergencia climática fue muy importante y puso sobre la mesa la importancia de exigir que las decisiones se tomen con base a las mejores evidencias científicas». Se refirió al derecho al cuidado, «que como Relatora y principalmente como feminista defiendo porque todavía necesita ser mucho más reconocido y protegido»; aún son pocos los países que tienen sistemas nacionales de cuidado y este sigue recayendo en las espaldas de las mujeres, agregó. Afirmó que el derecho al nivel de vida adecuado y el derecho al desarrollo puede ser saludable para una sociedad si se refleja en el bienestar de su población porque si no, «no es desarrollo».
García Muñoz enumeró las principales líneas estratégicas de acción de REDESCA. Mencionó el trabajo sobre el derecho a la salud y sus determinantes sociales, y el que refiere a la emergencia climática, relacionada con la crisis hídrica. Respecto a la línea sobre las migraciones, la Relatoría se propone generar un informe en países de América Central «con miras a afianzar esta mirada de cómo la movilidad humana tiene una base muy fuerte de DESCA, de reclamos, de necesidad, de lo que impulsa a la gente a irse de sus países cada vez más por falta de acceso a la salud, al trabajo digno, al agua, a la educación y cada vez más por los efectos del cambio climático, que son muy graves para las comunidades más desfavorecidas».
Otra línea estratégica para la REDESCA es la cuestión de los derechos laborales y sindicales: «que se ven desafiados en nuestra región con la informalidad laboral que es la tónica en nuestro países y también por la IA y la robotización», explicó García Muñoz. «También estamos trabajando en materia de políticas fiscales y económicas en el entendido de que sin recursos es casi imposible defender los DDHH, no sólo los DESCA», considerando que los Estados tienen obligaciones en cuanto a estos derechos por lo que deben destinar recursos, señaló. Agregó que la Relatoría está trabajando en materia de educación, ciencia y tecnología «fundamentalmente en la esfera de la libertad académica y la autonomía universitaria porque hemos identificado en la región patrones y casos donde están en jaque».
Mirada interseccional de los DDHH
En relación a la interseccionalidad en la defensa de los DDHH, García Muñoz afirmó que «no podemos dejar de tener en cuenta la igualdad y la perspectiva de género», con preocupación al ver que se trata de desdibujar con cuestionamientos muy poco serios el gran aporte de los movimientos feministas y afrodescendientes, «la interseccionalidad es un concepto que proviene del feminismo afroamericano», explicó. Agregó que es necesario hacer frente a las referencias sobre una «ideología de género» cuando en realidad el concepto de género «es una herramienta metodológica y una herramienta de acción en DDHH». Para defenderlos es preciso detenerse en el impacto diferenciado en temas como este o como el de los pueblos indígenas. También en otros colectivos que no han estado tanto en las agendas como quienes viven en la pobreza, que son millones, o trabajan en la informalidad, así como los niños, niñas y adolescentes, las personas adultas mayores y las personas privadas de libertad.
Asimismo, afirmó que los DESCA, que refieren a las condiciones sociales, económicas y ambientales para una vida digna, «no son derechos de segunda generación, no surgieron después de los civiles y políticos». Enfatizó que ya en 1948, en la Carta de la OEA, los Estados miembros convienen en que «la igualdad de oportunidades, la eliminación de la pobreza crítica y la distribución equitativa de la riqueza y del ingreso» son objetivos básicos del desarrollo integral. Planteó que en tiempos de la Guerra Fría se sesgaron los DDHH en dos categorías pero que «no tiene ningún sentido que esto siga ocurriendo» y es necesario que los DESCA «sean considerados de una vez en el centro de la agenda de DDHH».
Por último, se refirió a nuevos documentos surgidos en el marco de la CIDH a raíz de la pandemia por Covid 19 -como por ejemplo Pandemia y derechos humanos en las Américas-, los que han sido clave para los Estados. Añadió que esta pandemia nos ha obligado a pensar en derechos como el acceso a las vacunas y en nuevos derechos como el derecho al duelo de aquellas personas que no podían despedirse de sus familiares, por ejemplo. También manifestó que desde la Relatoría trabajaron en guías prácticas para los Estados porque «esta situación tomó por sorpresa a muchos».
Señaló que desde REDESCA en 2017 se lanzó el informe Pobreza y DDHH, en el entendido de que es «el gran desafío de DDHH de la región y una necesidad para el movimiento de DDHH», mencionó. También indicó que se ha trabajado en «inter-americanizar algunos principios con respecto a las empresas y DDHH» dado que muchos de los principios que existen como norma son los internacionales. De igual manera, se ha trabajado en este periodo para documentar los DESCA de las personas afrodescendientes, de las personas trans y género diverso y se ha realizado un compendio de derechos laborales y sindicales. La Relatoría también ha elaborado documentación en torno a los DDHH y la corrupción, «y es inevitable pensar cómo la corrupción afecta todos los DDHH y los DESCA en particular, cuántas escuelas, cuántos hospitales y cuántas vacunas nos faltan a causa de la corrupción», opinó. Recientemente se ha realizado una recopilación de los derechos laborales y sindicales en Cuba y actualmente se está trabajando en informes sobre pobreza, desigualdad social y cambio climático en México y Centroamérica, elaborando documentos sobre enfermedades no transmisibles y DDHH y un informe sobre seguridad privada y DDHH. Para finalizar, García Muñoz agradeció a quienes la están acompañando en este mandato que termina en agosto y que definió como «un viaje por la dignidad en las Américas».
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