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Conferencia de prensa de la Facultad de Química acerca de la situación del agua en Uruguay
El 31 de mayo la Facultad de Química de la Universidad de la República (Udelar) realizó una conferencia de prensa en el decanato de la institución, para informar acerca de las actividades de muestreo, traslado y análisis químico y microbiológico de muestras de agua potable de todo el territorio nacional, que la Facultad lleva adelante en el marco del contrato que tiene vigente desde 2004 con la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA).
En la instancia participaron el decano de la Facultad de Química Álvaro Mombrú y los docentes de la Facultad de Química, Adriana Gámbaro, Alexandra Sixto, Mariela Pistón, Ricardo Faccio y Sonia Rodríguez y la asistente académica Mónica Rosadilla.
Sixto recordó que la Unidad de Análisis de Agua de la Facultad desde 2004 le brinda a la URSEA una herramienta que le permite contar con un monitoreo propio independiente del prestador del servicio que es la OSE. La Facultad de Química realiza desde el año 2004 un muestreo en base a un plan indicado por la URSEA y le devuelve a esta Unidad la información resultante bajo un acuerdo de confidencialidad y este organismo es el encargado de publicar los resultados de los controles. Añadió que la Unidad de Análisis de la Facultad tiene una capacidad de análisis de 120 de los parámetros que están incluídos en la normativa.
Gámbaro por su parte señaló que el Servicio de la Facultad de Química que integra, el Área de Evaluación Sensorial del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, viene trabajando desde 2016 en el tema agua. Acotó que como asesora en Evaluación Sensorial integró un subcomité sobre la temática, que funcionaba dentro del Comité de Agua Potable, creado por una norma del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas. En el marco de ese asesoramiento a través de un convenio con URSEA, se realizó un estudio en la población de Montevideo sobre percepción de agua potable y niveles de algunos de los sabores más problemáticos que podían aparecer en el agua potable. A partir de esto se concretó un proyecto con la Intendencia de Maldonado para realizar esta misma investigación, financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Udelar. Aclaró que el tema de los sabores y la salinidad que se presentan en el momento actual no fueron estudiados en ese momento porque no estaban presentes.
Pistón recordó que integró varios equipos de investigación de la Facultad vinculados al tema de las aguas subterráneas, en especial un grupo multidisciplinario en el que participan también docentes de Facultad de Ciencias y que estudia el tema del arsénico. Resaltó que existen otros equipos que han estado trabajando también temas vinculados la contaminación del agua con distintos elementos como radiación, pesticidas, entre otros. Destacó que hay muchos temas en los que necesitan seguir profundizando como en los residuos de medicamentos, hormonas, metabolitos, etc., en las aguas.
Faccio destacó que en su caso viene trabajando desde hace años en el estudio de los microplásticos en distintos tipos de agua. Señaló que en los últimos días han recibido numerosas consultas acerca de los posibles efectos de tomar agua contenida en botellas de plástico en lugar de la de la canilla y acotó que sobre esto ya existen estudios internacionales que marcan que se pueden encontrar índices mayores de este elemento en el agua embotellada con respecto a la de grifo.
Rosadilla indicó que integró muchos años el Área de Química Analítica de la Facultad y del año 2006 al 2020 tuvo la oportunidad de trabajar en el Instituto de Normas Técnicas y en ese marco coordinó el Comité UNIT de Agua Potable. El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y el Ministerio de Salud Pública (MSP) toman esta norma técnica y la vuelven obligatoria a través del decreto N°375 del año 2011. Esta norma técnica define lo que es agua potable para el país: aquella agua que es apta para el consumo humano y no genera perjuicio en la salud para los consumidores, pero que además no genera rechazo del consumidor, ahí hablamos de las características sensoriales. Además de la salinidad que es hoy lo que más nos preocupa, la norma establece otros 200 parámetros que se tienen que controlar y constantemente se agregan nuevos contaminantes que hacen que esta norma se deba revisar para definir si es necesario incorporar nuevos parámetros.
La profesora Rodríguez destacó que está colaborando desde el área de microbiología de la Facultad de Química con la Unidad de Análisis de Agua. Su área ha trabajado con agua de los acuíferos, agua potable o agua de los sistemas de salud, por ejemplo agua de diálisis.
Destacó que tienen una amplia trayectoria y que se encargan del análisis microbiológico que envía la URSEA. Señaló que el problema más grande que detectaron en las aguas del país se debe a la utilización de pesticidas por parte de los productores, hay un exceso de nutrientes que están llegando a la costa del río Santa Lucía. Las floraciones de cianobacterias son un problema que OSE viene controlando utilizando carbón activado.
Remarcó que la Udelar está trabajando en un proyecto macro para contribuir a controlar este problema. Destacó que la calidad microbiológica del agua en el país sigue siendo muy buena, «ahora tenemos un problema que es inorgánico», expresó.
Declaraciones a la prensa
El decano, Álvaro Mombrú destacó el aporte que está haciendo la Facultad de Química ante esta situación que estamos viviendo como sociedad con respecto al tema del agua potable. Desde el año 2004 la Facultad colabora con la URSEA proporcionando información de muestreo de agua potable a partir de análisis que se realizan en nuestra Unidad Análisis de Agua, colaborando en el monitoreo de la calidad del agua en el que se estudian parámetros químicos y microbiológicos. Destacó que tanto la Facultad de Química como la Universidad de la República y toda la comunidad científica, están al servicio del país en forma permanente preocupados por la calidad del agua y por velar por la salud de la población. El decano definió la situación actual del agua que vive el país como «aguda» y resaltó que la Facultad ha intensificado los análisis que ya venía realizando. La problemática asimismo ha instalado una nueva perspectiva acerca de los recursos hídricos de Uruguay, en ese sentido recordó que en su comparecencia en el Parlamento en el marco de la reciente Rendición de Cuentas, la Universidad realizó una presentación con el fin de crear proyectos para estudiar este tema que afecta no solo la vida cotidiana de las personas sino también la producción nacional. «Desde el punto de vista científico, esta es una oportunidad para poner sobre la mesa varios temas vinculados al agua, no solamente la salinidad y eso fue lo que tratamos de hacer hoy desde la Facultad de Química», afirmó.
Sixto señaló que la URSEA desde febrero en adelante ha publicado en su página web los datos vinculados a la salinidad del agua en Montevideo y el área Metropolitana, emanados de los análisis que realiza la Facultad. Destacó que el plan del muestreo que la Facultad realiza en la red de distribución de todo el país, es definido por la URSEA. Explicó que aunque la Facultad puede analizar todos los parámetros establecidos por la norma e incluso algunos complementarios, por un tema de costos en los análisis se buscan los posibles parámetros que, basados en información, se piense que pueden exceder los valores máximos permitidos por la normativa. La operativa habitual de la Facultad es realizar dos muestreos semanales pero en la situación actual se han intensificado en Montevideo y área Metropolitana donde se hacen tres controles, sin dejar de realizar los análisis establecidos en otras áreas del país.
Faccio apuntó que la situación actual ha colocado en agenda la investigación acerca de la presencia de microplásticos en todos los cursos de agua, concretamente han realizado estudios en el agua de la canilla y el agua embotellada. Añadió que ya existen los primeros resultados que muestran que comparando ambas aguas, en el agua en botella se registra una concentración mayor de estos elementos y aclaró que estos son liberados por impactos mecánicos que pueda sufrir el recipiente. Señaló que actualmente también están estudiando junto a investigadores de la Facultad de Veterinaria, la presencia de microplásticos en peces. Resaltó que aunque las concentraciones de microplásticos en botellas son menores, es necesario llevar adelante estudios para saber el impacto que puede llegar a tener el aumento del consumo del agua embotellada.