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Observatorio CONTRA: Abordar el estudio de los conflictos desde una mirada interdisciplinaria
El Portal de la Udelar dialogó con algunos docentes que integran el equipo académico de la Universidad de la República (Udelar) que lleva adelante el Observatorio de Conflictos Territoriales en el área Metropolitana de Montevideo (CONTRA), para conocer más acerca de los objetivos y actividades que realizan en el marco de este proyecto.
El Observatorio fue creado a iniciativa del Programa Integral Metropolitano (PIM) en 2019 e implica un trabajo conjunto de las Facultades de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) y de Ciencias Sociales (FCS), de la Udelar.
En la entrevista con el Portal de la Udelar participaron los docentes del PIM e integrantes del Núcleo Territorio, Comunidad y Derechos Colectivos, Juan Alves, Lucía Abbadie y Marcelo Pérez -también coordinador del PIM-, Miguel Fascioli, docente de Proyecto Urbano en FADU y Carolina Oyambure, estudiante de la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual que cursa una práctica de grado en el Observatorio.
El equipo académico del Observatorio está integrado también por las y los docentes Víctor Borrás, Victoria Jorge, Sofía Cardozo, Sebastián Aguiar, Leticia Folgar, Lauren Isach, Manuel Chabalgoity, María Lucía Fernández, Valentina Torre, Sergio Rodríguez y Patrice Melé quien colabora a través de un proyecto de investigación de la Universidad de Tours.
Investigar, vincularse con los actores sociales y aprender, a partir del conflicto
Pérez resaltó que el Observatorio aborda los conflictos territoriales del área Metropolitana de Montevideo entendiendo esta temática como un campo interdisciplinar y a partir de un programa estructurado por la investigación, la extensión y la enseñanza, enfocado tanto al aprendizaje de los actores sociales como al de los universitarios.
Alves explicó que entienden el término conflicto territorial como la disputa entre dos o más posturas antagónicas, enmarcada en un espacio o territorio concreto. Añadió que un conflicto de este tipo puede establecerse por ejemplo entre vecinos, organizaciones ambientales, barriales o colectivos feministas y empresas, entre alguna de estas organizaciones y el Estado, o entre tres de estos actores juntos y se caracteriza por ser una manifestación pública, abierta, que se reconoce frente a otros y otras. El fenómeno se genera por intereses enfrentados, por desigualdad estructural o derechos vulnerados. «El conflicto es inherente a las relaciones humanas, especialmente en un contexto capitalista en el que existen clases y diferentes tipos de tensiones entre ellas pero algunos de estos conflictos tienen como condición inherente la disputa por un territorio, esos son los que enfocamos», afirmó Pérez. Aclaró que el conflicto no tiene necesariamente una connotación negativa, sino que también puede incluir aspectos positivos como permitir determinados aprendizajes. Para Pérez el abordaje de los conflictos entendidos de esta manera implica una perspectiva crítica, «comprender que los conflictos están expresando que hay asimetrías y derechos vulnerados y que son propios de una sociedad que no es armónica, justa y democrática, sino que está en disputa».
Recordó que en una etapa inicial del Observatorio se identificaron tres tipos de conflictos: los que tienen que ver con la disputa por el suelo, los que se vinculan a temas ambientales y los relacionados a disputas por el espacio público. Añadió que el objetivo del equipo no es disiparlos, descomprimirlos o negociar para resolverlos, sino, a través de la investigación, comprenderlos y entender lo que expresan. El proyecto apunta a poner todo el conocimiento recabado a disposición de los actores sociales y de la formación de grado y posgrado en la Udelar. El Observatorio se posiciona del lado de los participantes del conflicto que están en situación de asimetría, de opresión y adopta una postura en diálogo con estos actores y coherente con la visión de la extensión crítica.
Actividades
Fascioli recordó que una de las primeras actividades del equipo fue un mapeo inicial de 10 años de conflictos en la región (del 2008 al 2018) realizada a través del análisis de distintos medios de prensa, que en la actualidad está en proceso de ampliación (incluyendo artículos del 2000 al 2022). Resaltó que han realizado encuentros internacionales para intercambiar acerca de este tema, el primero de ellos fue en 2019. De alguna manera fue el evento fundacional del Observatorio, expresó, contó con la participación de los docentes investigadores Patrice Melé, de la Universidad de Tours, Francia y Ramiro Segura, de la Universidad de la Plata, Argentina.
Señaló que esta instancia fue también una oportunidad de encuentro de numerosos docentes de distintos servicios y facultades de la Udelar como el PIM, FCS y FADU, que investigaban en la temática. Estos encuentros facilitaron la concreción del Observatorio, la definición de líneas de trabajo y formas de abordaje de las temáticas. También han tenido espacios de intercambio con actores sociales insertos en territorios del área metropolitana de Montevideo donde se ubicaban algunos conflictos. Algunas de las organizaciones que participaron de estos encuentros fueron de vecinos del barrio Villa García, colectivos feministas, la Coordinadora Nacional de Asentamientos, entre otras. Alves explicó que las actividades surgen de conflictos que se generan en los territorios y de los trabajos académicos que desarrollan los docentes.
Paralelamente a estas actividades, a las que se suman también reuniones internas periódicas de discusión y organización, el Observatorio fue aplicando a llamados abiertos de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC). Fue así que ganó los fondos para llevar adelante el proyecto: «Derecho a la ciudad y conflictos urbanos» a través de una convocatoria realizada en 2019. En el marco de este proyecto, que cerró en 2022, el equipo de investigadores apuntó a ordenar la información que venían trabajando y ponerla a disposición de los colectivos sociales a través de encuentros que se desarrollaron en forma virtual, ya que la propuesta transitó el período de pandemia. Asimismo difundieron esta información a través de una serie de productos, cartelería y materiales gráficos (infografías realizadas con la participación de la licenciatura en Diseño en Comunicación Visual de FADU) que se expusieron en espacios públicos y en algunos eventos realizados en distintos puntos de la ciudad.
También han acompañado un proyecto estudiantil de extensión en Carrasco Norte vinculado a una disputa por el desalojo de un grupo de vecinos a raíz del avance de negocios inmobiliarios así como la incorporación de otras variables en el estudio de los conflictos, como la religiosa.
Temáticas trabajadas
Pérez señaló que de todos los conflictos identificados en el área Metropolitana de Montevideo, eligieron seis para trabajar, vinculados con los territorios de Ciudad Vieja, Villa García, los aledaños a los Lagos de Calcagno (Botavara y Pesquero), los que surgen de los movimientos feministas y de las personas en situación de calle en la disputa por el espacio público y los relacionados con los conflictos en torno a residuos urbanos.
Alves indicó que actualmente el equipo se encuentra en el período de cierre del proyecto I+D de la CSIC, ganador de los fondos de un llamado del 2020, «Conflictos territoriales en el área Metropolitana de Montevideo en el siglo XXI». En el marco de este trabajo tratan de colocar en discusión estas disputas desde la escena Latinoamericana. La coordinación y cocoordinación de este trabajo están a cargo de Marcelo Pérez y Patrice Melé (cuyo enfoque apunta al abordaje de los efectos de los conflictos en el territorio). Pérez señaló que para este trabajo están realizando una revisión bibliográfica y de medios, que les aportará información acerca de «dónde han colocado la mirada los académicos para producir sus trabajos y de la información que publica la prensa, qué es lo que estos medios consideran conflicto y lo que no describen como conflictos territoriales pero lo son».
Explicó que esto les aporta una visión panorámica de la temática para entender cuáles son los conflictos existentes, qué tipo de ellos predomina, si cambiaron o no en relación con la pandemia, entre otros aspectos. Señaló que un tipo de conflictos que aparecen recientemente son los ambientales y dentro de estos algunos son más visibles que otros. Por ejemplo, uno poco visible para la prensa se relaciona con los Lagos de Calcagno, vincula a territorios de Ciudad de la Costa y del Este de Montevideo donde hay una disputa territorial por la construcción de edificios en la zona próxima al Parque Roosevelt. En cambio el conflicto instalado por la construcción del ensanche de la Ruta Perimetral en la zona Oeste de Montevideo y que cruzaría territorios del área protegida de los Humedales de Santa Lucía-una disputa que involucra a vecinos de Santiago Vázquez, a la Intendencia de Montevideo y al Ministerio de Transporte-, ha estado muy presente en la prensa.
Respecto a la disputa en la Ciudad Vieja explicó que «mientras la demanda de los vecinos es por más terrenos para espacios públicos, para cooperativas de viviendas y por la reapertura del Club Neptuno, el capital quiere construir más edificios, torres o avanzar con la lógica del puerto», explicó Pérez. En Villa García entretanto el conflicto, que no aparece en la prensa, es por cuál es el destino del suelo, con los vecinos que luchan por la regularización de sus terrenos coexisten mega emprendimientos como Zonamérica con una lógica expansionista que la impulsa a una permanente pugna por extender su territorio.
Otra de las disputas actuales involucra al urbanismo feminista que apunta a la construcción de espacios públicos con perspectiva de género. Este conflicto tiene que ver con conductas que vienen denunciando los colectivos feministas, como el acoso callejero.
Pérez señaló que aunque los conflictos por el territorio existían antes de 2020, se mantuvieron durante la pandemia y la pospandemia, esta coyuntura mundial los profundizó.
Factores que favorecen los conflictos territoriales
Alves explicó que mientras el conflicto por el suelo se vincula con la disputa por la posesión de un territorio, en los relacionados con el medio ambiente debe estar presente la conciencia ambiental, «para que un conflicto de este tipo se pueda manifestar, debe existir una concepción de que algo está mal, afirmó». Añadió que algo similar sucede con las temáticas vinculadas a la desigualdad de género, «si nosotros naturalizamos el patriarcado o la desigualdad, seguramente no se genere el conflicto cuando aparezcan situaciones de este tipo», sostuvo.
En cuanto a las disputas entre vecinos y capitales por el territorio, que pueden generarse en zonas periféricas de Montevideo su área Metropolitana donde frecuentemente se instalan mega proyectos empresariales, Alves señaló que en el surgimiento de estos conflictos se combinan dos factores. Por un lado inciden las normas de categorización del suelo y una vieja política institucional de desplazar grandes industrias o emprendimientos, que necesitan grandes superficies y a un bajo costo, hacia zonas periféricas de la ciudad. Por otro lado interviene la conciencia de los actores sociales, grupos de vecinos u organizaciones y su capacidad organizativa de salir a manifestarse como sucedió en los territorios de los Lagos de Calcagno o en Santiago Vázquez donde estos actores salieron a manifestarse de forma «fuerte y contundente». Otro factor que cumple un rol en el desarrollo de los conflictos es una política de la empresa, que al identificar la existencia en el territorio de un grupo humano muy activo y organizado que puede incidir en la generación de un conflicto, apunta a disuadir a la comunidad a través de herramientas muy precisas como las políticas de responsabilidad empresarial.
Conflictos territoriales en la región
Abbadie sostuvo que estos conflictos por el territorio llegan a los distintos países de la región relativamente al mismo tiempo, «son movidas que en general se encuentran presentes en toda América Latina y causan impacto en la vida de las personas no sólo desde el punto de vista material sino también simbólico», afirmó.
Señaló que si bien en la sociedad uruguaya estas disputas suceden y se expresan, existen algunos mecanismos para frenar o disuadirlas que son distintos a los que se utilizan en otros países, por lo que a veces no se visibilizan demasiado o se negocian de una forma más amortiguada. Un ejemplo de ello se hace visible si se observan todas las reformas neoliberales de los años 90 en la región, que concluyeron con privatizaciones en países como Argentina, Brasil y Chile. En Uruguay en cambio a través de negociación y un movimiento social muy fuerte, las privatizaciones no se concretaron o no se dieron a una escala tan grande. Otra particularidad de nuestro país se vincula con la forma en que se realiza el trabajo de investigación, este se desarrolla en conjunto con los actores sociales y como estos no cambian demasiado, se genera un vínculo que permanece en el tiempo.
Desafíos y perspectivas
Pérez destacó que una de las dificultades del Observatorio radica en que no cuenta con recursos propios. Por ello el trabajo se sostiene fundamentalmente con las horas de los cargos que ocupan los docentes del equipo en las Facultades y servicios de la Udelar a los que pertenecen y con los estudiantes de carreras de FADU y de FCS que se vinculan con el Observatorio, como las Licenciaturas en Diseño y Comunicación Visual y en Sociología, entre otras. En este sentido Oyambure se vincula al Observatorio en el marco de una práctica curricular de investigación, la carrera de Licenciatura en Comunicación Visual le brinda la posibilidad de integrar temas de otras áreas.
Oyambure señaló que además de los trabajos propios de investigación vinculados al territorio de Ciudad Vieja, el Observatorio realiza actividades de difusión. Frente a la disputa por el territorio en esta zona de Montevideo se intenta aportar conocimientos o hacer más accesible la información a los actores que participan en el conflicto, colectivos de vecinos y organizaciones, para que tomen decisiones informadas. Frecuentemente el acceso a esta información es complejo por referirse a algún tema del área científica o provenir de documentos que por el volumen o formato resultan difíciles de entender por parte de los vecinos, por eso la comunicación visual tiene un rol importante a la hora de visibilizar información que no está muy clara y facilitar su análisis.
Fascioli resaltó que esta es una de las particularidades del Observatorio que lo diferencian de otros espacios similares de la región, un fuerte componente de extensión que hace que intente acercarse a los conflictos de otra manera. Para los primeros días de octubre de 2023 tienen planeado realizar un seminario en el que además de socializar los resultados del Proyecto CSIC: Conflictos territoriales en el área Metropolitana de Montevideo en el siglo XXI, que está en curso, cuenten también con el valioso aporte de destacados investigadores internacionales, entre ellos Melé, Segura y Patricia Pintos, también de la Universidad de la Plata, como de los propios actores sociales que disputan los distintos territorios.