El profesor de Oncología Clínica, Gabriel Krygier, agradeció la presencia de autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del Parlamento, así como de la Udelar y del hospital universitario, además de personal médico, técnico y de enfermería, estudiantes, representantes de la Asociación Civil Dame tu Mano, del Servicio Voluntario «Damas Rosadas» y de la Fundación Clarita Berenbau, entre otras organizaciones, empresas y personas que colaboran con este proceso asistencial.

Krygier explicó que Dignicap es el primer equipamiento automatizado para prevenir la caída del pelo provocada por la quimioterapia en pacientes oncológicas; su uso se aplica sobre todo al cáncer de mama pero también en casos de cáncer de ovario y otros tumores, señaló. Agregó que el primero de estos equipos se incorporó al Programa de Rápida Resolución del Cáncer de Mama en 2021. 

Destacó el trabajo del personal de salud que acompaña día a día a las pacientes que utilizan Dignicap durante su tratamiento de quimioterapia en el servicio, bajo la coordinación de la doctora Clarita Rodríguez, «controlando que esto siga y que sea un éxito». «La caída del pelo sin duda es uno de los efectos secundarios con mayor impacto emocional en las pacientes» y uno de los que más les preocupa. Dicha caída genera impacto psicológico, afecta la interacción social y provoca situaciones de estrés, depresión y ansiedad, indicó.

La quimioterapia actúa en todas las etapas del ciclo del folículo piloso y todos los tratamientos que se realizan en este servicio lo afectan, enfatizó, por eso es tan importante que las pacientes accedan al uso de Dignicap. El equipo consiste en un sistema que hace circular líquido refrigerante. Este se distribuye uniformemente en un casco flexible colocado sobre el pelo de la paciente de manera que el enfriamiento -que previene o aminora la caída del cabello-, sea constante y uniforme. Las usuarias utilizan el casco refrigerante antes y durante el tiempo que reciben su tratamiento por vía intravenosa, explicó Krygier.

El profesor presentó un informe sobre el primer año de uso de Dignicap. El estudio se realizó sobre el grupo de las primeras 24 pacientes de ASSE habilitadas a recibir el tratamiento con este equipo. Entre estas, 14 (58,4%) completaron el tratamiento, mientras que otras 5 (20,8%) lo están realizando actualmente. Además, 5 pacientes cancelaron el tratamiento: 2 de ellas porque habían perdido más de 50% del cabello -lo que de acuerdo a estándares internacionales es un tratamiento «no exitoso»- y 3 lo hicieron por intolerancia a la hipotermia, explicó Krygier. Con base en estos datos el equipo continúa evaluando la posibilidad de ajustar algunos planes de quimioterapia, en la frecuencia y duración de la sesión, manteniendo su efectividad. El profesor agregó que la autopercepción de los efectos entre las pacientes fue «extremadamente favorable»: casi 90% consideró que perdió menos del 25% del pelo. 

Finalmente anunció que con este segundo equipo Dignicap, a través de los correspondientes convenios el Hospital de Clínicas comenzará a recibir pacientes que requieran de este servicio y provengan de instituciones privadas de asistencia médica, ya que el hospital universitario es el único centro de salud que cuenta con este equipamiento. 

Por su parte la nurse Gabriela Latorraca declaró que «es un gran orgullo» para ella y para el equipo de salud trabajar en este servicio. Destacó las recientes mejoras en el espacio, incluyendo su distribución e iluminación, lo que permite mejorar el control de los tratamientos, obtener buenos resultados y ante todo aportar a la dignidad de las pacientes. Reafirmó la gran importancia que tiene para estas usuarias la caída del cabello: «para ellas es una gran limitante y muchas veces condiciona el tratamiento», expresó. 

El lugar de la paciente

La profesora María Guerrina presentó los resultados de dos años de funcionamiento del Programa de Rápida Resolución del Cáncer de Mama, que fue creado en 2021 con el apoyo del Parlamento. Señaló que este constituye una unidad funcional que introdujo una innovación en el modelo de gestión en salud respecto a esta enfermedad, mejorando la calidad de la atención. Si bien el equipo que trabaja en el servicio es diverso y muy numeroso su interacción es muy buena, indicó. Para lograr esto es fundamental el rol de la nurse navegadora que acompaña a las pacientes en su ruta de diagnóstico y terapéutica, remarcó, ya que su tarea favorece la adherencia de las usuarias al tratamiento, permite verlas en su globalidad, conocer mejor sus necesidades particulares y aportarles apoyo desde las dimensiones social y psicológica.

Guerrina informó sobre el funcionamiento del servicio en 2022 y el período enero-setiembre de 2023. Señaló que en 2022 en el programa se incluyeron 164 usuarias de las cuales 69 tuvieron el diagnóstico de cáncer de mama, mientras que en 2023 consultaron 113 pacientes, de las cuales hasta ahora 33 tienen dicho diagnóstico confirmado. Señaló que el diagnóstico de Anatomía Patológica es muy importante en este proceso y una vez obtenido este resultado, el equipo discute en conjunto el tratamiento adecuado. También indicó que el registro y análisis de los datos sobre las pacientes permite una evaluación continua de las intervenciones terapéuticas utilizadas. Destacó que se incrementó el personal del área de imagenología, lo cual también resulta fundamental para acelerar los procesos y además, se incorporó equipamiento. Finalmente explicó que se trabaja para cumplir con los objetivos y estándares de calidad que proponen las guías internacionales para este tipo de servicios. 

Villar por su parte reflexionó que es muy importante para un hospital contar con equipos de salud como el que lleva adelante este programa, a los cuales vale la pena «darles toda la piola posible» para que vuelen solos. Valoró que este grupo en particular tiene una conformación muy buena donde todas la miradas están integradas; además, va detrás de objetivos claros que son a la vez «muy cercanos al lugar del paciente», es decir, se trabaja mirando desde su lugar y no desde el lugar de los médicos. La idea de que «sea el equipo el que se mueva alrededor de la paciente» y no a la inversa parece sencilla pero no lo es, puntualizó. Señaló que el hospital universitario espera replicar este tipo de experiencia de trabajo; en esta dirección avanzan ahora el Programa de Cáncer de Próstata y el de Cirugía Cardíaca y se continuará en la medida en que haya recursos disponibles, indicó Villar..

El director destacó que el Senado aprobó por unanimidad asignar al Hospital de Clínicas 150 millones de pesos cada año destinados a realizar obras de remodelación en su edificio, con el objetivo de conformar «un hospital nuevo» en 2030. «Esto muestra que esto es una política de Estado, es decir, estar todos juntos apoyando al Hospital de Clínicas. Nosotros tenemos que estar a la altura de ese apoyo porque la población confía en nosotros», resaltó. 

En tanto el subsecretario del MSP, Jose Luis Satdjian, destacó que gracias al trabajo de todo el equipo del hospital «se están rompiendo paradigmas», y uno de ellos es que «el sector público deriva del sector privado». Hoy, gracias a la incorporación de los equipos Dignicap, usuarias del sistema de salud privado o particular podrán atenderse en el Hospital de Clínicas, resaltó. Agregó que una de las principales obligaciones de los gobernantes y las instituciones de salud es salvar vidas y mejorar su calidad, y este aspecto se destaca en el caso de la incorporación del tratamiento con Dignicap. Señaló que sin duda desde su cartera se seguirán impulsando iniciativas como la de este programa que apunten a mejorar la salud de la población. 

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