El Congreso, que se desarrolló el 8, 9 y 10 de noviembre en el Centro de conferencias de la Intendencia de Montevideo, tuvo la consigna central: «Participación social para ejercer el derecho a la salud» y cerró con el homenaje a Pablo Carlevaro, en el cierre se presentó un espectáculo artístico. 

Congreso

El Congreso abordó las diversas acciones desarrolladas en el marco de la estrategia de municipios y comunidades saludables y las políticas de extensión universitaria llevadas a cabo por el Programa. Algunos de los temas que se trabajaron en los encuentros fueron: personas mayores: autonomías, participación y derechos; infancias y pobreza; adolescencias y juventudes; salud comunitaria y participación social; salud mental y abordaje comunitarios; alimentación y nutrición con perspectivas de derechos e impactos ambientales, salud en comunidad y participación. El evento contó también con exposiciones de centros universitarios regionales como la titulada: «Universidad, Participación Social y Salud», a cargo del Cenur Litoral Norte y con conferencias de investigadores internacionales, entre ellos Mauro Serapioni del Centro de Estudios Sociales (CES) de la Universidad de Coimbra (UC)-Portugal e Investigadores del Consejo Nacional de Salud de Brasil.

El director del Apex, Miguel Olivetti resaltó que el Congreso fue muy activo, contó con numerosas propuestas y todos los salones en los que se desarrollaron las actividades estuvieron en permanente movilidad, intercambio y producción a todos los niveles. Añadió que sería necesario un buen tiempo de trabajo para procesar toda la información producida en los distintos ejes abordados. 

Manifestó asimismo la alegría del equipo que integra el Programa Apex por la forma en que se desarrolló el Congreso y señaló que esta fue una de las acciones dentro de una serie de actividades llevadas adelante en el marco de los 30 años de la fundación del Programa Apex. Las actividades en homenaje a este aniversario, comenzaron con el «Coloquio Paulo Freire» y el «Ciclo de Pensamiento Crítico», una de las propuestas principales. Destacó no obstante que el Congreso fue «la piedra fundamental de esta celebración» y además llevó el nombre Pablo Carlevaro «en honor a la persona y al símbolo y para resaltar el significado que este tiene para la extensión universitaria y para el Programa Apex». 

Homenaje a Pablo Carlevaro

El homenaje a Pablo Carlevaro estuvo a cargo del docente del Programa Integral Metropolitano (PIM) y del Instituto de Educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, de la Udelar, Agustín Cano, quien realizó una ponencia acerca del pensamiento y trayectoria de Carlevaro. Previo a la charla de Cano, se exhibió un breve audiovisual que recopila imágenes de algunas de las actividades que llevaba adelante Pablo Carlevaro, así como pequeños fragmentos de sus discursos, que reflejan lo que fue su pensamiento. 

«Es un gusto y una responsabilidad estar aquí entre ustedes hablando de Pablo, ya que en el homenaje se encuentra presente parte del equipo que realizó la compilación del libro «La Universidad Querida», un material que reúne textos, discursos y entrevistas de Carlevaro», expresó Cano al comenzar su exposición. Asimismo celebró la posibilidad de «dialogar en torno a lo que significa recordar en el presente a Pablo Virgilio Carlevaro Bottero». 

Un universitario al que «nada de lo humano le era ajeno» 

Resaltó que en el transcurso de la vida de Carlevaro que se extendió de fines del año 1927 al 31 de octubre de 2015, el mundo pasó por grandes cambios y procesos históricos. «El año que nació los marines de Estados Unidos invadieron Nicaragua y comenzó así la lucha libertadora de Sandino, en Massachusett, Estados Unidos; el Estado Norteamericano asesinaba a los anarquistas Sacco y Vanzetti;  en Italia Mussolini creaba los grupos universitarios fascistas, encargados de la formación de los recambios dirigentes de su dictadura y en Uruguay por primera vez en la historia de todo el Cono Sur, votaban mujeres en una elección en el plebiscito de Cerro Chato», expresó. «En el  2015, año en el que murió Pablo,  Michel Temer se sumaba a las conspiraciones que terminarían con el derrocamiento de Dilma Rousseff; en Nicaragua Daniel Ortega promediaba su tercera presidencia, pese a que la reelección estaba expresamente prohibida en la Constitución Nicaragüense; y la fotógrafa turca Nilufer Demir registró el cuerpo muerto del niño kurdo de tres años de edad, Alan Kurdi, ahogado en el mar Egeo cuando junto a su familia intentaba llegar a Grecia en un barco de traficantes humanos», añadió. «Estas efemérides intentan dar marco y sustancia a una trayectoria como la de Pablo, en la que tiempo vital y tiempo histórico fueron en gran medida, en muchos momentos, el mismo tiempo», acotó. 

Resaltó que ser universitario en Carlevaro significa «una unidad compuesta por distintos elementos que hoy no es frecuente encontrar unidos». Uno de estos elementos fue «una condición intelectual ligada al cultivo de lo universal, que permite ubicar el conocimiento, incluso el especializado, dentro de una vasta cultura general, para la cual nada de lo humano le era ajeno». Otras de las características presentes en Carlevaro fueron  una ética crítica, ligada al apego innegociable al ideal Kantiano del uso público de la razón y un decidido compromiso social que llevó adelante como médico, como científico y como profesor, articulado con los principios democráticos y democratizadores de la Universidad Latinoamericana. 

«Compromiso social, libertad, antiautoritarismo y democracia directa»

Cano destacó que el Carlevaro universitario comenzó a gestarse en el movimiento estudiantil en la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). En este sentido señaló que perteneció a una generación gloriosa de la FEUU, compenetrada con los ideales de la reforma de Córdoba a la que consideraba en sus propias palabras: «un hecho de importancia sociológica y cultural que une y vincula singularmente a nuestros pueblos de América Latina». Resaltó que esta generación de la FEUU en una sola década conquistó en 1951, con movilizaciones y huelgas obrero estudiantiles, la inclusión de la autonomía y el cogobierno en la constitución de la Udelar, la integración del Hospital de Clínicas a la Universidad en 1953 y la Ley Orgánica de la Universidad en 1958.

Su formación temprana también recibió la influencia de una generación de médicos anarquistas como José Gomensoro, Carmen María Fosalba y Virgilio Botero. Fue así como «en el pensamiento médico, universitario y educativo de Carlevaro, el compromiso social, la libertad, el antiautoritarismo y la democracia directa, son principios coherentes con ideales de emancipación cultural y social general». En este sentido para Carlevaro la autonomía y el cogobierno en la Universidad son principios acordes con una concepción educativa «en libertad y para la libertad» y la autonomía una condición para el pensamiento crítico. 

Cano recordó que en 1969, cuando Carlevaro fue electo decano de la Facultad de Medicina de la Udelar por primera vez, lideró un colectivo de docentes y estudiantes que impulsó una transformación profunda de la formación médica, partiendo de una concepción integral de esta formación y entendiendo a la extensión universitaria como ámbito y como método. Promovió la participación comunitaria en salud, desarmó los reduccionismos biologicistas en la investigación, la enseñanza y la asistencia y combatió la mercantilización en la medicina. 

En setiembre de 1973 el Sindicato Médico del Uruguay realizó un acto en repudio al golpe de Estado en Chile, una iniciativa muy valiente porque Uruguay ya se encontraba en dictadura también. En esa oportunidad Carlevaro escribió una semblanza de Allende y Cano señaló que algunas de las características del presidente chileno asesinado por la dictadura militar, que Carlevaro destacaba en esa semblanza, valían también para sí mismo, como la que expresaba en uno de los párrafos: «entendiendo por qué muere el pueblo en Chile, entendió cómo vivir, entonces compromiso médico y compromiso social, fueron el mismo compromiso».

Algunos pasajes del discurso que Pablo Carlevaro brindó al asumir como decano de la Facultad en 1969 reflejan su pensamiento que fue totalmente coherente con su accionar durante toda su vida. «Soy simplemente digno como ustedes, nuestro único delito es tener opiniones y no callarnos», expresaba en este discurso. En la misma exposición refiriéndose a los motivos que lo llevaban a aceptar la responsabilidad de ser decano de la Facultad, entre otros señalaba: «Acepto para impulsar una nueva manera de formar médicos que además de capacitar técnicos haga hombres con sentido de servicio social, con verdadero amor por la tarea…». 

Para finalizar Cano resaltó el pensamiento y la trayectoria de Carlevaro como legado: «se trata de un legado grande, caracterizado por un posicionamiento activo, una ética sustentada en la crítica, la autonomía y como decía Jorge Errandonea, de Bellas Artes, la libertad de dudar y soñar sin dogmas». «Su legado es sobre todas las cosas un pasaje de posta, nosotros y nosotras ¿qué vamos a hacer?», concluyó Cano. 

Biografía de Pablo Carlevaro con motivo de su fallecimiento. PIM-Udelar

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