Arim se refirió a los desafíos actuales a los que se enfrenta América Latina. Destacó que aunque existe una cierta heterogeneidad en el  escenario regional, «se observan algunas tendencias que son preocupantes. Una de ellas es el avance de gobiernos autoritarios con ataques directos a la vida de las universidades como espacios de libertad de expresión y de discusión que en última instancia son expresión de la democracia deliberativa en su mejor versión». 

Casos preocupantes en América Latina

Citó como ejemplos la situación actual de Argentina cuyas posibles derivaciones se desconocen aún y el contexto vivido en Brasil durante el gobierno del presidente Bolsonaro, donde se llegó a plantear que el Estado dejara de financiar las Humanidades, las Ciencias Sociales o las investigaciones vinculadas a temas como el cambio climático. «Es el avance de un conservadurismo que además está asociado a espacios que niegan la libertad académica como construcción propia de la humanidad», afirmó. 

Añadió que esta preocupación no se limita a la coyuntura actual sino que se extiende al largo plazo. «Dotaciones presupuestales insuficientes como las que tenemos hoy en la mayoría de los países, generan problemas para mañana, si no somos capaces de formar más jóvenes a alto nivel en todas las áreas de la ciencia y de la cultura, difícilmente tengamos un futuro promisorio y justo para América Latina y el Caribe», opinó. 

Algo similar sucede con la ciencia y la tecnología, «estamos perdiendo la dinámica propia de un mundo que está girando cada vez más en torno al conocimiento como el principal activo para el desarrollo y eso es extremadamente grave», añadió

Por eso resaltó la importancia de este encuentro y otros foros de intercambio, a través de los cuales las universidades buscan generar «un espacio común que les permita enmarcar la discusión conceptual sobre la educación superior en un sentido yo diría progresista, que sea un soporte para el bienestar colectivo y la equidad».

Señales alentadoras

Arim marcó por otra parte algunas señales de avances en la región por ejemplo en Brasil que está recuperando un protagonismo importante en distintas áreas como la educación superior en la que ha realizado un convenio con la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM) que va a permitir sostener programas de intercambio de docentes a nivel de posgrado por un valor de 20 millones de dólares. «Es una apuesta no solamente a la educación superior sino también a la integración de la educación superior en el continente, una herramienta común en Europa pero que casi no existía en América Latina», sostuvo. Otros ejemplos positivos se están dando en Colombia donde se está discutiendo la gratuidad de la educación superior y Chile que está reviendo su sistema educativo que ha heredado numerosas disposiciones de la época de la dictadura. 

Uno de los desafíos para las universidades de América Latina que identifica es no convertirse en «Torres de Marfil donde finalmente creemos que nos justificamos a nosotros mismos». «Si no nos defiende la sociedad, las universidades son espacio de riesgo para cualquier pensamiento conservador que vea en la Universidad un riesgo de libertad de expresión», añadió. Entiende que para afrontar este desafío un elemento central es la apuesta continua, constante, a la comunicación y a la articulación con otros actores sociales y la transmisión a la sociedad del valor de lo que hace la Universidad como institución, como sucedió con el COVID-19. «Parte de lo que tenemos que mostrar es que somos capaces de transformarnos en pos del bienestar colectivo», expresó el rector de la Udelar. 

En este sentido consideró que la agenda de ciencia abierta es extremadamente importante en el siglo XX «porque podemos vivir la contradicción que se da a escala planetaria de que tenemos fondos públicos que se invierten en la generación de conocimiento y los resultados de esa investigación son apropiados a escala privada y eso es parte de lo que tenemos que evitar». Por ello la Udelar instrumenta algunas estrategias como la de incluir en todos los convenios que firma con terceros, cláusulas que establezcan que los resultados de la investigación pueden ser utilizados con fines académicos y con el objetivo de apoyar proyectos de otras áreas.

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