Las detecciones se produjeron alrededor de las 14.30 horas, cuando la Luna no se ve en la parte visible del espectro. Se realizaron con una antena (paraboloide) de 4.2m de diámetro, y su receptor centrado en una frecuencia de 11.5 GHz, más un radiómetro de diseño propio. La antena y el receptor utilizados pertenecen a Antel y forman parte de un sistema de comunicaciones satelitales que la empresa de telecomunicaciones utiliza ocasionalmente como backup en su Estación Terrena.

Estas actividades forman parte del Doctorado en Ingeniería Física de Manuel Caldas, y fueron posibles gracias a una estrecha colaboración con Antel (que ha puesto a disposición parte de la infraestructura de la Estación Terrena, más el enorme apoyo comprometido de su personal técnico) y el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional Autónoma de México-Campus Morelia, a través del Dr. Stan Kurtz, co-orientador de la tesis.

Fue muy importante también para la realización de esta actividad, el apoyo económico recibido a través del Programa de Beca de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República y la Facultad de Ciencias (ADUR-FCIEN) y del Pedeciba-Física, que permitió la adquisición de componentes necesarios para la construcción del radiómetro.

La colaboración y experiencia adquiridos en el marco de este trabajo constituyen un hito fundamental en el desarrollo de nuevas líneas de investigación científica y técnica en el país, dado que la radioastronomía es una disciplina que conjuga indisolublemente áreas diversas de la ingeniería y la astronomía.

Fuente: Facultad de Ciencias

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