El equipo de investigadores que realizó este hallazgo está integrado por los paleontólogos Matías Soto, Felipe Montenegro y Daniel Perea, del Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias, José Carballido, del Museo Paleontológico Egidio Feruglio de Chubut, Argentina, y Max Langer y Julian Silva, del Departamento de Biología de la Universidad de San Pablo, Brasil.

Este descubrimiento tiene algunas particularidades que la convierten en un hito, entre ellas que se encontraron más de cien huesos e incluso huevos de dinosaurio mezclados con estos restos y que pudieron ponerle a la especie descubierta un nombre nuevo para la ciencia que homenajea a la Universidad de la República y al país, «Udelartitan Celeste». La especie identificada es un tiranosaurio, una especie de dinosaurio que data del final del periodo geológico denominado Cretácico. 

Antecedentes

Soto explicó que existe una tradición de varias décadas en Uruguay en el estudio de mamíferos, pero en cambio las investigaciones sobre dinosaurios son relativamente nuevas y los trabajos que se han realizado sobre estos animales han sido más esporádicos. El primer hallazgo de restos de dinosaurio, fue en 1929 y hasta 1980, no se generaron nuevos conocimientos en la temática. Fue en el último siglo y particularmente la última década, cuando se han suscitado la mayor cantidad de trabajos. Existen numerosas características de los dinosaurios que los diferencian de los grandes mamíferos a la hora de identificar restos fósiles, entre ellas su cola larga, la forma y número mucho mayor de las vértebras, sus huesos de gran peso y la roca en la que se encuentran debido al período geológico al que corresponden (Cretácico).

En Tacuarembó se encontraron dientes de dinosaurios carnívoros y huellas de todos los tipos de dinosaurios, en Paysandú, donde se halló el Udelartitan Celeste también se encontraron anteriormente dientes de dinosaurios de cuello corto, y  en el resto de las regiones del país se han realizados hallazgos dispersos de huevos y huesos. En estos últimos territorios es más complejo el descubrimiento porque se trata de buenos suelos, con abundante cobertura vegetal, por lo que es difícil acceder a la roca que es donde se encuentran los fósiles. Frecuentemente los hallazgos se realizan en forma casual en estos terrenos como por ejemplo cuando se cae un árbol y se encuentran huevos de dinosaurio debajo de sus raíces o cuando al arar la tierra queda al descubierto una roca y se encuentran huevos allí. 

Recordó que entre 2021 y 2022 el equipo de investigadores de Facultad de Ciencias llevó adelante estudios de restos hallados en los departamentos de Florida y Río Negro, sobre los que realizaron publicaciones. En el caso del hallazgo de Florida se trataba de abundantes restos a diferencia del de Río Negro en el que se encontraron tan solo una o dos vértebras, aunque estas eran tan particulares que pudieron ponerle nombre. No obstante se trataba de una especie que ya había sido encontrada anteriormente en Argentina. 

También se habían encontrado anteriormente restos de animales de cuello largo (saurópodos) más antiguos en el departamento de Tacuarembó, como una huella del período geológico Curásico, pero no eran titanosaurios, estos no existían aún en ese período. En lo que se refiere a restos pertenecientes al período Cretácico como los de «Udelartitan Celeste», Soto recordó que se han hallado huesos y huevos de tiranosaurios en varios lugares del territorio uruguayo como el litoral del río Uruguay, en el centro del país, en Canelones, pero es la primera vez que se encuentran en tanta cantidad. 

Proceso de trabajo luego del hallazgo de los restos

El proceso de recuperación de restos en territorio luego que se realiza un hallazgo como por ejemplo en el caso de restos de mamíferos, suele ser tedioso y puede llevar meses o años.  Es frecuente que sea necesario escarbar el terreno y luego de extraídos los restos remover  con un torno en el laboratorio, la roca en la que  los huesos se encuentran insertos. En el caso del Udelartitan Celeste se facilitó el trabajo porque la roca donde se hallaron los restos se había erosionado convirtiéndose en arena y los huesos por su gran dureza y peso debido a que incorporan sílice, sobrevivieron a esta erosión, por tanto se encontraban sueltos en la arena.

Soto explicó que luego de descubrir los restos viene el verdadero trabajo, identificar la familia y la especie a la que pertenecen. Para ello se toman fotografías a los restos, se los mide, se los compara con huesos hallados en otros países. Esta comparación se realiza a través de la bibliografía, de los museos o trabajando con expertos en el tema como fue el caso del equipo de la Facultad de Ciencias, que contó con la participación del investigador argentino José Luis Carballido, especialista en saurópodos.

En lo que se refiere al Udelartitan Celeste lo más fácil y rápido fue identificar la familia o el gran grupo al que pertenecen los restos, el de los Titanosaurios, por la forma de todas sus vértebras, cóncava adelante y convexa atrás. La única excepción la presentó la primera vértebra de la cola que es convexa de los dos lados y fue la que permitió a los investigadores identificar el subgrupo muy particular dentro de los Titanosaurios al que pertenecen los restos. Sólo cuatro o cinco titanosaurios entre las decenas de especies identificadas en el mundo, tienen esta  característica.

Luego de realizado este estudio los investigadores publican en revistas científicas una descripción detallada del hallazgo. En el caso del equipo de la Facultad de Ciencias, acaban de realizar la tercera publicación acerca del Udelartitan Celeste, el artículo  Relaciones filogenéticas de un nuevo titanosaurio (Dinosauria, Sauropoda) del Cretácico Superior de Uruguay, mucho más detallada que las dos anteriores y que formalizó el nombre para la nueva especie.  

«Es importante que el trabajo quede completo e ilustrado porque investigadores e investigadoras de todo el mundo podrán comparar sus descubrimientos consultando los documentos acerca de esta especie identificada en Uruguay o viniendo al país a ver las colecciones de fósiles»,  resaltó Soto. 

Importancia del Udelartitan Celeste

Soto señaló que el hallazgo tuvo mucha repercusión a nivel nacional e internacional.  «Uruguay no era un país muy conocido por aportar restos de dinosaurios y el equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias está intentando cambiar eso», afirmó. Añadió que con el nombre quisieron homenajear a la Udelar. Además quisieron que en el nombre estuviera presente el país y eligieron celeste vinculándolo también al reciente campeonato mundial obtenido por la selección uruguaya.

Soto explicó que para que la comunidad científica internacional acepte que los restos hallados tomen el nombre de una nueva especie los investigadores deben demostrar que esta «tiene características únicas o una combinación de características que pueden estar en otras especies identificadas, pero todas juntas solo se dan en él».

El descubrimiento tiene importancia también para el equipo de investigadores que desarrolló el trabajo, por un lado a nivel colectivo consolida la línea de investigación y abre la puerta para seguir trabajando en la presencia de restos de dinosaurios en Uruguay. Por otra parte en cuanto al aspecto personal, Soto resaltó que «es una gran satisfacción porque nombrar un dinosaurio es como el sueño del pibe, había participado en equipos en los que se nombró un pterodáctilo, una tortuga, pero hasta ahora nunca me había tocado nombrar un dinosaurio». 

Otro aspecto importante del trabajo fue el vínculo que los investigadores de la Facultad de Ciencias generaron con sus colegas argentinos y brasileros y la continuidad de este tipo de trabajos colaborativos con ellos, en especial con los investigadores brasileños que están  llevando adelante un proyecto del período Cretácico en Sudamérica. 

Esta repercusión logra también que paleontólogos u otros científicos que quizás no habían mirado nunca para Uruguay ahora le presten atención y puedan surgir visitas de colegas, entre otras oportunidades, añadió Soto. En ese sentido señaló que el equipo de investigadores de Facultad de Ciencias recientemente ganó un proyecto de la Jurassic  Foundation, para estudiar la presencia de restos de dinosaurios en el departamento de Tacuarembó. 

En cuanto a la difusión del conocimiento generado acerca de los dinosaurios en Uruguay, Soto recordó que recientemente junto a un colega argentino, Sebastián Apesteguía, publicaron un libro titulado: El Uruguay de los dinosaurios, que tiene el fin de divulgar todo este conocimiento. Asimismo en el marco del Día Internacional de los Fósiles que se celebra anualmente en la Facultad de Ciencias durante el mes de octubre, en 2024 es probable que se exhiban algunos huesos del y una escultura realizada por un artista uruguayo.

Libro El Uruguay de los dinosaurios

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