Virginia Vilche, delegada del Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario (SCIBU) en la Comisión Central de Cuidados fue la responsable de moderar la actividad de apertura. A modo de introducción de la Jornada explicó que en principio se priorizarían tres poblaciones objetivo de la política de cuidados: infancia y primera infancia; personas mayores con situación de dependencia y personas en situación de discapacidad, pero la idea fue que, a partir de los intercambios en la actividad, se pudieran identificar otros grupos objetivo de esta política. 

En la mesa de apertura participaron el rector interino de la Udelar, Alvaro Mombrú; Susana Tomé, asesora de la Comisión Abierta de Equidad y Género (CAEG); Victoria Espasadín, coordinadora del equipo asesor CAEG; María Noel Díaz, integrante de la Comisión Central de Inclusión en Discapacidad y Gimena Alvarenga, integrante del Observatorio para la igualdad de Género en la Udelar.

«Una Universidad más humana y humanista»

Mombrú felicitó a la Comisión organizadora de esta jornada por la iniciativa de construir de forma colectiva y participativa, «políticas que hacen al cuidado, en las que la Udelar viene transitando desde hace algunos años». En este proceso se enmarcan los centros de recreación y cuidados, que funcionan en varias Facultades. Estos espacios, que desarrollan sus actividades fundamentalmente en períodos de vacaciones pero en algunos servicios se abren todo el año, «son una experiencia que ha demostrado ser muy importante y valiosa porque implica aliviar la carga de quienes cuidan y brindarles la posibilidad de contar con tiempo como para trabajar en la Udelar, llevar adelante sus proyectos y poder avanzar en sus carreras».

Entiende que profundizar y ampliar la política de cuidados en la institución «hace a una Universidad que se preocupa por todas y todos, más cercana, más humana y humanista» «Esta instancia nos da la posibilidad de seguir avanzando en forma más consensuada en aspectos de esta temática que sean de interés y de desarrollo para toda la Universidad», concluyó Mombrú. 

Generar debates y acciones de sensibilización

Tomé resaltó que la jornada es resultado de un trabajo de la Comisión Central de Cuidados que llevó meses y realizó un breve resumen acerca del origen e historia de esta comisión. Recordó que se creó en 2019 por resolución del Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar con el cometido de problematizar y llevar adelante acciones en todos los aspectos vinculados con los cuidados dentro de la institución. El primer paso de la Comisión fue adherirse a la agenda de los servicios universitarios que ya venían trabajando en esta línea. En esa época comenzaron a crearse los espacios de recreación y cuidados y se instaló el centro de primera infancia en Paysandú. 

Añadió que otra de las líneas de trabajo de la Comisión fue colocar en debate qué son los cuidados porque «no es un concepto fácil». Se acordó que esta política en la Udelar debía basarse en tres principios básicos: la corresponsabilidad de las tareas, es decir, entender a los cuidados como una cuestión social y no como una tarea exclusiva de los hogares y de las mujeres; la solidaridad intergeneracional; y el enfoque de los cuidados con una perspectiva de género. Tomé resaltó también que en estos seis años de trabajo la comisión ha creado documentos, brindado asesoramiento y construido articulaciones con distintos espacios de la Udelar en torno a la temática. En este marco ha logrado la aprobación del fondo que financia desde hace tres años los centros de recreación y cuidados en los servicios y en 2021, la inclusión de un artículo que contempla los cuidados en la política universitaria de implementación del Modelo de Calidad con Equidad de Género (MCEG).

Espasandín entiende que aunque esta incorporación de un ítem sobre cuidados en el MCEG implica que la Universidad busca generar un compromiso político con el tema, pero «es necesario profundizar mucho sobre qué acciones y políticas asume la Universidad en este momento y cuáles son sus responsabilidades». 

Para Espasandín es fundamental generar acciones de sensibilización y problematizar acerca del tema cuidados, colocarlo en el centro. En ese sentido recordó algunas campañas en el marco del 8 M realizadas desde la CAEG en coordinación con la Comisión Central de Cuidados. 

Resaltó que otra línea de trabajo de la CAEG vinculada a esta temática apunta a contar con sistemas de información y bases de datos acerca de esta temática, y destacó el papel que juegan las encuestas para relevar las necesidades de cuidados y el uso de las licencias por paternidad y maternidad de los integrantes de la comunidad universitaria. Asimismo, su comisión trabaja acompañando la instalación de los centros de cuidado y también la difusión de los recursos o políticas de la Udelar que aportan en esta área, tales como las becas del SCIBU y la revisión de la normativa universitaria para promover la corresponsabilidad, «un desafío enorme que requiere un cambio cultural y colocar en valor el trabajo de cuidado».

Por su parte Díaz leyó un documento elaborado colectivamente por la Comisión Central de Inclusión en Discapacidad. En este explican que se han producido varios trabajos escritos entre ellos el protocolo de actuación para una Udelar inclusiva, que se presentará ante el CDC luego de la Semana de turismo para su consideración. Para elaborar dichos trabajos se han generado espacios de retroalimentación con organizaciones de la sociedad civil relacionadas con la discapacidad. «En estos encuentros, pudimos ir informando y recuperando pareceres a través de diálogos colectivos en torno al protocolo, lo que posibilitó darle visibilidad al trabajo que venimos realizando desde hace años y nutrir más aún el documento», expresan. «Cada aporte, encuentro y devolución ha consolidado este protocolo como una herramienta dinámica que llevará nuestra institución hacia una inclusión genuina, no sólo en el discurso, sino también en la práctica, concluyen».

«Transformar los roles de género y superar desigualdades en materia de cuidado»

Alvarenga, quien cerró la mesa de apertura de la Jornada, señaló que una de las líneas de trabajo del Observatorio apunta a la construcción de un sistema de indicadores de género cuyo principal objetivo es identificar cómo se manifiestan las desigualdades de género en la institución y cómo se desarrollan las políticas y acciones que viene implementando la Universidad en esta materia. Destacó que una de las primeras políticas universitarias impulsadas fueron las licencias por maternidad y paternidad, que han tenido varias modificaciones a lo largo de los años. Asimismo resaltó el establecimiento de centros de recreación y cuidados y de las salas de lactancia, las que si bien responden a una normativa nacional, se instalaron en algunos servicios de la Udelar antes que se aprobara esta norma. Destacó asimismo las becas de alimentación del SCIBU que cubren a los hijos menores de 12 años y las becas de guardería, particularmente las dirigidas a estudiantes. 

Por otro lado señaló que el Observatorio identificó también acciones que llevan adelante en algunos servicios, un ejemplo es la Facultad de Veterinaria donde se estableció una serie de criterios para acompañar a las estudiantes embarazadas o que tuvieron hijos recientemente, como la asignación de tutores para que las acompañen en este proceso, darles preferencia para elegir la fecha de los exámenes, entre otros. 

Indicó que un punto que al Observatorio le parece interesante en cuanto a las acciones que se llevan adelante es que las medidas, además de revalorizar las tareas de cuidado y su importancia por ser centrales para sostener la vida, redistribuyen esa carga y permiten que las instituciones tomen su parte de responsabilidad en el tema. Resalta también la posibilidad que brindan estas políticas para que «podamos pensar estas medidas en términos de su capacidad o su potencialidad para transformar los roles de género y para superar esas desigualdades en materia de cuidado». 

Alvarenga cerró su intervención señalando la importancia de pensar, en el marco de una nueva institucionalidad de género en la Udelar, en cómo conectar las políticas de cuidado con el resto de las políticas de igualdad de género que existen en la institución y cómo avanzar en su transversalización.

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