Olivetti agradeció a los candidatos su presencia y señaló: «Creemos que el Apex es un muy buen espacio para intercambiar no solo sobre extensión, sino también sobre enseñanza e investigación, sobre cómo pensar la estrategia pedagógica a través de experiencias como las de Apex».  

Pensar la formación universitaria en clave territorial e integral

Cancela planteó que existen algunas interrogantes clave al pensar el trabajo de la Udelar en territorio, una de ellas se vincula con qué visión de integralidad subyace en la institución, cómo se articulan las distintas funciones universitarias y dialogan entre sí y cuáles son los dispositivos que se están aplicando para concretar esto. Otra de las cuestiones es el rol de los abordajes territoriales y de los programas integrales en la formación universitaria, entiende que las experiencias integrales de los estudiantes son esenciales y que para que ellas tengan continuidad es necesario programas integrales territoriales con consistencia, permanencia, una visión sostenida en el tiempo. 

Asimismo señaló que para que se cumplan las condiciones para la integralidad debe haber integración de funciones, de disciplinas y un diálogo directo de saberes, entre el conocimiento académico y el conocimiento que está presente en la sociedad. En  cuanto al diagnóstico actual de las políticas de formación integral en la Udelar entiende que «se ha llegado a una meseta» y que es necesario establecer que ésta sea obligatoria en los planes de estudio de la Udelar. Resaltó también la necesidad de reforzar la formación de los docentes y mantener una pluralidad de perspectivas.

Por su parte Miranda destacó como algunos de los temas prioritarios a discutir en la Udelar, entre ellos el estatuto del personal docente vinculado a los requerimientos en el desarrollo de las tres funciones universitarias para los docentes con alta carga horaria y el reglamento de acceso y ascenso en los cargos, para definir luego cómo se pondera en estos la función de extensión. «Para cualquier disciplina y cualquier ejercicio profesional, el vínculo con problemas reales y colectivos es relevante», afirmó. 

Entiende que una de las dificultades para cambiar la educación es la modificación de los planes de estudio y considera que esto es imprescindible para curricularizar la extensión y requiere para realizarse, de instancias de análisis y reflexión y de la revisión de la ordenanza de grado.

Una extensión para todos y todas, diversa y cercana a la investigación

Randall planteó que en los últimos veinte años se han concretado algunos cambios normativos como la aprobación de la Ordenanza de grado y más recientemente el nuevo Estatuto docente, que sientan las bases al desarrollo de la extensión en la Udelar. Entiende que es necesario revisar la Ordenanza de grado que ya cuenta con doce años de aprobada, «hay que aspirar a que todos los estudiantes de grado en algún momento de su formación pasen por una experiencia de extensión que tiene que ser muy diversa», afirmó. 

Añadió que la Udelar ya ha dado algunos pasos en este sentido, se crearon los programas integrales de extensión, el Apex y el Programa Integral Metropolitano (PIM), pero entiende que la primera acción a implementar es crear muchos más espacios como estos, lo que implica destinar recursos para que se pueda cumplir la normativa vigente.

Otros temas que prioriza y sobre los que considera que se debe discutir son, los criterios de evaluación docente, la promoción de la extensión y las actividades en el medio en su más amplia diversidad de forma de lograr «cerrar la brecha» entre la extensión y la investigación y la incorporación de la extensión al currículo de grado. En este último punto, aunque está de acuerdo con la curricularización de la extensión, considera que «para que la extensión funcione bien, tiene que salir del corazón y partir de un compromiso voluntario». 

Wschebor por su parte entiende que «nada de la formación de los estudiantes universitarios debe ser no curricular, todo lo que es valioso para la formación de los estudiantes, y creo que la formación integral lo es, hay que integrarlo a la currícula». Resaltó que la Universidad cuenta con las herramientas para llevar a cabo esto, una de ellas es la Ordenanza de grado que habilita a la institución a seguir esta línea. Entiende que un obstáculo al que se enfrenta la Udelar para lograr esto se debe a su gran tamaño y es la dificultad que tiene la institución de traducir sus políticas generales e implementarlas a nivel de los distintos servicios y programas. «Es muy difícil que el demos se sienta identificado con lo que pasa a nivel de los organismos centrales de la Universidad pero también es muy dificultoso para los organismos centrales que las políticas que definen centralmente efectivamente se apliquen en los servicios», afirmó.

En segundo término sostuvo que es posible desarrollar desde cualquier disciplina o entre varias, aún aquellas que a priori parecen más alejadas del trabajo en territorio, propuestas de formación integral, con un componente de extensión que apunte al relacionamiento con el medio más diverso y plural, articulado con grupos fuertes en lo que tiene que ver con la enseñanza universitaria y la investigación. 

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