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Movilidad humana: contextos, trayectorias y devenires
Los días 1 y 2 de diciembre se realizó en la sala Maggiolo de la Universidad de la República el Seminario «Movilidad humana: contextos, trayectorias y devenires». La actividad de este miércoles contó con la participación de investigadores nacionales y extranjeros, quienes abordaron el fenómeno de la movilidad para el caso del Cono Sur, Centroamérica, África y Europa, en contextos de crisis y emergencias sanitarias, económicas, políticas y sociales, en diferentes períodos históricos hasta la actualidad.
El evento que se desarrolló en modalidad presencial y virtual fue organizado por el Centro de Estudios Interdisciplinarios Migratorios (CEINMI) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), la Intendencia de Montevideo (IM) y el Museo de la Migraciones (MUMI). El objetivo del Seminario fue generar un espacio de diálogo y encuentro entre actores académicos, institucionales y sociales, acerca de la temática.
La apertura estuvo a cargo del rector de la Udelar, Rodrigo Arim y la presentación del encuentro, por parte de Luis Bregatta, director del MUMI y Pilar Uriarte, coordinadora del CEINMI.
Producción de conocimiento y políticas públicas
Arim destacó la pertinencia del evento especialmente por el contexto tan particular de pandemia que atraviesa el mundo y sus efectos, entre ellos la crisis social y económica que afecta a la población. «Reflexionar sobre migraciones y migrantes como movilidad humana en Uruguay es, por cierto, pertinente en cualquier contexto, hacerlo en un momento y un contexto particular de aceleramiento de ciertos procesos migratorios y en el marco de una pandemia global, parece una tarea impostergable», afirmó.
Entiende que las migraciones constituyen un proceso de enriquecimiento cultural, de construcción de una matriz cosmopolita para el funcionamiento social y por ello, la cultura y el devenir de las sociedades se nutre de quienes integran esas sociedades en distintos momentos del tiempo. «La movilidad humana aporta producción de conocimiento, transmisión de nuevas ideas y la apropiación por parte de la sociedad de un conjunto mucho más diverso de ideas, conocimientos y culturas pero es también fuente de tensiones, de líneas de contrastes y contradicciones reales, o construidas en el imaginario», sostuvo. Añadió que estas tensiones muchas veces se utilizan como punto de apoyo para discursos «que en vez de rescatar la diversidad retrotraen a la construcción de la noción de nosotros y los otros», expresó.
Señaló que en este marco, las políticas públicas son desafiadas y cuestionadas, en ese sentido la Udelar tuvo que adaptar a partir de un criterio de apertura y amplitud, aunque tardíamente, su proceso de reconocimiento de títulos. Informó que durante el 2020 se alcanzaron casi 500 títulos reconocidos de migrantes profesionales egresados de otras universidades y esta cifra será superada en 2021. La Universidad tuvo que adaptar también sus mecanismos de ingreso a la institución, cambios que se procesaron antes de la pandemia y de la aprobación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) que cambió las reglas de juego en este marco.
Añadió que la migración desafía también las políticas de vivienda, educativas, de inclusión y «cualquiera de las políticas tendientes a evitar enclaves y guetos que son producto de los mecanismos de discriminación de estas sociedades», indicó. Sostuvo que las dinámicas sociales y políticas de algunos países vecinos como Brasil demuestran que «la migración muchas veces es constituida como parte de un discurso que termina reproduciendo desigualdades y asimetrías en el acceso a las ideas y al conocimiento y en el ejercicio de poder».
Destacó el rol relevante de la cooperación entre el CEINMI y el MUMI en este contexto, «es posible que estemos en los albores de nuevas construcciones simbólicas como está pasando en otras latitudes que tienden a ubicar a las migraciones como un problema a evitar y no como un acervo cultural a cultivar», apuntó. Entiende que la Universidad y las políticas públicas deben avanzar por carriles distintos, generando acciones distintas, informativas, propositivas, analíticas y profundas. Aunque los procesos sociales no los moldean la academia ni la voluntad de algunas instituciones, «la ausencia de estas no permite reconocer los procesos asociados a estos fenómenos, ni jerarquizar su riqueza ni mitigar los prejuicios», subrayó.
En cuanto al rol de la Udelar en la temática, destacó que lo que se piensa e investiga en la Universidad tiene un valor porque nos nutre como país. Su importancia radica también en que es un conocimiento que aporta a un diálogo más amplio y democrático en redes nacionales e internacionales, con otros actores sociales y políticos nacionales y de otras partes del mundo.
Construcción social
Luis Bregatta, Director MUMI identificó dos hitos a destacar, uno de ellos la alianza interinstitucional entre la Udelar y el MUMI. Indicó que el Museo está inserto dentro de un complejo cultural que se constituye en base a un área arqueológica en la que se encuentran partes de la muralla de las fortificaciones de Montevideo Colonial. Destacó que el proyecto interinstitucional es una parte central del proyecto del MUMI, que tiene que ver con cómo se posiciona el Museo en la sociedad y cómo participa ésta en un museo. Añadió que en ese sentido, a través del trabajo con el CEINMI y con otros servicios de la Udelar, apuntan a ampliar la participación social. «Si algo dejó claro la pandemia y la virtualidad que nos llevó a esta tecnología es la necesidad y las ansias de participar más activamente en la construcción social», afirmó.
El segundo hito que remarcó Bregatta fue que el Seminario forma parte de un evento mayor, la primera edición de «El mes de las migraciones», que comenzó el 18 de noviembre y culminará el 18 de diciembre cuando se celebrará el día internacional de los migrantes. Recordó que ese día también se celebra un nuevo cumpleaños del MUMI Complejo Cultural Muralla Abierta, y en esa instancia el Museo abrirá sus puertas para mostrar parte del trabajo que se ha concretado en esta cooperación interinstitucional con la Udelar. Destacó que este mes fue diseñado en base a la participación social en la que trabajó también el Municipio B de Montevideo, la sociedad civil a través de la Red de Apoyo al Migrante, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Añadió que en el marco de este mes de las migraciones se desarrollarán otras propuestas y espacios de intercambio y reflexión en torno a la temática.
Movilidad humana como derecho
Pilar Uriarte, coordinadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios Migratorios resaltó que se está realizando este seminario en un contexto donde «la migración y la movilidad humana aparece como un problema en la agenda nacional, regional y mundial» y en un marco de pandemia donde la movilidad de personas se ha colocado en el centro de las preocupaciones porque «se ha visto como un problema y no como una posibilidad». Explicó que este seminario tiene como objetivo abordar esta temática desde un lugar no de estigmatización y criminalización sino de aperturas y oportunidades y un espacio para comprender los procesos sociales. Sostuvo que en los últimos años, en Uruguay «el ingreso de población regional ha hecho que empecemos a ver a la migración como una novedad».
Comentó algunas acciones de la Universidad en el marco de un trabajo que viene realizando hace mucho tiempo, entre ellas la modificación en las reválidas y homologaciones y el reconocimiento de títulos. Otras acciones han sido la enseñanza de español para la población migrante refugiada y el trabajo con personas migrantes extranjeras privadas de libertad. En este contexto, se enmarca la segunda etapa del trabajo del Centro de Estudios Interdisciplinarios Migratorios que viene pensando en «la idea de movilidad humana y menos en la idea de inmigración», con una mirada interdisciplinaria desde la integración y los diálogos con otros servicios de la Universidad. Algunos de ellos son las Facultades de Información y Comunicación, de Derecho, de Psicología, el Observatorio de Infancia, Familia e Imnigración de la Facultad de Ciencias Sociales, el Centro Universitario Regional del Este y la sede Tacuarembó del Centro Universitario Regional Noreste.
En este sentido, se proponen incorporar al análisis de la temática este enfoque interdisciplinario y una mirada de procesos y regional, indicó, evitando algunos sesgos que se producen al pensar la migración en términos de problemas nacionales o regionales. En cambio plantean pensar la movilidad humana a lo largo de la historia y en todo el espacio regional y no sólo como fenómeno creciente hoy en Uruguay. Es por eso que entiende que es importante que el Centro sostenga el proceso de producción de conocimiento y análisis y que este conocimiento esté en diálogo con otros actores sociales e institucionales y colectividades migrantes para que el trabajo tenga un alcance nacional y se generen insumos significativos. El objetivo es «hacer de la movilidad humana y de la migración un derecho efectivo y no solo un eslogan», expresó.
Finalizadas estas intervenciones comenzaron las cuatro ponencias en torno a la temática que se desarrollaron una en la mañana y otra en la tarde, los dos días del Seminario.
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