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«Peligran algunos proyectos en el interior con falta de partidas presupuestales»
El 12 de setiembre se realizó una Jornada de diálogo por presupuesto universitario donde participaron los senadores Daniel Olesker y Jorge Gandini en una mesa polìtica moderada por el periodista Facundo Franco así como autoridades de la Universidad de la República (Udelar) en una mesa académica.
La actividad fue organizada por la Facultad de Psicología y tuvo como objetivo difundir aspectos relativos a la asignación de recursos a la Udelar, lo que actualmente se discute en el Senado en el marco de la Rendición de Cuentas. El plazo final para su aprobación parlamentaria vence el 6 de octubre.
En la mesa académica participaron Graciela Carreño, coordinadora de la Unidad de Apoyo Académico de la Comisión Coordinadora del Interior de la Udelar y ex directora del Centro Universitario Regional Litoral Norte; Mariana Seoane, decana de la Facultad de Odontología e integrante del Área de Ciencias de la Salud; Fernando Miranda, decano de la Facultad de Artes e integrante del Área Social y Artística; Álvaro Mombrú, decano de la Facultad de Química, vicerrector de la Udelar e integrante del Área Tecnologías Ciencias de la Naturaleza y del Hábitat y Enrico Irrazábal, decano de la Facultad de Psicología e integrante del Área Ciencias de la Salud. Quienes integraron la mesa se refirieron a los proyectos que pueden llegar a tener algunas dificultades de desarrollo si se aprueba el recorte presupuestal para la Udelar planteado por el gobierno desde la perspectiva universitaria con mirada de las áreas y del interior.
Una apuesta a largo plazo
Carreño destacó que la Udelar no es una excepción a la regla económica del país porque cobra y paga sus cuentas en pesos uruguayos pero cuando tiene que comprar ciertos insumos o equipamientos científicos en el extranjero, los tiene que pagar en dólares y estos siguen aumentando de precio. «Independientemente de si se trata de un centro universitario del interior del país o de Montevideo, cada vez compramos menos con lo que tenemos», afirmó. Particularmente, en el interior del país, a este gasto, se suma el movimiento imprescindible que hay que realizar en el territorio que genera un gasto de combustible y viáticos. «Más allá de pesos y dólares sabemos que no nos alcanza», expresó.
Entiende que las necesidades de presupuesto en la Udelar en el caso de los docentes tienen sus particularidades y no se pueden medir en un período corto. «La formación de un docente es una apuesta a largo plazo, acumulativa, que se da con el estudio, la investigación, la extensión y la enseñanza», afirmó. Los recortes presupuestales a la Udelar implican para Carreño que van a haber menos aspirantes a docentes grado 1 y mayores dificultades para mantener al docente interesado en la carrera en los grados 2, 3, 4 y 5, porque el área laboral privada le ofrece puestos mejor remunerados. «La Universidad es el proyecto país por excelencia, ya que abarca el 80% de la investigación en el Uruguay y hace posible el país que tenemos, una prueba de eso fue su rol durante la pandemia», señaló. «Lo que desgasta es la no comprensión del proyecto Universidad en relación con el proyecto país», concluyó.
Por su parte, Miranda apuntó que una prueba del aprecio, el valor y el buen concepto que la sociedad uruguaya tiene de la Udelar son los casi 150.000 estudiantes que hoy se forman en la institución y el aumento de las inscripciones año a año. Hizo un llamado de atención acerca de que «el país gasta cuando tiene dinero y ahorra cuando no tiene que es el momento en el que más se necesita que gaste y todos sabemos por dónde se ajusta». Asimismo, «¿Se puede generar desde la Universidad, en el diálogo con el sistema político, un mínimo de desarrollo, de política de Estado, que aseguren a la institución un crecimiento, sobre unas bases sostenidas que le permitan a la Udelar programar a mediano y largo plazo y luego atar los incrementos a los logros de la economía?», se preguntó.
En cuanto a la eliminación del adicional del Fondo de Solidaridad, que se maneja en la propuesta presupuestal del gobierno, entiende que más allá de compensar estos fondos es necesario atender la capacidad de hacer uso de ellos. La importancia de esto para el Área Social y Artística de la Udelar, se refleja en que cuatro de las seis facultades que la integran: Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE), Artes, Ciencias Sociales e Información y Comunicación (FIC) tienen más de un 25 % de sus gastos de inversión y de funcionamiento asociados al adicional del Fondo de Solidaridad. Señaló que otro de los aspectos importantes en los que repercute el recorte presupuestal es el sistema de becas de la Universidad e indicó que con los montos asignados en el presupuesto, la Udelar solo puede satisfacer el 43% de las becas solicitadas.
En lo que se refiere a los proyectos que se dejan de desarrollar con este recorte, citó algunos de ellos: una Licenciatura en Administración de Sistemas que se dicta en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) que no se puede iniciar y tiene alrededor de 400 personas interesadas en cursarla. Otro de los planes que no se podrá realizar con este presupuesto son los créditos que se otorgan en el interior del país en la formación de Contador, que se financia con ahorros de la propia FCEA. Tampoco se podrá financiar la Licenciatura en Administración en el Centro Universitario Regional del Este ni se podrán iniciar la Licenciatura en Ingeniería de Medios, que la Facultad de Información y Comunicación tiene aprobada desde hace cuatro años ni la Licenciatura en Psicopedagogía, formación conjunta de la FHCE y la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Asimismo, quedan sin fondos para desarrollarse tecnicaturas universitarias en Teatro y Corrección de Estilo y se discontinúa la Tecnicatura en Museología, porque no había forma de sostenerla, indicó.
Una institución diversa con necesidades diversas
Seoane destacó que la diversidad que caracteriza a la Udelar hace que no sea tan sencillo generalizar cuando nos referimos a la institución ya que no se aplican las mismas lógicas a todos los servicios universitarios. En cuanto al desarrollo de la Universidad en el interior del país, entiende que concebir algunas carreras en los Centros Universitarios Regionales (Cenur) es viable con el presupuesto con el que cuenta la Udelar, en tanto la continuidad de otras formaciones como alguna de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica (EUTM) y del Instituto Superior de Educación Física (ISEF) requiere necesariamente partidas presupuestales incrementales, por los costos que implican estas formaciones. Subrayó que cuando se habla de si habrá o no partidas presupuestales incrementales para la Udelar, de lo que se está hablando es de sostener la Universidad en el interior. «Hay proyectos en el interior que con falta de partidas presupuestales, peligran», sostuvo. Resaltó que aunque es un tema pendiente, se está apostando a llegar al interior con las formaciones del Área de la Salud de la Udelar. Acotó que sorprende que cada año se logre más a pesar de los escasos recursos presupuestales con los que se dispone.
En el caso de la Facultad de Odontología, explicó que es el centro de referencia para la gran parte de la población uruguaya en salud bucal y concentra alrededor de 200 unidades odontológicas, pero no se integra al Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) y no constituye un prestador formal. Esto hace que la sociedad aporte al SNIS y quienes opten por los servicios de la Facultad tengan que volver a aportar para cubrir los costos que hay que afrontar porque la institución no cuenta con un presupuesto específico para mantener la atención de salud de los usuarios. Entiende que «debemos retomar permanentemente las discusiones ideológicas que apunten a qué es lo que queremos como Universidad pública». «Cada vez que hay recortes presupuestales hay reajustes y alguien va a tener que afrontar esos costos. No me parece que los deba afrontar nuevamente la sociedad, no es justo», sostuvo. Subrayó que en el Área Salud, el vínculo con la sociedad es permanente: «nos formamos para la sociedad, desde la sociedad y con la sociedad porque somos partícipes de todo el proceso de formación a través de las prácticas estudiantiles», expresó. Resaltó que la solicitud presupuestal que realizó la Udelar en este período «es medida, austera, entiende la dificultad social y la problemática del país y prioriza las áreas en las que no se pueden recortar fondos». En ese sentido, destacó que el Área de Salud colocó en primer lugar las necesidades presupuestales del Hospital de Clínicas. «Esa apuesta no es solamente para formar profesionales sino también para salvar vidas y el Hospital de Clínicas responde», afirmó.
«El proyecto histórico de mayor desarrollo cultural»
Mombrú destacó que la Universidad es mucho más que un aula con estudiantes y un docente dando clases, por tanto «desarrollar una carrera no se trata de crear una infraestructura, nombrar un docente e inscribir a los ingresos», aseguró. Entiende que una formación implica en primer lugar contenidos de calidad, actualizados, de importancia y relevantes para lo que se está estudiando. Asimismo, una carrera requiere por todo esto un docente con una formación continua y de calidad y que trabaje en el proceso de creación de conocimiento calificado con todo lo que involucra: laboratorio, infraestructura, equipamiento de primer nivel, etc. En cuanto a la importancia de la formación de la Udelar para el país resaltó que «todas las instituciones que se dedican a la ciencia y la tecnología en Uruguay tienen profesionales egresados de la Universidad de la República». También destacó que la Udelar tiene convenios firmados con instituciones como el Institut Pasteur de Montevideo, la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) y que además docentes e investigadores de la Universidad forman parte de estas instituciones.
Irrazábal apuntó que según la lógica de esta mesa académica «el proyecto histórico más prolongado, importante, de mayor desarrollo cultural, de conocimiento y científico, es la Universidad de la República». «La Udelar es un problema político nacional, porque en la institución continúa encontrándose alrededor del 80% de la capacidad de producción de conocimiento de este país, lo que quedó demostrado durante la pandemia», aseveró. «Hubiera sido imposible para este país haber abordado la pandemia sin la Universidad de la República. La Udelar no es la moneda que sobra, es el mayór proyecto cultural de conocimiento y científico del país en su historia», sostuvo el decano de la Facultad de Psicología. Resaltó que las Facultades que más aumentaron su inscripción fueron la de Medicina y Psicología y que en ellas más del 50% de los ingresos son del interior y primera generación de universitarios. «Los sectores más pobres están accediendo a la Universidad», afirmó. Entiende que estos datos visibilizan una movilidad social, que no responde solo al dinero sino a todas las estrategias y relaciones sociales que las personas establecen. «Poder ingresar a la Universidad te da una serie de recursos de todo tipo para la resolución de problemas», subrayó.
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