|
Hospital de Clínicas propone programa de rápida resolución del cáncer de mama
El Programa de Rápida Resolución del Cáncer de Mama es otra de las propuestas innovadoras para el país que la Universidad de la República y el Hospital de Clínicas plantearon ante el Parlamento en la actual Rendición de Cuentas, que se encuentra en votación. El objetivo de este programa es brindarle a las pacientes con cáncer de mama un diagnóstico y tratamiento en quince días a partir de realizada la consulta. El Portal de la Udelar conversó con los doctores Gabriel Krygier, Andrea Cristiani y Juan Carlos Hermida sobre los detalles de esta propuesta que será vital para el mejor tratamiento de la paciente.

Gabriel Krygier, profesor titular de la Cátedra de Oncología Médica de la Facultad de Medicina recordó que el cáncer de mama ocupa la primera causa de mortalidad por cáncer en la mujer, aproximadamente unas 1900 mujeres por año desarrollan este tipo de cáncer, que genera unas 700 muertes anuales. El Hospital de Clínicas cuenta con los recursos, las cátedras, los servicios docentes y todas las especialidades, como cirugía, oncología, radioterapia, anatomía patológica, cirugía plástica, psicología médica, que están involucradas en el manejo de esta patología tan importante en nuestro país.
Es así que la propuesta de un Programa de Rápida Resolución del Cáncer de Mama apunta a «un nuevo modelo de gestión único», que implica que una paciente que ingresa con sospecha de cáncer de mama por cualquier sintomatología pueda rápidamente realizar su consulta con los especialistas clínicos, imagenólogos y patólogos, para tener en el mismo día el diagnóstico inicial. Luego de realizada la mamografía, la biopsia o punción, el análisis de la patología llevaría aproximadamente unos cinco días para tener en breve lapso el diagnóstico de cáncer de mama si es que lo tiene, y así el caso pasaría a un Comité de Tumores, integrado por todas las disciplinas mencionadas, además de asistentes sociales. Con el diagnóstico de la paciente allí se establecerá un plan de estadificación para detectar si el cáncer está localizado solo en la mama o también en otro órgano, y se definirá un tratamiento en función de los estudios. «En menos de 14 días vamos a tener a la paciente con un tratamiento definido -algo único en nuestro país-, además de la conducta terapéutica, que podrá ser desde la cirugía, quimioterapia o radioterapia», afirmó Krygier.
Asimismo, indicó que este proyecto agrega una instancia «muy especial»: la «nurse navegadora», quien coordinará los tratamientos de la forma más eficiente para que la gestión sea realmente efectiva. Acotó que el proyecto apunta no solo a resolver el cáncer de mama en corto tiempo y darle a la paciente el mejor tratamiento, sino también darle la mejor reinserción en su actividad. «No hay que olvidarse que una vez que se controla, se trata y se maneja correctamente la enfermedad hay que reinsertar a la paciente desde todo punto de vista, psicológico y social, en su actividad», señaló.
El apoyo psicológico es entonces una etapa fundamental en el manejo de esta patología, el Hospital de Clínicas cuenta con un Departamento de Psicología Médica y un Departamento de Trabajo Social, totalmente integrados con la Cátedra de Oncología. La Psicología Médica integra la parte de la consulta habitual, hay un psicólogo médico presente en las consultas apoyando a la paciente, no solo en el diagnóstico, sino en el manejo ante todas las eventuales complicaciones, como la caída de pelo y su impacto psicoemocional.
En cuanto a los recursos necesarios para llevar a cabo este proyecto, Krygier sostuvo que si bien el Clínicas cuenta con los recursos humanos necesarios, se deben reforzar apoyos para conseguir en menor tiempo los resultados, tener una mayor capacidad para más pacientes y reforzar las policlínicas semanales en la Unidad de Mastología en la Cátedra de Oncología. Asimismo, son necesarios recursos para incorporar el rol innovador de la nurse navegadora, el nexo que unirá al especialista con la paciente en todas las etapas del diagnóstico y tratamiento.
Técnicas únicas en el país
Por su parte, Juan Carlos Hermida, director interino del Centro de Medicina Nuclear e Imagenología Molecular del Hospital de Clínicas, afirmó que el hospital universitario tiene el servicio de medicina nuclear «más grande y mejor equipado» del país. «Tenemos equipos de última generación, fuimos nombrados como centro de referencia mundial y regional en la formación de profesionales en todos los niveles de la especialidad», señaló.
Hay fundamentalmente dos estudios que en general los oncólogos requieren para los pacientes con cáncer de mama. El centellograma óseo detecta posibles metástasis óseas de la enfermedad o tumor, se usa tanto antes como después del tratamiento, en el seguimiento de la evolución de la paciente para ver si está libre de metástasis o no cuando los anticuerpos, los marcadores de actividad tumoral pueden tener cambios. Por otro lado, la Medicina Nuclear utiliza el estudio de ganglio centinela. «Antes te operaban de mama y generalmente te sacaban toda la mama y todos los ganglios, después había muchas complicaciones; hoy tenemos una técnica en la que se punciona el tumor con una sustancia radiactiva -que no se escapa del tumor, queda retenida-, entonces cuando el cirujano abre la mama vamos con el equipo y lo buscamos», explicó Hermida.
Además, el Clínicas realiza otra técnica única en el país: la técnica con indocianina, que funciona como un colorante que se ve a determinada longitud de onda de luz para que -con lámparas y lentes especiales- el cirujano mire el campo operatorio donde la indocianina fluorescente muestra claramente dónde están el ganglio y el tumor. «Son técnicas que hacemos rutinariamente y las brindamos a este proyecto, que demandaría más pacientes, pero podríamos si es necesario arrancar mañana mismo», enfatizó.
Mejor tratamiento en el menor tiempo posible
Asimismo, Andrea Cristiani, profesora adjunta de la Cátedra de Anatomía Patología y responsable del sector de Mastología del Hospital de Clínicas, describió este proyecto como «un nuevo ímpetu» que ha tomado el área y que permitirá incorporar nuevos profesionales y llegar a más pacientes de mejor manera. En este sentido, explicó que cuando una paciente concurre con un nódulo en la mama -sea detectado en la mamografía de control o en un autoexamen de mama- y va a realizarse los estudios de imagenología, generalmente ante sospechas de malignidad, se realiza una biopsia.
Esa biopsia -que es una muestra de tejido- va al área de Anatomía Patológica donde los especialistas analizan si la lesión es benigna o maligna. En caso de ser maligna, se observa qué características tiene ese tumor y se hace un perfil inmunohistoquímico para evaluar qué tipo de tratamiento necesita la paciente, si se comienza con el tratamiento oncológico y la cirugía o al revés, y también se evalúa el tipo de quimioterapia a realizar. Por eso, «es muy importante que los tiempos en anatomía patológica sean óptimos y los menores posibles de forma que la paciente reciba el mejor tratamiento y en el menor tiempo posible», afirmó.
Cristiani sostuvo que durante la cirugía, el patólogo tiene un rol importante porque intenta verificar si el tumor se sacó completamente o no, y estudia el ganglio centinela -el primer ganglio que drena la zona donde está ese tumor-. Se presupone que si ese ganglio es negativo, el resto de la axila también, aclaró, entonces se evita tener que sacarle a la paciente la axila, se saca solo ese ganglio y se cierra. Posteriormente, una vez que se saca la pieza en la cirugía, vuelve a anatomía patológica y se ve con qué margen contacta el tumor, así el cirujano hace una ampliación solo del sector pertinente, evitando de esta manera sacar toda la mama o tejido innecesario.
En este sentido, entiende que es muy importante que el equipo sea interdisciplinario para dar una impresión desde cada especialidad y brindar el tratamiento individualizado que más se adecue a cada paciente. Afirmó que este nuevo proyecto que propone el hospital universitario es de vital importancia, porque agregaría el material tecnológico necesario para que las tareas más rutinarias sean realizadas por aparatos automáticos, liberando así al personal técnico para los procedimientos que realmente necesitan del ojo humano y la experiencia.