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Udelar: «un compromiso histórico con el país»
En el marco del acto que la Universidad de la República (Udelar) realizó el 17 de julio, para celebrar su 175.° aniversario, luego de las palabras de autoridades nacionales y universitarias y de integrantes de la comunidad de la Udelar, se desarrolló una mesa de intercambio académico.

En el intercambio entre académicos, que se llevó a cabo en el marco del aniversario de la Udelar, participaron Mariana Percovich, docente integrante del Núcleo en Arte y Cultura Visual de la Facultad de Artes; Rafael Radi, director del Departamento de Bioquímica de Facultad de Medicina y del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Udelar; Gonzalo Tancredi, director del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias; y Marisa Bucheli, profesora titular del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales.
Las exposiciones de los panelistas se basaron en diferentes preguntas que se les plantearon previamente: «¿Cuál es su primer recuerdo de la Universidad?, ¿Qué transformaciones han visto en la Udelar desde esos primeros recuerdos hasta la actualidad?, ¿Qué tiene de propio la Universidad de la República si la comparan con algunas de las otras experiencias universitarias que han podido conocer a lo largo de su trayectoria? y ¿Cómo se imaginan a la Universidad del futuro?».
Hilvanando recuerdos en la Udelar
En cuanto a la primera interrogante Buchelli señaló que no fue primera generación de egresados universitarios en su familia y recordó que cuando era pequeña en su cuarto había colgado un afiche con el organigrama de la Udelar. Aunque cuando llegó la hora de elegir la formación, en primera instancia la vida la llevó por otros caminos formativos, en la actualidad forma parte del plantel docente de la Facultad de Ciencias Sociales. Recuerda que ingresó a la Universidad en 1978, «eran tiempos muy inhóspitos, entré a un claustro donde habían muchos estudiantes y nunca veía dos veces a la misma persona, en los salones no te podías quedar, en los corredores había que circular, no existía un ambiente para socializar».
Tancredi por su parte señaló que en su caso fue la primera generación de egresados universitarios de su familia e ingresó a la Facultad de Ingeniería en 1981, en plena dictadura. Uno de sus primeros recuerdos en la institución es que tuvo que firmar al igual que todos los estudiantes que ingresaban la Declaración jurada de comportamiento estudiantil, que establecía: «el que suscribe se obliga, compromete y jura bajo su honor, al ingresar a la Universidad: a) no realizar, participar o promover reuniones, actos, asambleas o manifestaciones de carácter político, gremial o religioso dentro de los predios universitarios y evitar toda clase de propagandas; b) usar vestimentas y mantener una acción personal acorde a su carácter universitario; c) comunicar de inmediato a las autoridades universitarias la violación de sus disposiciones».
Recordó también que en ese marco los estudiantes formaron una murga de Facultad de Ingeniería en 1982 llamada «La Kafkaruda», nombre que hacía referencia a Franz Kafka, cuyas letras reflejaban las características del ambiente institucional al que se incorporaban los estudiantes que ingresaban. Se promovía la indiferencia, el aislamiento, la delación, condiciones que los estudiantes que entraron a la Facultad en este contexto, no cumplieron. Recordó los asados, candombailes, la Marcha del Estudiante, las convenciones, entre otras instancias muy queridas de encuentro, que llevaron adelante con sus compañeros y compañeras, un grupo que hasta hoy se identifica como la «Generación del 83».
Percovich señaló que en su caso se formó como profesora de Literatura en el Instituto de Profesores Artigas (IPA), al que también ingresó en el período de la dictadura cívico militar en Uruguay. Recuerda que al inicio de su carrera, comprendió la gran rivalidad que existía entre el IPA y la Facultad de Humanidades. No obstante en el transcurso del curso fueron descubriendo que tenían profesores egresados de la Facultad, «gente maravillosa que nos daba clase en una situación terrible en la que entraban los militares a llevarse a nuestros compañeros». Asimismo desde la militancia clandestina del IPA comenzaron a conocer a sus compañeros universitarios.
Por otra parte recordó que «como joven de la posdictadura, el movimiento extensionista de la Escuela de Bellas Artes causó un gran impacto en mí, me empezó a formar en mi carrera como artista», expresó. Añadió que más tarde en su trayectoria artística, su primer público fueron estudiantes universitarios.
Radi, también primera generación de estudiantes universitarios de su familia, recordó que ingresó a la Facultad de Medicina en 1981, luego de terminar el bachillerato en el liceo Bauzá. No existían como en la actualidad doctorados científicos en Uruguay en ese entonces, le interesaba el trabajo que realizaba el Instituto Clemente Estable por lo que pensó que la Facultad de Medicina podría ser una opción. Su generación tuvo que dar examen de ingreso, en aquel momento el cupo era de 500 estudiantes. «Preparé el examen como pude en mi casa pero lo logré y entré en el grupo de estudiantes que ingresamos ese año a la Facultad. Haber entrado a la Facultad de Medicina y luego haber transitado el doctorado en Ciencias Biológicas con la primer generación del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA), ha sido transformador en mi vida, en las de mis padres y en las de mis hijos», concluyó.
Identidad, transformaciones y perspectivas de la Universidad de la República
En lo que se refiere a las transformaciones que se han dado en la Udelar hasta hoy y lo que consideran que identifica a la institución con respecto a otras experiencias universitarias, Percovich afirmó que «la cultura, la gestión cultural y las artes, ya no se pueden pensar sin la Udelar, se hacen transversales a todo el país». «La Universidad, como institución pública, aporta también a los equipos de gobierno, al territorio, trabaja con vecinos y vecinas y mejora la calidad de las políticas públicas», añadió. Por otra parte entiende que uno de los aspectos en los que la Udelar todavía tiene que mejorar es que si se repasan sus rectores hasta hoy todos han sido hombres blancos, han quedado por fuera de estos cargos entonces sectores de la población como las mujeres, las personas de distintas razas o etnias y las personas en situación de discapacidad. «¿Por qué no dentro de 100 años en la Udelar una rectora en silla de ruedas?», se preguntó.
Bucheli señaló que algunos de los cambios más importantes de la Udelar se vinculan con que la institución cuenta hoy con un plantel docente con una importante carga horaria y un gran desarrollo de la investigación a través del cual se forman recursos humanos fundamentales para el país. Asimismo destacó la creación de importantes carreras nuevas en la Udelar.
Tancredi destacó que algo que identifica a la Udelar en relación a otras universidades es que es «una escuela de ciudadanía», lo que ha sido posible a través del cogobierno universitario. En lo que se refiere a los cambios que se han desarrollado en la Universidad destacó el rol fundamental que ha ocupado la Udelar en lograr avances a nivel país para llegar a amplios acuerdos en cuanto a diversos temas como la transformación del Sistema de Investigación e Innovación y la definición de sectores estratégicos. Asimismo resaltó la importancia de la Universidad en situaciones complejas del país como la pandemia y la sequía. «Creo que ese mayor compromiso de la Universidad en una serie de temáticas nacionales ha sido histórico, pero ha sido más afín y más claro en las últimas décadas», concluyó.
Por otra parte Radi identificó como un valor muy importante de la Udelar, «que aloja dentro de esta casa una diversidad muy grande». «Yo siento que hay mucho respeto por el distinto, no sólo en términos de lo que piensa desde el punto de vista de su escala de valores e ideología, sino también de los focos que prefiere en su actividad universitaria, en la enseñanza, extensión, investigación, gestión, cogobierno», expresó. «No todos tenemos que hacer todo, si bien todos tenemos que hacer algo de todo, pero no podemos hacer el 100 % de todo bien todo el tiempo», añadió y acotó que la Universidad sabe bien mantener esos equilibrios a nivel de las facultades y de sus departamentos.
En referencia a los cambios por los que ha pasado la Udelar, Radi señaló que desde que él inició y desarrolló su trayectoria, en las áreas de la medicina y la ciencia, estos fueron «fenomenales», tanto en infraestructuras, como en programas, conexiones internacionales y calidad del trabajo que se realiza, a los que se suma la descentralización, que ha sido transformadora a nivel nacional, concluyó.
Con respecto al futuro, Percovich apuntó que la Universidad tiene un rol fundamental en la creación de un puente con la sociedad, con la política y con recursos como la tecnología. «Para que la Universidad sea descentralizada y accesible en el futuro, se debe poder acceder a ella en cualquier lugar de nuestro país», subrayó. Bucheli por su parte resaltó que pensar en el futuro de la ciencias sociales en la Udelar es pensar en el desarrollo del conocimiento en esta área, en el marco del sistema universitario y teniendo en cuenta que nuestras fronteras no terminan en los límites del país. Por otro lado Radi entiende que la Universidad debe ser también transformadora de las ciudades, «me encantaría ver un país con ciudades repletas y saturadas de conocimiento y orgullo por ese conocimiento, que sea tomado por el Estado para el desarrollo del país», afirmó.
Video de la actividad:
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