Si bien la Universidad de la República se ha caracterizado en su trayectoria por su disposición, apertura e importancia asignada al relacionamiento internacional, es a partir del retorno a la democracia que inició un período de marcado dinamismo en ese sentido.
Así, en 1985, en una época de desarrollo vertiginoso del conocimiento científico y tecnológico, comienza a cobrar visibilidad y protagonismo la cooperación internacional, lo que determina que es una «preocupación constante de la Udelar lograr una adecuada inserción en los circuitos internacionales de la educación superior y la investigación científica».[1]
Se inicia, pues, una etapa marcada por importantes proyectos y donaciones posdictadura (1985-1988), y la gestión se radica en dos niveles: a) uno más institucional, en una oficina central (Dirección General de Planeamiento) dentro de la que actuaba una comisión encargada de la formalización de acuerdos bilaterales y multilaterales (Comisión de Convenios); y b) otro más específico, en las diferentes facultades, a cargo de sus máximas autoridades (Decanos).
El creciente volumen y la diversidad de las tareas llevó al Consejo Directivo Central (CDC) a crear una oficina central —la Dirección General de Relaciones y Cooperación (DGRC)— dedicada específicamente a la cooperación y a los vínculos internacionales y a incorporarle personal existente en otras reparticiones.
Una segunda etapa —iniciada en 1988 y que se extiende hasta 2006— se singulariza porque el contexto externo agregó nuevos desafíos para atender a las actividades que se venían desarrollando.
El surgimiento de los primeros programas regionales de cooperación entre la Unión Europea y América Latina y el proceso de integración regional emergente del Tratado de Asunción posibilitaron una serie de oportunidades bilaterales para el acercamiento y la cooperación solidaria en la educación superior.
En ese marco es que nace y se consolida la propuesta de crear la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), en el ámbito de las universidades públicas de los países del Mercosur (agosto de 1991), así como la participación activa en programas tales como ECOS‑Sud con Francia (1993); intercampus, con el apoyo del Instituto de Cooperación Iberoamericano de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en 1994; alfa, de la Unión Europea, que también comienza ese año; o el programa ALBAN en 2003 y los programas PIMA, PAME y CAPES, por señalar algunos de los más conocidos.
En forma simultánea a las acciones que permitían concretar numerosas experiencias de investigación conjunta, de formación de académicos, de movilidad de estudiantes y docentes y también de integración regional, se visibilizó la necesidad de mantener la calidad de la educación superior, fortalecer los vínculos regionales, promover alianzas, potenciar diversos programas y redes universitarias de cooperación generadoras de sinergias y facilitadoras de la cooperación a través de macrorredes (como AUGM) y de redes regionales (como UDUAL) en las que se estuvo presente, multiplicando las actividades y generando una sostenida demanda para la oficina encargada de las relaciones internacionales de la Udelar.
Desde 2006 hasta 2018 se desarrolla una tercera etapa en la que se crea, en 2007, la Comisión de Relaciones Internacionales y Cooperación Regional e Internacional (CRI-CRI) para responder a una nueva concepción de las relaciones internacionales en el marco de las políticas de internacionalización de la educación superior y a la que se le otorga capacidad de iniciativa en materia de relaciones regionales e internacionales, políticas de cooperación internacional y regional, intercambio académico y convenios. En una ordenanza de ese mismo año (res. n.o 7 del CDC del 28/8/2007) se establecen sus atribuciones y funcionamiento (con la asistencia de la DGRC). También se señala su integración cogobernada: el vicerrector, quien la preside; un delegado de cada orden; uno de cada área y de las comisiones sectoriales de Enseñanza, Investigación y Extensión.
Las funciones asignadas a la CRI-CRI consistían en asesorar al CDC en temas de cooperación internacional y convenios; proponer las políticas institucionales que promuevan la inserción de la Udelar en el ámbito regional e internacional; orientar la participación de la Udelar en el Sector Educativo del Mercosur (SEM) y proponer prioridades respecto a programas, proyectos, planes y actividades en materia de relacionamiento internacional.
Es importante señalar que en 2008 el CDC aprueba la estructura de la Dirección General de Relaciones y Cooperación, que comprendía una dirección general, dos divisiones y cuatro departamentos, y se comienza con el proceso de provisión de cargos mediante los concursos correspondientes.
Más tarde, en 2014, se incorpora a la DGRC la Unidad Mercosur —antes Comisión Sectorial del Mercosur—, que existía desde 1994.
La DGRC continuó su participación activa en las iniciativas de la AUGM y en sus programas, en la Comisión de Educación Superior en el Sector Educativo del Mercosur, al igual que gestionó programas como los antes señalados, a los que se sumaron otros como el propio programa 720‑Contrapartida de Convenios, Erasmus Mundus, Erasmus+, sexto y séptimo programas marco de la Unión Europea, Horizonte 2020, Becas Iberoamérica, Pablo Neruda, Fundación Carolina, Fundación Botín y Líderes Iberoamericanos, entre otros.
Es en esta etapa que resultó imperioso fortalecer la comunicación con los referentes de movilidad y de relaciones internacionales de las distintas facultades o centros universitarios, actores estratégicos en una organización compleja que adicionalmente comenzó un proceso de expansión institucional a través de su descentralización y regionalización.
A mediados de 2016, la CRI-CRI consideró necesario realizar un ajuste para lograr una mejor definición de las políticas de relaciones internacionales, su conducción, seguimiento, articulación y comunicación con las facultades o centros universitarios mediante la creación de una nueva estructura. Durante el año 2017 se avanzó en su diseño.
Una cuarta etapa se inicia en 2018 con la creación del Servicio de Relaciones internacionales (SRI) por resolución n.o 12 del CDC del 26/6/2018, que queda integrado por la presidencia, la Comisión de Asuntos Internacionales (CAI) que sustituyó a la CRI-CRI, la Unidad de Apoyo Académico (UAA) y la Unidad de Apoyo Técnico y de Gestión (UATG), que incluye las áreas y funcionarios de la ex-DGRC. Es en esta etapa en la que actualmente nos encontramos.
[1] Universidad de la República (1988). Cooperación académica de la Universidad de la República : presencia en el medio, integración regional y proyección internacional. Montevideo: Universidad de la República, Colección del Rectorado